Presencial, remoto o en una modalidad mixta, en Chile se presentan altas tasas de estrés entre los trabajadores, lo que muestra cómo les ha impactado la pandemia, tanto por el tema económico como por lo sanitario.
Según el Termómetro de la Salud Mental en Chile 2021, de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y la Universidad Católica -que encuestó a 1.637 personas entre los 21 y 68 años-, el 48,9% de los encuestados afirmó que sus preocupaciones le han hecho perder el sueño, el 20,2% aseguró sentirse menos o mucho menos capaz de tomar decisiones y el 54,8% dijo que se sentía agobiado.
A su vez, la fatiga digital ha afectado a una buena proporción de trabajadores. En el Termómetro, se muestra que el 27% de las personas que se encuentran teletrabajando presentan problemas de salud mental. La cuarentena, sin dudas, está afectando la salud emocional y psicológica de las personas, “lo que ha llevado a que las empresas tengan que poner la salud mental de las personas en el centro, más que antes”, comentó Isaías Sharon, director ejecutivo de HPI International, empresa especializada en soluciones formativas y tecnológicas para educación y gestión de personas.
Cómo abordar el estrés laboral
Desde las empresas han realizado una serie de acciones para evitar y frenar algunos trastornos mentales o, al menos, proporcionar mayor bienestar a través de programas especializados o enfocados en el esparcimiento.
Sharon recomendó tomar algunas medidas para poder abordar estos problemas. Propone que las organizaciones hagan reestructuraciones adecuadas mediante equipamientos, asegurando una buena conexión a internet, y otorgando herramientas necesarias que no generen dificultades físicas a los colaboradores.
Además, el directivo manifestó que “se debe gestionar el estrés, porque tenemos que compatibilizar muchas más funciones ahora”. A propósito de esto, es fundamental que las empresas proporcionen instancias de formación a los trabajadores, “para que tengan autonomía y así puedan enfrentar los cambios del día a día”, dijo Sharon.
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En el contexto actual, algunas organizaciones son conscientes que pueden promover un trabajo donde la inteligencia emocional esté en el centro. “A todos nos ocurren cosas, así que es fundamental aprender a canalizarlas y poder resolverlas oportunamente. El desafío es hacer nuestras labores organizacionales sin que mermen en nuestra salud física, mental y emocional”, dijo Sharon.
Justamente, en entornos donde se aplica el trabajo remoto y el mixto, es fundamental que los colaboradores tengan autonomía, autogestión, puedan gestionar el tiempo y trabajen colaborativamente.
