El día de ayer un gran número de vecinas y vecinos, nos enviaban por correo electrónico, o a través de mensajes en nuestras cuentas en Facebook e Instagram, una captura de pantalla, de un mensaje emitido por un vecino, y que comenzó a viralizarse: el vecino aseguraba que en Maipú habían dos casos confirmados de coronavirus.
Junto con entregar esa información, acusaba que en el Hospital El Carmen de Maipú, todo se manejaba en silencio, y achacaba que no querían reconocer los casos. La Voz investigó a fondo, y descubrió las razones que llevan a la gente a confundir un caso en estudio, con un caso confirmado.
Más allá de cuestionar al mensajero, lo interesante es explicar cómo el Carmen, junto a otros hospitales de la red de salud, tratan los casos sospechosos de CoronaVirus, y cómo ese proceso -si es mal entendido- ayuda a fomentar la psicosis colectiva y el miedo.
Por ello, decidimos contarte todo el proceso que se hace en Maipú, con el fin de que no caigas en bulos virtuales, y que con tu like, compartir o mandar por whatsApp, no contribuyas a generar pánico, que poco ayuda y que termina produciendo, por ejemplo, que algunos compran alimentos como para una guerra, provocando desabastecimientos y, por ende, mayor miedo.
Creo que tengo CoronaVirus… me voy al hospital
Si una persona viajó al extranjero y tiene síntomas que calzan con COVID-19 debe acudir al hospital. En ese sentido, la gente suele llegar con mascarillas hasta la mesa de admisión de la urgencia del HEC y junto con ingresar sus datos personales, debe explicar que piensan que podrían estar infectados por coronavirus, pues han estado en países donde hay muchos contagiados. Algunos han llegado hasta con maletas.
Esa primera impresión genera miedo, pues a escasos metros, hay personas sentadas esperando a algún familiar, o ser atendidas. Ahí comienza a expandirse el nerviosismo, y con ello nace el rumor: podría haber coronavirus en Maipú.
Hoy El Carmen tiene un módulo de admisión exclusivo para pacientes que podrían tener coronavirus. Así que ya no hay tiempo de esperas, y son llevados de inmediato a un box donde una enfermera (que está completamente protegida), conduce al paciente, para comenzar la atención.
Esos módulos, luego de ser utilizados, son aseados en profundidad, por personal de aseo, que también está protegido.
Parece una película, pero no lo es
El paciente queda aislado, y personal médico comienza a realizar exámenes. Al ser casos sospechosos, cada técnico paramédico, enfermera y doctor que ingresa al box, lo debe hacer con sistemas que, en caso de que el paciente tenga realmente COVID-19, no pueda infectar a quienes interactúan con él.
Esa entrada y salida de personas con trajes, genera nerviosismo en los pacientes que acuden por otro tipo de dolencias. Algunos, incluso toman fotos escondidos (algo prohibido por la ley de derechos y deberes de los pacientes), que luego envían por WhatsApp y terminan en redes sociales.
La mecha del rumor se enciende, y el resto es historia. Una historia que avanza rápido y que hace que cientos de vecinas y vecinos nos pregunten ¿por qué La Voz de Maipú no informa lo que pasa?
Examen para confirmar o descartar: alta demanda, retrasa las respuestas.
Si el paciente tiene síntomas que encajan con el protocolo para COVID19, el hospital debe tomar muestras que son enviadas al Instituto de Salud Pública (ISP), quien entrega el resultado final.
En el caso de Maipú, han sido muchos los pacientes que han llegado con sospechas, pero ningún caso ha dado positivo.
Si hace algunas semanas el resultado del ISP llegaba en un par de horas, hoy en día, ante el aumento de sospechas de COVID, la espera del resultado final puede tardar 14 horas o más. Y ahí el problema se hace más grande.
En el fondo, “tienes a un paciente en aislamiento, con una sospecha, y el tiempo que pasa es mucho. Entonces, la gente más nerviosa se va poniendo”, nos cuenta una enfermera de urgencias del HEC.
Si volvemos al caso que ayer se dio por cierto en Maipú, las personas sospechosas (eran 2) esperaron sobre 14 horas, y el diagnóstico recibido dio negativo para COVID19, por lo cual iniciaron tratamientos para las patologías que tenían.
Hoy se anunció que se abrirán nuevos laboratorios en hospitales, lo que permitirá descentralizar el diagnóstico, lo que a su vez facilitará el aceleramiento en los tiempos de confirmación o descarte de casos, pues el ISP debería salir de su estado actual, que es de colapso. En el fondo, eso es crucial, pues se deberían comenzar a recibir más casos sospechosos, y tener gente 14 horas esperando para enterarse que no están enfermas, hace que esos espacios no se puedan utilizar para descartar o confirmar otros casos. Se produce, lo que se conoce como un cuello de botella, que contribuiría a crear más pánico. En Italia, por ejemplo, han debido instalar hospitales de campaña, ante la insuficiencia de camas para tratar pacientes.
Sin embargo, el caso de las dos personas que se aseguraban, estaban infectadas por COVID 19 ya estaba en redes sociales, y miles de vecinas y vecinos se angustiaban pensando que el virus había llegado a la comuna. Sin ninguna prueba de veracidad, la gente creía. Y eso es grave. A veces más grave que el propio virus.
Volvamos el falso caso de los dos contagiados en Maipú
La persona que subió el falso caso, defendía la veracidad de la información pues, a su juicio “gente que trabaja en el hospital y los pacientes vieron a los enfermos”.
En medio de todo el proceso que hemos ido describiendo, es normal que la gente saque conclusiones apresuradas. El problema es que esas conclusiones terminan siendo dadas por ciertas en redes sociales.
Los medios de comunicación -en tanto- aportan poco al debate. En medio de música de fondo que promueve la proliferación del miedo, algunos optan por subir el rátingo o las visitas, a costa de sumar audiencia. Desde La Voz de Maipú, consideramos que lo primordial es educar en temas de salud a la gente, y eso es lo que intentamos con este artículo, que es una mezcla de análisis de procedimientos médicos, con las condiciones que permiten que éstos terminen en redes sociales.
Lavarse las manos, usar mascarillas en caso de aglomeración, evitar el saludo de mano o beso, son medidas que los gobiernos -en todo el mundo- han ido dando por válidas, basándose en lo que los científicos señalan. En ese sentido, el llamado es a protegerse, pero sin creerse el cuento que estamos en una segunda guerra mundial, ni correr a abastecerse como si fuésemos un país en guerra (aunque a veces, eso parezca por motivos ajenos al COVID19).
¿Y si se confirma un caso de COVID 19 en Maipú?
Si no tuviste contacto con el enfermo, tus posibilidades de infección son muy bajas. Si tuviste contacto, probablemente el mismo hospital te haga una llamada, para que comiences tu periodo de cuarentena.
El 8 de febrero de 2020, La Voz habló con la Doctora Yadira Pérez, infectóloga del Hospital El Carmen, quien habló en largo sobre el coronavirus. Te invitamos a escuchar esa entrevista.
Si un paciente está siendo investigado por CoronaVirus, tiene derecho a que su expediente médico y exámenes, sean confidenciales. Sin embargo, en caso de confirmarse la enfermedad, se inician protocolos de aislamiento, y el caso termina siendo público, en tanto el MINSAL actualiza la lista de contagiados en su sitio web.
Por ello ayer no informamos de los casos sospechosos. Hacerlo, consideramos, era aumentar el morbo, a cambio de muchos likes. No es ético, y no vale la pena.
Por eso hoy escribimos este texto. La idea es simple: en medio del COVID19 y mientras no existan curas o vacunas que logren combatirlo con eficiencia, en el Hospital El Carmen de Maipú, y en toda la red de salud, seguirán llegando pacientes que son candidatos a tener el virus. Sin embargo, hoy en día en Chile, son muchos más los casos descartados, que aquellos que terminan confirmados.
Por cierto, y para ir cerrando. La tasa de mortalidad es baja, y el virus es más letal en personas mayores, o con enfermedades preexistentes. ¿Quiere decir eso que no debemos cuidarnos? En absoluto. Debemos ser cautos, pero no entrar en pánico y, sobretodo, pensarlo 10 veces antes de subir un falso diagnóstico a redes sociales.
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