Durante el debate Anatel, Gabriel Boric respondió un emplazamiento que le hizo José Antonio Kast por una acusación en RRSS contra el candidato de Apruebo Dignidad.
«Yo jamás he acosado a nadie. Yo hablé con la misma persona involucrada y ella no está disponible para que utilices un caso de estas características«, sostuvo Boric.
Asimismo, añadió que «hay muchas cosas que se dicen de ti y tu familia. Yo no voy a ocupar esos rumores de redes sociales para tratar de tocar tu candidatura, por ejemplo, sobre los hechos de Paine».
Durante el debate no se volvió a tocar el tema de «los hechos de Paine», pero en RRSS despertó la alarma entre varios usuarios.
¿A qué se refería Boric con «los hechos de Paine»?
Según los antecedentes que existen, la familia Kast estaría relacionada con la desaparición de al menos 70 personas (campesinos, comerciantes, profesores y estudiantes) en la comuna de Paine durante la dictadura militar de Pinochet.
La represión fue ejercida principalmente por civiles que fueron apoyados tanto por militares como carabineros, dando ejecución y tortura a personas que se oponían al golpe.
Durante el periodo de dictadura en Chile, Miguel Kast, hermano del candidato José Antonio Kast, fue consultor de la CNI (Dina), Ministro y presidente del Banco Central de Pinochet.
Durante la Reforma Agraria, paralelo a la dictadura, la familia Kast habría facilitado los camiones e inclusive sindicado a algunos organismos campesinos y sindicatos de obreros agrícolas que fueron luego asesinados.
En 2017, el candidato José Antonio Kast negó en televisión abierta los vínculos de su familia con las violaciones a los derechos humanos en Paine. Sin embargo, la familia de Pedro Vargas Barrientos, detenido desaparecido en dictadura, rechazó los dichos del republicano.
Según Kast, tanto el padre como el hermano de Vargas habrían continuado trabajando para Bavaria, la empresa de cecinas de la familia Kast, lo que demostraría la buena relación entre ambas familias. Sin embargo, a través de una carta pública, Silvia Vargas, hermana del detenido desaparecido, desmintió esta versión y ratificó el rol de los Kast como cómplices civiles de la dictadura.
