El día de ayer se dieron a conocer algunos antecedentes respecto al impacto de una “bala loca” en un domicilio de Villa Santa María, cercano a Villa Baquedano en La Farfana (ubicado en frente, cruzando la Autopista El Sol) donde la noche del domingo se habría llevado a cabo un funeral de alto riesgo con fuegos artificiales y balas al aire.
Tras los desórdenes hubo al menos 10 detenidos de las 30 personas que participaban del velatorio de Giovanni Madrid Arancibia, un joven de 27 años que fue asesinado la madrugada del sábado, según comentaron los mismos familiares, también por una bala loca.
De acuerdo con el relato de los afectados, el proyectil ingresó por una ventana del baño y rebotó en una de las murallas y de inmediato se presumió la relación del hecho con el ruidoso funeral, a pesar de que la distancia de casi un kilómetro no parece ser coherente.
En entrevista con 24 horas, una de las cinco personas que vive en la casa dañada, comentó que “la distancia es muy lejos para que haya llegado justo, y nosotros no damos a la carretera”. “Se nota que está en un ángulo donde la bala estaba casi a ras de suelo, no cayendo desde arriba como todos suponemos”, agregó otro integrante del domicilio donde no resultó nadie herido.
Por su parte, Miguel Arancet, tío del joven muerto, aseguró en el mismo medio que no se trataba de un funeral narco y que solo hubo fuegos artificiales por “un tema deportivo”, ya que Giovanni jugaba fútbol y era muy querido.
Tras la última información entregada por la Fiscalía de Alta Complejidad de Occidente a radio Bío Bío, la víctima tenía antecedentes de microtráfico de droga y se indaga la posibilidad de que el ataque con resultado de muerte se haya debido a un ajuste de cuentas mediante el sicariato.