A fines de septiembre pasado, la fundación animalista Huellas Unidas denunció el hallazgo de un perro baleado con más de 20 impactos de balines en el cuerpo en Maipú, además de otro tipo de heridas que, según la percepción de los voluntarios que examinaron al can, parecía «como si lo hubiesen utilizado casi de tiro al blanco«.
Tras superar el estado de shock y una serie de intervenciones de urgencia que hubo que hacerle, el perro bautizado como Atila se mantuvo en rehabilitación por varias semanas, y pronto comenzó la búsqueda de quienes pudieran adoptarlo.
Según publicó la fundación en su redes, esta semana se confirmó que Atila encontró un hogar. «Estuvo mucho tiempo en un hogar temporal, donde fue rehabilitado y muy amado, como nunca antes. Hoy conoció a la persona que cambiará su vida para siempre. ¡Atila fue adoptado! Tendrá una familia después de 10 años abandonado en la calle», indicaron.