Las escuelas deportivas, como muchas otras actividades durante la pandemia, han tenido que sobrellevar más de un año de encierro y la incertidumbre de una crisis sanitaria que nos ha golpeado a todos en distintos ámbitos, ya sean en lo económico, social y salud, tanto física como mental.
Hoy, con la Región Metropolitana en fase 4, poco a poco se ha ido retomando la presencialidad de las escuelas deportivas, las cuales no solo brindan una ayuda en la formación física de los jóvenes, sino que también en su salud y desarrollo social.
La llegada del estallido social y la pandemia trajo un fuerte golpe para Vivo Fútbol y las escuelas deportivas en general. “Cerramos como la segunda semana de marzo del año pasado (2020), hicimos rutinas de ejercicios para que los chicos pudieran hacer en casa, dándoles rutinas nos preocupamos del peso y de su estado anímico haciendo videollamadas”, dice Luis Contreras, director de Vivo Fútbol.
Un problema que todo este tiempo de pandemia ha generado en los niños, es la obesidad. Según el estudio realizado por Kaiser Permanente, LOS principales proveedores de atención médica y planes de salud sin fines de lucro de Estados Unidos, advierte que los niños menores de 17 años aumentaron considerablemente su índice corporal.
“En promedio, los niños de 5 a 11 años aumentaron 2,2 kg de más, mientras que los de 16 a 17 años aumentaron 0,9 kg. Además el sobrepeso y obesidad aumentó entre los niños de 5 a 11 años de un 36,2% al 45,7%, durante la pandemia en 2020-2021”.
En el caso de nuestro país, según el mapa nutricional de la Junaeb, se observó un aumento en los índice de malnutrición. Los índices en el año 2019 eran de un 52,1% aumentando a un 54,1% en 2020.
Las escuelas deportivas juegan un importante rol en la formación física de los niños, creando rutinas de ejercicios, fomentando el deporte y la buena alimentación, situación que se perdió y agudizó en los jóvenes producto de la pandemia.
“Pasó que los papás nos pedían que volviéramos por un tema de sobrepeso de los chicos y salud mental”, afirma Luis Contreras.
En un comienzo Vivo Fútbol contaba con 60 estudiantes, los cuales luego del estallido social y la pandemia se redujeron a alrededor de 25. Pese a estar detenidos de forma presencial por más de 1 año, desde la escuela deportiva señalan que “queremos lograr tener lo que teníamos en un principio y creo que vamos en camino a eso”.
Respecto a los efectos de la pandemia en niños y adultos, Fabián Guevara, ex futbolista profesional y profesor de Vivo Fútbol dice que “el tema psicológico también afectó, los niños siempre quieren estar jugando y no se podía salir. Incluso a uno le afectaba, esto (el deporte) te libera. Para nosotros como profesores también es importante volver a trabajar aquí con niños, porque a todos nos afectó la pandemia, de diferentes maneras, pero psicológicamente afecta”.
Vivo Fútbol volvió a los entrenamientos presenciales el pasado 4 de septiembre, dejando atrás más de un año de entrenamientos a distancia.
Si bien el deporte es una gran ayuda en la salud de las personas, también lo es en lo social. Desde la escuela deportiva notaron esto y generaron una iniciativa en la cual los padres se encuentran más involucrados con sus hijos en los entrenamientos, generando una rutina de ejercicio aún más cercana.
“Fue una iniciativa que partió cuando veíamos que en otras escuelas, si bien iban los papás a verlos, era solo eso. Nosotros lo que hacemos es dejar que los papás apoyen a sus hijos y estén al lado de ellos en la cancha”. Por otra parte, desde la escuela deportiva señalan que es posible que el papá “traiga su equipo y entrene con el hijo, haciendo el mismo ejercicio. Al niño se le exige un poco menos y al papá un poco más”.
Respecto a esta iniciativa de la escuela deportiva, Jorge García, padre que tiene a su hijo en Vivo Fútbol, señala que “los profes tratan de incentivar estar cercanos, ante cualquier problema mi hijo viene y se acerca para después seguir entrenando. Nos parece excelente así”.
Sobre la práctica de deporte en los niños, Jorge dice “es algo que le hacía falta, lo de interactuar con otros niños, como todos los niños que tienen alrededor de cinco años. Él está asistiendo a clases presenciales y le ha servido lo de compartir con otros niños”.
Si bien el deporte es algo que ayuda en lo físico y la salud, también puede servir para reforzar vínculos con la familia e incluso para luego tener una mejor inserción social, como por ejemplo la incorporación al proceso educacional.
De esta forma poco a poco se va retomando la actividad de las escuelas deportivas, una actividad que la pandemia tenía detenida y que es de gran ayuda para los niños y niñas, la cual según Fabián Guevara brinda “principios, valores, salud y un orden alimenticio. Hacer deporte es lo más sano que hay”.
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