En el 2016 la Municipalidad de Maipú modificó el Memorial de DD.HH., el que fue inaugurado el 9 de mayo del 2012, dicha alteración llevó al autor, arquitecto Rubén Peralta Larraguibel, a demandar a la alcaldía en el año 2018 por infracción a la Ley de Propiedad Intelectual al alterar el monumento.
El monumento, ubicado en Plaza Maipú, tuvo modificaciones, como cambios de color -a uno rojo brillante- y adiciones de figuras «alusivas al ser humano que no formaban parte de la obra inicial». Además, «se borran los nombres de los ejecutados políticos desaparecidos, con lo cual los hacemos desaparecer por segunda vez en la historia», y se eliminaron los espacios para sentarse.
En el fallo, la magistrada Jacqueline Benquis Monares ordenó a la alcaldía pagar al demandante 10 millones de pesos, por concepto de daño moral, y borrar su nombre de la escultura.
De acuerdo al documento, se incumplió el contrato suscrito entre las partes en 2012, planteando que el municipio «efectuó alteraciones sustanciales al proyecto original y que alteran esta característica de una obra artística, sin justificación ni explicación».
«La transforman en un 100%, no es la misma obra, la mutilan», dice el fallo.