¿Cuál es el origen de yo escucho lo que quiero escuchar y cuál es su solución? Esta pregunta me surgió producto de ver los múltiples “debates” y “confrontaciones” que hay frecuentemente en las redes sociales. Cada persona defiende con mucho ímpetu sus posturas en las distintas disciplinas.
Estas supuestas “conversaciones” se desarrollan con muchos insultos y menosprecio al otro. Esto no se da solamente en las RRSS, sino también en la vida cotidiana, cuando uno tiene una “plática” con otra persona por un tema determinado, pero cuando uno de ellos no quiere escuchar lo que desea oír empiezan las discusiones.
Si lo vemos desde esta perspectiva, efectivamente la gran mayoría quiere creer lo que quiere creer. Viendo desde este punto de vista: ¿Cuál es el origen de este? Y ¿Cuál es la solución?
¿Cuál es el origen de yo escucho lo que quiero escuchar? En el siglo XIX fue un periodo bastante convulsionado, puesto que fue un proceso de cambio de tener una verdad absoluta y única a tener múltiples verdades. Esto se produjo producto del surgimiento de las ciencias y del mercado.
También el nacimiento de ideologías políticas como el socialismo y el anarquismo. Esto ha tenido como consecuencia que cada grupo de personas desarrollen sus propios métodos para buscar su propia verdad. Hasta que llego Nietzsche que mató a esa verdad absoluta y decir que solamente existen las verdades o interpretaciones.
Todo esto ha producido que cada comunidad crea su propia verdad y niega la verdad de las otras comunidades, porque no ven la realidad que no ven ellos y no hay un diálogo productivo, sino uno de sordos.
Viendo en esa punta de vista, las personas creen lo que quieren creer según su realidad o ideología política, porque ninguna de las personas no se pone en el lugar del otro.
Entonces: ¿Qué hacer? ¿Cuál es la solución para romper este diálogo de sordos? La solución es la empatía. Y ¿Cómo desarrollamos la empatía? La educación es la forma de solucionar estos males, al pasar dentro del contenido de clases los orígenes como los autores de los distintos estilos de vida, como también enseñar el valor de escuchar. Si nos escuchamos más, nos ahorraríamos muchos problemas sociales y mejoraríamos nuestra calidad de vida… Y ¿Usted vecino qué opina?
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