Cuando Macarena Montero estaba en la Teletón, hace unos cuatro años, su entrenador observó potencial en ella para el levantamiento de pesas. Al principio, Macarena se mostró reticente, pero al ver a sus compañeros levantando pesas, se interesó, y desde entonces la deportista no ha parado.
Entrena doble jornada de lunes a viernes. Los fines de semana trabaja, y hace un mes que está viviendo en el hotel del Centro de Alto Rendimiento (CAR), ubicado al interior del Estadio Nacional en Ñuñoa, pues está seleccionada para competir en el mundial de para powerlifting en Georgia, Estados Unidos, que se desarrollará a fines de noviembre.
Macarena nació con una disrafia espinal llamada mielomeningocele, la que según el sitio web del Minsal, es «producto de una falla del cierre del extremo caudal del tubo neural que puede presentarse a lo largo de la columna vertebral, siendo más frecuente en las regiones lumbar y sacra (1), el riesgo de recurrencia es de 1,7 -2 por 1.000 nacidos vivos».
Sin embargo, para la vecina de la Villa Los Héroes que salió del colegio Nuestra Señora del Carmen, la mielomeningocele no ha significado ningún impedimento para desarrollar el deporte que le apasiona y que la tiene por segunda vez dentro de una competencia internacional. Tal como Mariana Zúñiga, deportista paralímpica del tiro al arco que competirá en Tokio, cuya historia fue publicada por La Voz de Maipú, Macarena demuestra la fuerza y destreza del poder femenino maipucino.
¿Cómo comenzaste a hacer pesas?
Comencé hace cuatro años. Llegué a las pesas por la Teletón. Me preguntaron si me quería probar en pesas. Igual al principio pensaba que no, no me llamaba mucho la atención. Pero cuando entré, me fui a probar. Vi a los chicos que ya estaban y me gustó, me gustó mucho.
¿Cuánto tiempo estuviste en la Teletón?
Estuve de los tres meses como hasta los 21 años. Yo nací con mielomeningocele, que es un problema a la espalda. Yo no siento de la rodilla hacia abajo, nada. Pero todo normal. hago todo normal la verdad. Tengo mi silla de ruedas. Bueno, en la Teletón hacía la rehabilitación, como para mantenerme bien con las piernas. Antes usaba prótesis para poder caminar, pero la usé como hasta los siete años, y luego pura silla.
¿Cómo descubriste tu talento con las pesas?
Yo partí haciendo lanzamiento de bala. Y la verdad no me llamaba mucho la atención. Luego el entrenador de pesas que tengo ahora, me vio y me dijo que tenía potencial para hacer pesas. Me lo ofreció, probé y me fue bien. De ahí no me he despegado más de las pesas. Con la pandemia solamente estuve como diez meses sin venir a entrenar aquí al Centro de Alto Rendimiento (CAR). Entrené en mi casa.
Cuéntame acerca del mundial en el que vas a participar…
Es un mundial de para powerlifting.
¿Cómo llegaste al mundial?
Porque yo soy seleccionada de pesas. Entonces quedé seleccionada para ir al mundial. Hicieron un control ahora, hace como un mes, y me fue bien. Así que quedé clasificada junto a varios compañeros más, somos entre siete y diez si no me equivoco, hombres y mujeres.
Yo ya he competido antes. Fuera de Chile solo una vez. Y aquí ha habido competencias nacionales, pero fuera de Chile es la segunda vez que voy a competir. La primera fue en Perú, en Lima, hace como tres años más o menos. Ahí en Lima me fue bien. La verdad a mí no me ha ido mal. Al principio cuando no entendía mucho esto de las pesas obviamente no me iba tan bien, pero ahora sí.
¿Recibes remuneración por hacer pesas?
Todavía no. Pero cabe la posibilidad. Yo esto ya lo tomo como algo que quiero hacer como trabajo, me dedico 100% a esto de lunes a viernes. Los fines de semana trabajo.
¿En qué trabajas?
En mall, en tienda, como vendedora. Yo no estudié después del colegio. O sea, hice algunos cursos, pero no estudié. Y llegué a las pesas como al año que salí del colegio. Y ahí empecé al tiro a entrenar todos los días.
¿Qué sientes cuando levantas las pesas?
Me gusta mucho, demasiado, de verdad. Ahora estoy full enfocada en el mundial. De hecho, ahora en el control hice 90 kilos de levantamiento y con eso clasifiqué, con los 90 kilos. Pero ahora me propuse hacer 100 kilos en el mundial.
¿Cómo funciona la competencia? ¿Debes sobrepasar a tus adversarios en el peso que levantas o tienes que cumplir con los 100 kilos que te propusiste?
Claro. Yo por ejemplo si llego a levantar 100 kilos sería algo bueno para mí, me iría bien, quedaría mejor en el ranking.
Tú me comentaste que en alguna oportunidad fuiste a la municipalidad a pedir ayuda. ¿Cómo fue esa experiencia?
Esto fue como hace un año. Estaba la pandemia y tampoco tenía tantos recursos para, por ejemplo, comprarme la implementación. Entonces necesitaba entrenar po´, si uno igual pierde harto. Yo con dos, tres días sin entrenar igual pierdo harto. Entonces quería ver la posibilidad de que me ayudaran, pero me dijeron que necesitaba estudiar, tenía que estudiar para ganarme la beca de deportista. Fui directamente a la municipalidad y la verdad no me acuerdo con quién hablé.
¿Cuáles han sido las dificultades que has enfrentado para ser levantadora de pesas?
La verdad lo difícil ha sido encontrar ayuda. Que ayuden al deportista, no sé si me explico. Se necesitan mayores incentivos. Yo pienso que el paralímpico no se ve tanto. Pero ahora igual nos dieron una buena noticia. Nos van a mostrar en la tele, no sé si viste algo. Las competencias de Tokio ahora, van a mostrar a los chicos que fueron. Eso es un paso muy grande para visibilizar a los deportistas paralímpicos, porque igual se luchó harto para que nos mostraran, como a los convencionales, que siempre los muestran.
Y nosotros sentíamos que igual entrenábamos lo mismo que ellos y no nos mostraban po´. Los logros y esas cosas.
Aquí yo tengo compañeros que llevan más de 20 años entrenando. Yo no los conocía personalmente, hasta que llegué acá.
¿Crees que para las personas no convencionales se hace más difícil hacer este tipo de deportes en comparación con las personas convencionales?
Yo creo que no. O sea, no se hace difícil. Por ejemplo a mí, mi experiencia, igual me ha ayudado harto a crecer como persona, en todos los sentidos. Como que yo antes de llegar acá no hacía deporte. Bueno, en la Teletón que hacía físico las veces que iba, pero nada más que eso. Y ahora estoy 100% dedicada y me gusta bastante. Me cambió la vida para bien. En mi estado de ánimo, en todo. Me relaciono más. Bueno antes igual, pero ahora como que mucho más.
¿Qué sientes al ser mujer y representar a Chile en un deporte de fuerza?
A mí me han dicho así cómo «Oh, pesas, eso es para hombres». Me lo han dicho muchas veces. Conocidos y personas con las que uno conversa en la calle. Entonces me siento orgullosa de poder competir en este mundial, porque los deportes los puede hacer cualquiera, hombre o mujer, el que te guste, no porque es de pesas es para hombres.
¿Con quién vives tú?
Con mi mamá y mi hermano. Mi mamá me apoya 100%. Muy bacán, me apoya en todo. Bueno, mi familia entera, primos, tíos, todos.
¿Cómo se costea el viaje al mundial?
El Comité Paralímpico lo paga. Yo tendría que llevar dinero solo para mis gastos. Pero todo lo gestiona el Comité. Yo debo pagar mi alimentación y estadía, que igual es plata. Pero como ya de noviembre estoy trabajando, voy a cumplir un año, he ahorrado plata igual.
¿Cuánto tiempo estimas que tendría que pasar para que te pudieras dedicar al levantamiento de pesas de manera remunerada?
Yo creo que igual se puede hacer ahora cuando compita en Georgia. Esa es mi meta también. Yo creo que si levanto los 100 kilos, se puede. No sé si una carrera de para powerlifting puede darte para vivir, pero ahorrando, mientras esté en las pesas, yo creo que algo se puede ganar. Pero no sé si de por vida.
¿Y cómo te proyectas a futuro con el levantamiento de pesas?
Levantaré pesas hasta que me digan que ya no puedo más. O que yo no quiera realmente. Pero eso es difícil, ahora me siento muy bien y me gusta mucho. Bueno, la verdad desde que empecé.
Ahora habrá otra competencia, Santiago 2023, van a venir de todos los países para acá y también estoy con la meta de que quiero clasificar ahí. Entonces mi cabeza está en el mundial y en Santiago 2023. Igual falta harto, pero se pasa rápido y queriendo y con ganas, se puede po´.