17 caminos distintos para los 1.000: La historia de los puntajes máximos del Liceo Nacional de Maipú

El Liceo Nacional de Maipú recibió este 2 de enero la noticia de que 17 de sus estudiantes lograron el puntaje máximo (1.000) en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), pero esto no comenzó en enero, ni en noviembre, cuando estos alumnos dieron la prueba, para muchos esto comenzó como un anhelo desde principio de año que culminó cuando se enteraron de que habían conseguido el objetivo. En la sala del cuarto año A compartieron clases once de los 17 puntajes nacionales, todos vivieron juntos este proceso y destacan la realización de trabajos en equipo, estudiar durante los recreos, aprovechar los talleres de matemáticas que ofrecía el liceo e ir al preuniversitario Pedro de Valdivia para complementar el aprendizaje.

El Liceo Nacional de Maipú recibió este 2 de enero la noticia de que 17 de sus estudiantes lograron el puntaje máximo (1.000) en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), pero esto no comenzó en enero, ni en noviembre, cuando estos alumnos dieron la prueba, para muchos esto comenzó como un anhelo desde principio de año que culminó cuando se enteraron de que habían conseguido el objetivo.

En la sala del cuarto año A compartieron clases once de los 17 puntajes nacionales, todos vivieron juntos este proceso y destacan la realización de trabajos en equipo, estudiar durante los recreos, aprovechar los talleres de matemáticas que ofrecía el liceo e ir al preuniversitario Pedro de Valdivia para complementar el aprendizaje.

Alumnos de Cuarto Medio A del Liceo Nacional, curso del que salieron 11 puntajes máximos

“Yo aprendí mucho de mis compañeros, porque yo llegué desde un curso humanista sabiendo mucho menos y ellos siempre me ayudaron para conseguir el puntaje máximo”, menciona Eduardo Valdebenito, quien está seguro que sin el apoyo de sus amigos y compañeros no habría sido posible este hito. Esto lo reafirma Nicolás Cruz, ya que para él “lo más importante son los amigos, porque te animan cuando te va mal y también son tu mayor motivación por la competencia que se genera”.

Este compañerismo lo evidenciaba su profesora jefe, Katherine Carrillo, quien valora mucho la empatía de su curso. “Siempre recuerdo que hubo alumnos a los que les sobraron décimas, que eran puntos que se daban por cumplir ciertas tareas, y ellos me pidieron que las diera a los alumnos que yo creía que más las necesitaran. Fue una muestra del espíritu que tienen ellos como liceanos”. 

Pero el estudio no es solo ir a clases o apoyarse de los amigos, en su gran mayoría, reconocieron que el trabajo silencioso también es relevante. “Es muy importante organizar tu tiempo, lo ideal es no dejar todo para el último momento, así uno se evita el estrés de rendir la prueba”, comenta Sebastián Huenuqueo, a lo que Nicolás Cruz agrega: “Lo mejor es ser ordenado con tus tiempos para que no llegues con todo junto al final”. 

Todos con diferentes métodos, todos con distintas complicaciones, en algunos casos, tan variopintas como ser lento para escribir, como lo comentó Brunno Matta. “Como soy lento para escribir, muchas veces tenía que llegar a mi casa a terminar los apuntes, entonces veía dos veces la materia”, menciona entre risas. 

Durante la preparación de la PAES, en el Cuarto B primó la sana competitividad, o así lo refleja Patricio Escobar. “Entre nosotros competimos por ver a quién le iba mejor o quién terminaba primero la prueba y así nos exigimos más y más”, algo que Diego Hernández comparte. “El ver que los mejores del curso sacaban mejor puntaje, te motivaba a seguir esforzándote y cuando tú sacabas un puntaje más alto, quería decir que estabas por el camino correcto”.

Foto del curso Cuarto Medio B, donde los estudiantes Patricio Escobar y Diego Hernández lograron el Puntaje Máximo en Matemáticas

El Liceo Nacional puso a disposición de los alumnos con mejores notas de enseñanza media el Preuniversitario Pedro de Valdivia completamente gratis, lo que fue un plus para los 17 estudiantes que lograron el puntaje máximo en la PAES. 

Esto se sumó a los diferentes talleres y actividades en las que participaron durante sus últimos años en la enseñanza media. “El Liceo es fuerte en matemática, porque no solo se hacen clases, en el Liceo existe una academia de matemáticas que abarca a buena parte del estudiantado, en el que nos enseñan cosas aparte a las que pide el Ministerio”, comenta Brunno Matta del 4°A, quien agrega: “Además nos preparan para ir a competencias de matemáticas, como el taller de Razonamiento Matemático de la Universidad Católica, entonces nosotros disfrutamos de las matemáticas. Por ejemplo, este año ganamos el tercer puesto en el CMAT, uno de los campeonatos de matemáticas más importantes a nivel nacional”. Diego Hernández del 4°B también se involucró en estas actividades. “Yo participé en olimpiadas de matemáticas hasta tercero medio, fui a varias olimpiadas o al número de oro”, cuenta.

Dentro de estos talleres, está Mentes Brillantes, que es impartido por el profesor Sixto Maulén, quien además comenzó a darle clases de matemáticas a los alumnos de cuarto medio para prepararlos para la PAES. A dicho docente, los estudiantes lo recuerdan con gran aprecio.

“Mi profesor Sixto Maulén del Taller de Matemáticas fue muy importante, ya que potenció a todos los estudiantes que ya nos iba bien en matemáticas. Logró que nosotros  pudiéramos usar mayor creatividad para resolver las preguntas y no solo aprendernos una fórmula”, sentenció Eduardo Valdebenito, al que se le suman varios compañeros que tuvieron clases con el docente, quien recuerda con gran cariño al grupo que tuvo. “Siempre vi a los niños interesados en aprender, fue un placer trabajar con ellos. Yo siempre los desafiaba a pensar, mi objetivo era mostrarles que las matemáticas les abría distintas formas de enfrentar situaciones, para entender cosas, para desarrollarse. Yo creo que eso generó que les llamara tanto la atención”, comenta el profesor Sixto.

El día de la prueba

Luego de meses de preparación, finalmente llegó el día, desde el 27 al 29 de noviembre, más de 250 mil estudiantes en todo el país dieron la PAES, entre ellos, los 17 del Liceo Nacional.

“La primera prueba, que fue la matemáticas 2 fue la que más me costó por los nervios, ya el resto me los tomé como un ensayo más” reconoció Bastián Aravena, quien no fue el único que sintió nervios en el primer día, su compañero Bastián Ponce también expresó sus sensaciones. “La primera prueba fue Matemáticas 2 y solo al terminar la prueba me quité las ansias, ya después en la otra prueba me sentí mucho más cómodo porque no se me hizo extraño”, el mismo Bastián, reconoció que para la última prueba que dio, salió diciendo a sus compañeros: “Si no es puntaje nacional, es muy alto”, lo que reflejaba su gran confianza.

Foto del Cuarto Medio C del Liceo Nacional, curso que tuvo a tres Puntajes Máximos: Leandro Pérez, Giovanni Silva y Bastián Ponce.

Ya después de la prueba quedaba esperar los resultados, habían sido muchos meses de trabajo que se verían reflejados en lo que el DEMRE publicara el 2 de enero de 2024.

Se Cumplió el objetivo: Mil puntos para los 17

“Yo estaba durmiendo, mi mamá fue a despertarme y vi a través del sitio web del DEMRE mi puntaje. Al enterarme de esta noticia, me llené de alegría porque esto demostraba todo el esfuerzo y dedicación que le di a una materia que es prioridad para mí”, cuenta Benjamín Ramírez. 

Él esperó con tranquilidad, pero hubo otros que no pudieron contener sus ansias.

“Ya sabía que se publicarían el 2 de enero y para enterarme lo antes posible puse una alarma. En el momento en que vi los resultados, fue sorpresivo tener un puntaje nacional, ya que ahora recién lo vengo a dimensionar”, cuenta Sebastián Huenuqueo.

“Yo había oído que a los puntajes nacionales los llamaban el primero de enero, entonces ese día estuve atento a las llamadas, pero nada. Entonces, ya desanimado simplemente lo dejé pasar y pensé que no sería puntaje máximo. El día de los resultados, me desperté a las 6 de la mañana, ansioso por conocer mi resultado, a pesar de que faltaban 2 horas, pero a los minutos me volví a quedar dormido, y a pesar de que esto suene increíble, yo en ese momento soñé que revisaba mis resultados y que había obtenido puntaje máximo en matemáticas. Pero luego me desperté y me percaté de que no había sido un sueño”, narra Gabriel Reyes.

“A las 8:01 ya estaba dentro del sistema para ver mis resultados, la noche anterior no pude dormir por los nervios, pero terminé súper contento, ya que todo lo que había estudiado tuvo su recompensa”, comentó el estudiante del 4°D, Diego Farías.

Foto de Diego Farías, estudiante del Cuarto Medio D que logró el Puntaje Máximo en la PAES

Así como ellos, sus otros 13 compañeros también reaccionaron con gran orgullo a la noticia.

“Estoy contento porque era un objetivo que tenía desde el inicio de año. Esto en gran parte se lo debo a mi familia, que siempre me dio las comodidades y a los profesores del preuniversitario y del liceo que siempre me apoyaron e incentivaron a cumplir mis objetivos”, mencionó Alonso Harabales, quien es compañero de Benjamín Cuevas, el que también se mostró satisfecho. “Yo esperaba tener un buen puntaje, aunque nunca los mil, porque siempre tenía algún error. Cuando me enteré me sentí aliviado”.

Por su parte, Giovani Silva también expresó su felicidad. “Este resultado reflejó el proceso y esfuerzo que tuve durante todo el año. La única receta que recomiendo, es la de tener esfuerzo, dedicación y disciplina, con eso, estoy seguro de que cualquier persona puede llegar al puntaje máximo”.

“Me sentí orgulloso de mí, porque pasé de ser casi expulsado en séptimo y octavo a ser puntaje máximo en cuarto medio. Me alegro porque me gusta el hecho de esforzarme por una nota y que se viera reflejado después”, comenta Diego Hernández.

No todos eran del mismo curso, ni tenían los mismos gustos, algunos son aficionados al fútbol, otros a los libros y superhéroes, hubo quienes prefirieron el gimnasio para soportar el estrés de un año que finalmente les dio el mismo resultado a los 17.

Ahora, todos van en busca del futuro que desean, con los conocimientos que adquirieron, pero también con las virtudes que siempre tuvieron y que se ven reflejados en los resultados de los que hoy disfrutan.

“No tengo ninguna duda de que nuestros estudiantes van a ser un gran aporte. Primero porque tienen el sello de la educación pública, tienen un estándar ético alto, son muy solidarios, son comprometidos con su entorno, son respetuosos con los demás y esa formación me da la seguridad de que serán excelentes personas y profesionales desde sus distintas disciplinas”, comenta con orgullo la profesora Katherine Carrillo.

“Yo siempre les dije lo mismo, tarde o temprano, el trabajo da resultados, y ellos conmigo hicieron una gran labor respondiendo mis pruebas y yendo a mis clases y ahora se ven esos resultados, me alegro de que ellos puedan elegir la carrera que quieran”, finaliza el profesor Sixto Maulén.

Alfredo Albornoz
Alfredo Albornoz

Estudiante de cuarto año de periodismo en la Universidad Finis Terrae. Licenciado en comunicación social y con especialización en el área digital y creación de contenido para soportes digitales.

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