Opinión: «La Consulta Ciudadana de Barriga es un meme, una tontera con patas»

Uno de los tantos videos promocionales de la figura de Cathy Barriga que el  Municipio de Maipú sube a facebook, nos muestra a un hombre de la tercera edad dice que la consulta ciudadana organizada por el Municipio «es algo maravilloso para la comuna, vamos a hacer historia».

Y casi le apunta. Pues -claramente- no haremos historia, pero sí somos noticia en todos lados. Y es que tal como lo denunció La Voz de Maipú, el proceso de votación vía web está mal diseñado: cualquiera puede votar (incluso con ruts de gente fallecida) y el sistema estaría recabando datos de los usuarios.

El tema no es menor, toda vez que a nuestro fanpage en facebook han llegado denuncias de gente que asegura, que su RUT ya fue ocupado. ¿Lo peor de todo? A las 5:00 hrs del día de ayer, publicamos que el sistema fue encargado a Brecha Digital Consultores, y que costó más de 5 millones de pesos.

Y es que así es el «Maipú que Renace» de Cathy Barriga, un municipio preocupado por hacer las cosas antes que el resto, aunque eso signifique terminar haciendo el ridículo.

De hecho este redactor intentó votar en horas de la madrugada, y se enteró que el sistema online de Maipú debe ser el único en todo el mundo que cierra de noche.

Bienvenidos al único sistema de votación online que cierra sus urnas de noche

Pero más allá de los chistes, o que terminemos convertidos en un meme, donde votó desde el Negro Piñera hasta Ruts de personas fallecidas, lo cierto es que este caso -entre otros- es sintomático de lo que es la gestión de Cathy Barriga. Y es que la exCORE confunde rapidez con eficiencia y por intentar dar un golpe noticioso, termina saliendo -casi siempre- trasquilada.

Hoy Maipú no votó, sino que botó más de 5 millones de pesos a la basura. Dinero que se suma a un despilfarro que no habíamos visto en años.

Esperamos que el municipio -al menos- pida el dinero de vuelta, toda vez que el sistema tiene errores serios. A saber:

  • La validación de datos se hace en base al algoritmo del módulo 11, que es la fórmula con la que se crean los RUTS (y que cualquiera podría usar para generar usuarios que podrían votar)
  • El sitio no incluye un sistema de defensa denominado «captcha». En simple: se puede votar desde un mismo computador múltiples veces, sin que te bloqueen. Esto promueve que se hagan fraudes.
  • El código fuente dejó información del desarrollo de la plataforma: alguien con conocimientos medios en técnicas de hackeo sabe donde está la base de datos.

En términos sencillos, un programador podría escribir un script con una lista de RUTS (por ejemplo de SERVEL) y realizar una votación masiva: es decir, se puede cargar la balanza fácilmente.

Pero lo más grave, explican en 8loop.cl es que al «exponer las direcciones de los directorios donde se está ejecutando el sistema web es medianamente grave, sin mencionar que también retorna el nombre de la base de datos y el puerto. Es decir: si un cracker logra ejecutar código remoto o acceder al servidor, puede sacar todos los datos de un solo golpe».

En resumen, la consulta ciudadana de Maipú significó un gasto superior a los 5 millones de pesos y es -en la práctica- un meme, una tontera con patas (como dirían en el campo). Además no preserva bien la identidad de los participantes. A eso súmele que el Municipio filtrará la votación, dejando fuera a los mejores de 18 años, sin embargo seguirá sin poder comprobar quienes viven o no en la comuna.

Es por ello que lo mejor que puede hacer Barriga, en vez de buscar responsabilizar a los usuarios por la inoperancia de su sistema de votos es -junto con pedir el dinero de vuelta- reconocer que el error es mayúsculo. De pronto no sería mala idea pedir disculpas, y repetir una votación que está claramente viciada y en la que los datos de los votantes, no están bien resguardados.

Tal vez seamos la última comuna en realizar el proceso. Pero de pronto lo podemos hacer bien, sin terminar convertidos en un meme.¿O será que pedimos demasiado?

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Nicolás Aravena

Fundé La Voz a los 21 años. Dicen que escribo bien, me apasiona la política, fotografía y entender el mundo que habitamos. Dejé de fumar hace poco, hago chistes malos y bailo pésimo

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