¿Sabía usted que en Maipú hay una Escuela de Ballet Contemporáneo? Y no solo eso, sino que cuenta con una importante reputación a nivel nacional.
El nombre de este orgullo comunal se llama ESAM, una escuela de artes que cuenta con las áreas de ballet contemporáneo, música, teatro y danza espectáculo.
Sin embargo, apoderados y alumnas de la escuela de ballet contemporáneo alzan la voz.
Denuncian baños en pésimo estado, un aire acondicionado que no funciona hace un año, hacinamiento, un camarín exclusivo para la alcaldesa sin uso, falta de seguridad en el recinto y persecución contra la maestra directora.
Sobre todo piden menos circo y más respeto por una escuela que ya tiene un prestigio a nivel nacional.
La escuela de las artes de Maipú
Algo que pocos saben es que el proyecto fue ideado e implementado durante el gobierno de Christian Vittori, en especial gracias a la gestión del director de desarrollo comunitario de entonces Jaime Azúa.
Pero los autores del proyecto fueron la maestra Magali Rivano Muñoz y Samuel Castillo.
La alcaldesa Cathy Barriga, al ver el nivel de la escuela tras la presentación de Cascanueces, reconoció el potencial y decidió dar su apoyo al proyecto. Un apoyo no exento de problemas.
Magali Rivano es la actual directora de la escuela; la maestra es una destacada bailarina de ballet, que fue parte del Teatro Municipal de Santiago, del Ballet Nacional Chileno (BANCH) y una de las pioneras del Teatro Experimental de Danza-Teatro.
La maestra, junto a Samuel Castillo, tuvieron la idea de crear este proyecto y tras varios años de trabajo son los principales directivos la escuela.
Algunas de las estudiantes de Esam han estado por más de 6 años formándose junto a ellos.
Esas mismas estudiantes hoy temen que sean despedidos por diferencias y caprichos que nada tienen que ver con su desempeño académico.
Diferencias que llevaron a que la municipalidad les haya reducido su contrato a 3 meses. Algo incomprensible, tomando en cuenta la importancia de los directivos en la estructura de la escuela. Más incomprensible aún cuando hay funcionarios en puestos administrativos con mejores condiciones contractuales.
Las estudiantes y apoderados han agotado todos los canales formales de comunicación y temen que se lleve a cabo la advertencia de buscar «otra bailarina» que reemplace a la maestra, demostrando así la poca importancia que se le da al proceso formativo y el prestigio de la maestra.
A esto se suma el despido injustificado de funcionarios de carrera, dando preferencia al ingreso de operadores políticos, pésimas condiciones de infraestructura, un controvertido viaje a Mendoza y la furia de una alcaldesa por que no la dejaron tomarse una selfie.
Todo esto motivó a que los apoderados del área de ballet contemporáneo llevaran directamente sus quejas al Concejo Municipal el día 23 de enero pasado.
Allí enfrentaron públicamente a la alcaldesa Cathy Barriga y su actual administrador municipal, Abel Sepúlveda.
No entienden como mientras la mayoría de quienes trabajan en ESAM tienen contrato a 1 año, incluido el actual administrador, Miguel Castro Ferrer, los dos principales gestores de la escuela fueron re-contratados a 3 meses.
Reciben la señal como una falta de respeto a la trayectoria y aporte de los directivos, así como una represalia por situaciones fuera del ámbito académico.
Julio Belmar es apoderado de la escuela y una de las voces que se han atrevido a decir las cosas por su nombre:
“En el concejo se nos trató de ser mal agradecidos. Mal agradecido es la administración, que hoy día no valora el sacrificio de los apoderados, que tienen que pasar frío, un calor endemoniado, porque llevamos 1 año y medio con el aire acondicionado malo y no ha habido una administrador que pueda resolver este tema. Mal agradecido es una administración que no valora que hayan alumnas desde los 3 años que tengan que pedir el papel higiénico al administrador, y que una vez usado se lo tienen que devolver porque pasamos a ser clientes”.
La comunidad del área de ballet agrupa a más de 150 personas entre alumnas y apoderados. Estos días han hecho distintas intervenciones callejeras, demostrando a través del arte su malestar por la crisis que atraviesa la escuela.
El tongo de la firma y los coletazos del viaje a Mendoza
“Nuestro ánimo nunca ha sido ni fue entrar en una confrontación con la alcaldesa, pero desgraciadamente no hemos encontrado ningún eco”.
Es parte del sentir de muchos apoderados, quienes incluso han llegado a decir que se han sentido estafados por esta administración.
Este sentimiento de ser engañados pasa por situaciones como la ocurrida a mediados de 2017.
Ese año se invitó a distintas academias de danza, como la de Karen Connolly, de Ballero, autoridades de la Universidad Mayor, ente otras personalidades. El plan era tener una video conferencia con Costa Rica, pues se hablaba de abrir la escuela al mundo.
Era un día de anuncios y firmas de importantes convenios.
El acto central fue efectivamente la firma de un documento, que se hizo entre bombos y platillos. Ese día hubo aplausos, abrazos y celebración. Esam salía de Maipú a Chile y el mundo.
El problema es que el papel firmado estaba en blanco. O al menos eso fue lo que contó el controvertido asesor de la alcaldesa, Luis Japaz, quien habría admitido que todo fue tongo. De esto hay testigos presenciales, quienes están dispuestos a ratificar esa conversación.
El tiempo confirmó las sospechas, y la llamada “internacionalización” de la escuela quedó en nada. Al igual que los anuncios de convenios con otras escuelas.
Cuando los apoderados encararon a la alcaldesa y su administrador fueron acusados de mal agradecidos, argumentando ante cámaras que gracias a la municipalidad la escuela ha viajado «de Arica a Punta Arenas».
Pero la versión de los apoderados es otra. Según su recuento solo han viajado a Los Andes, Buin, Talagante y Mendoza (Argentina).
Justamente, este viaje a Mendoza, fue uno de los puntos que terminó de colmar paciencia de muchos apoderados.
El viaje causó polémica y fue portada en varios medios. Cathy Barriga fue acusada de viajar junto a su hijo, su asesor personal, Luis Japaz, su encargada de comunicaciones, Camila Cornejo y otros 11 funcionarios de la dirección de desarrollo comunitario. Todos con viático incluido.
En ese viaje la alcaldesa envío a su chofer un día antes de su vuelo para que lo esperara en Mendoza y así contar con transporte personal durante su estadía.
Recordemos que para viajar la alcaldesa se excusó de asistir al Concejo Municipal. Todo para estar 2 horas presente en la función, y luego desaparecer el resto de los cuatro días del viaje.
Según los apoderados que entrevistamos, después de la función nadie nunca más la vio.
Una ausencia sentida, pues hizo falta mucha ayuda para superar graves problemas de organización, como la falta de camas para la alumnas o que no había suficiente agua caliente para bañarse.
Al final de este viaje, se buscó endosar la responsabilidad de estos errores a la maestra Magali, pasando por alto la responsabilidad de la persona encargada de la logística, la ex coordinadora Marcela Figueroa, y los directivos de la dirección de desarrollo comunitario.
Pero estos errores no son casos aislados, como en la última cuenta pública, donde a petición de la alcaldesa se presentó el ballet en la pista de patinaje con los pies congelados.
Según varias alumnas con las que conversamos, hay un sentir de que el ballet es usado cada vez más con fines políticos y cada vez menos en presentaciones profesionales.
Este tire y afloja entre el desarrollo profesional del ballet y su uso como «rostro de alcaldía» tuvo su quiebre en diciembre del año pasado, en un impasse que sentenció el destino de la maestra.
La selfie que colmó el vaso
Es sabido que la alcaldesa Cathy Barriga tiene una debilidad por las redes sociales y sacarse selfies para compartirla en su Instagram.
Pues bien, el día de la última presentación de Navidad en el Cerro Primo de Rivera, la alcaldesa tuvo la ocurrencia de interrumpir al elenco a minutos de salir al escenario. ¿La idea? Llevar regalitos y sacarse selfies para subirlas a sus redes sociales.
Hablamos con una de las bailarinas que estuvo ahí y nos contó su testimonio con la condición de no revelar su nombre.
“Estábamos en el Cerro Primo de Rivera, en el evento navideño de Bella y la Bestia. Estábamos tras bambalinas a dos minutos que empezara la música para salir a escena. En esos momentos llega la alcaldesa con unas tres asesoras para sacarse fotos. Esto mismo había ocurrido el año anterior cuando presentamos La Cenicienta, cuando utilizó una de las salidas para sentarse junto a sus amigas y ver la obra desde un costado del escenario”.
“Estábamos en ese momento en que uno se concentra, respira y se prepara, cuando llega interrumpiendo para sacarse fotos, grabando historias para su Instagram, repartiendo regalos. Es algo bastante incómodo y contraproducente. No es respetar el trabajo que hacemos”.
El año anterior había pasado algo similar, pero contaban con dos bambalinas, por lo que para evitar problemas se sacrificó una de las salidas para que la alcaldesa pudiera presenciar el show desde ahí.
Este año había solo una bambalina, por lo que alguien debía pedirle que se retirara.
Fue la misma maestra Magali quien tuvo que acercarse a Barriga para pedirle amablemente que despejara el lugar para dar inicio a la obra.
Sin embargo, la alcaldesa no se tomó de buena manera la petición y se retiró de mal humor. Todos entendieron que la situación no quedaría así.
Y así fue. El incidente ocurrió en diciembre de 2019. En enero de 2020 llegó el aviso de que el contrato de la maestra había cambiado a 3 meses.
El futuro de ESAM
Sara Fernández es alumna, monitora de la escuela de ballet infantil (pre-danza) y vocera del centro de alumnos de Ballet Contemporáneo.
Sobre la maestra Magali, comenta: “para mí y muchas de mis compañeras el aporte de la maestra para nuestra carrera y la decisión de querer ser bailarinas profesionales ha sido fundamental. Cuesta mucho tomar la decisión de dedicarse a esto, porque las carreras son súper costosas. Creo que todo lo que he aprendido se lo debo y agradezco a la maestra Magali Rivano”.
Sobre la posibilidad de que la Maestra sea despedida, Fernández es categórica:
“Por lo menos el área de ballet contemporáneo se va a pique porque el proyecto tiene que ver con la identidad; cuando te forma una maestra o un maestro es un trabajo de años, no es algo que tú logres en uno o dos año. El trabajo de la danza es súper meticuloso y disciplinario, entonces si sacan a una de las fundadoras de este proyecto”.
Sara va a cumplir 7 años formándose en Esam, y confiesa que si la maestra dejara la escuela ella se iría también. Y su opinión es compartida por otras alumnas.
Los apoderados reconocen que ha habido una inversión en la escuela, pero son claros en separar aguas y pedir un trato digno: “No es Cathy Barriga quien se mete la mano al bolsillo, es la ciudadanía que paga sus impuestos, y que hace que la municipalidad tenga los recursos necesarios para aportar en este proyecto, que es un proyecto inédito a nivel país”, agrega Belmar.
También piden que el centro de atención sean las alumnas y haya menos figuración política. Solo como dato, en el edificio donde funciona la Esam los baños están colapsados. No dan a vasto. Sin embargo, hay un camarín que está cerrado y que es de uso exclusivo para la alcaldesa.
Apoderados y alumnos coinciden que la única forma que esto cambie es que la escuela pase a ser un departamento de la municipalidad.
No buscan una independencia total, sino la autonomía necesaria para formar profesionales de las artes escénicas de calidad y con gratuidad.
Una situación difícil en las condiciones actuales, tomando en cuenta que el cargo de “encargado de cultura” en la municipalidad está vacante hace más de un año.
Abel Sepúlveda, administrador municipal, se opone a la idea del departamento. Según las estudiantes, hay temor que Esam tenga demasiada independencia. Pero han habido otros casos similares de unidades que han pasado a departamentos, el más emblemático de todos: Fuerza de Mujer.
El rechazo al departamento también vino de la mano con un anuncio que dejó a todos sentados: habrían planes para demoler el edificio actual y llevar la escuela a otro lugar.
El comentario lo hizo la alcaldesa en el último concejo y fue interpretado como una forma de minimizar la situación actual, anunciando un plan del que nadie tiene conocimiento.
Hicimos averiguaciones con funcionarios municipales, y nadie sabe de qué se trata este misterioso proyecto.
En última instancia, si bien un nuevo edificio es una buena noticia, en lo concreto no mejora en nada condiciones actuales de las estudiantes, quienes este verano han debido ensayar a 40 grados de temperatura.
“Nos parece indigno que las niñas más pequeñas estén ensayando de 11 de la mañana a 5 de la tarde sin aire acondicionado, a veces sin siquiera agua disponible”, expresa uno de los apoderados.
Advierten que muchas niñas quieren ser parte de este proyecto, y pronto se vienen las postulaciones 2020. Pero tal como están las cosas no caben más alumnos.
Los apoderados piden seriedad, y que Esam deje de ser usada como una herramienta de marketing del alcalde de turno. Por el contrario, piden que vuelva el espíritu del proyecto original: una verdadera escuela de arte con prestigio nacional.
Piden también que un cambio de actitud del actual administrador y ex asesor de Joaquín Lavín, Miguel Castro Ferrer. Alguien que es sindicado como un operador político del diputado Joaquín Lavín, y el mismo que pide de vuelta el papel higiénico a las estudiantes. El mismo que tećnicamente tiene a la maestra Magali a pocos meses de un posible despido.
El petitorio de las alumnas es largo e incluye necesidades de seguridad, de más actividades extra programáticas y mejoras urgentes en infraestructura.
Un petitorio que refleja el momento por que el que pasa Esam, con una directiva cuyo contrato vence en marzo y una comunidad que alza la voz por salvar un proyecto en el que han invertido muchos años de su vida.
Un proyecto en el que siguen creyendo y para el cual piden una oportunidad.