El último cambio de gabinete del Presidente Sebastián Piñera tiene múltiples interpretaciones. Lo cierto es que el mandatario decidió echar mano al Congreso y sacó a cuatro representantes elegidos por la ciudadanía para posicionarlos como ministros en un Gobierno que, según la última encuesta Cadem, tiene un 29% de aprobación, muy distante del 12% que posee el Presidente Piñera.
El exsenador Víctor Pérez asumió como ministro del Interior, el exdiputado Jaime Bellolio pasó a ser el ministro vocero de Gobierno, el exdiputado Andrés Allamand se transformó en ministro de Relaciones Exteriores y finalmente el exdiputado y ex presidente de Renovación Nacional Mario Desbordes del distrito 8, que incluye a Maipú, es el nuevo ministro de Defensa.
A lo largo de los años que llevaba en la Cámara Baja, Desbordes fue conocido por muchos como un diputado que representaba a la «derecha social». Algunas de sus posturas que marcaron su paso como congresista fueron en el estallido social en las que pidió calle a su bancada o ahora último, en el debate por el retiro de fondos de las AFP donde fue acusado por su compañero de RN Andrés Allamand, de «abrir una puerta que después no supo cerrar«.
En contacto con LVDM, diputadas y diputados del distrito 8 que representan a Maipú, Cerrillos, Estación Central, Lampa, Colina, Renca, TilTil y Quilicura, entregan su visión política de la estrategia que habría detrás del nuevo puesto que asumió Mario Desbordes en La Moneda y su reemplazante en el Congreso, Camilo Morán.
Un plan para evitar dardos contra el Gobierno
La diputada Claudia Mix, del partido Comunes, perteneciente al Frente Amplio, considera que esta salida del Congreso de Desbordes fue una jugada política para disminuir las críticas al Gobierno por parte del exdiputado.
«Creo que el paso de Desbordes fue positivo, por lo que es una pérdida lamentable para la Cámara de Diputadas y Diputados. Era uno de los pocos parlamentarios del oficialismo con la capacidad de entender las necesidades de la gente. Es evidente que su nombramiento como ministro es un castigo, es un llamado forzado al orden. Buscan así que respalde cada una de las políticas del Gobierno sin ninguna crítica y, además, lo sacan de la contingencia política«.
En esa misma dirección, la diputada del Partido Comunista, Carmen Hertz, cree que «Desbordes cumplió un papel en el último tiempo en haber podido alinear votación en función de proyectos que tenían que ver con las necesidades de la gente. El hecho de que haya sido nombrado como Ministro significa una movida de sacarlo de esa llamada derecha social. Queda bastante neutralizado al integrar el gabinete del Presidente«.
Una salida inentendible y un abandono de una futura reelección
Como algo poco comprensible evalúa la salida de Desbordes el diputado de Revolución Democrática, Pablo Vidal: «Fue un diputado que marcó posición e incomodó a su sector, fue un diputado mucho más nacional que distrital. Por una parte está la voluntad de la Moneda de querer llevarse a un parlamentario, pero la decisión final la toma el parlamentario. ¿Por qué ellos aceptan esa invitación en un momento tan difícil en un Gobierno con una crisis política tan profunda?«.
Agrega que «no encuentro mucho sentido a que parlamentarios hayan dejado el Congreso que hoy es mucho más cercano a los intereses de la ciudadanía, para irse a un barco que se está hundiendo. Me llama la atención especialmente en el caso de Mario Desbordes, porque los otros parlamentarios que aceptaron han estado en la vereda opuesta de los intereses ciudadanos».
En contraste a los demás parlamentarios, desde la propia coalición del exdiputado Desbordes, Patricio Melero, diputado de la UDI, lo ve como un buen gesto para con el Gobierno: «Creo que Mario Desbordes tuvo generosidad y sentido del deber al aceptar pasar a ser parte del Gabinete. Lo hace además en un momento de buen posicionamiento personal ante la ciudadanía, que valoraba su estilo y forma de pensar. Seguramente tenía asegurada su reelección como diputado, pero optó por integrar el Gobierno en un momento particularmente complejo, eso habla bien de él».
El diputado UDI concuerda con Vidal en el foco que le dio el exdiputado a su participación: «Mario Desbordes fue un parlamentario que dedicó mucho tiempo a su partido y al Congreso descuidando quizás un mayor despliegue en las comunas del distrito«, dice Melero.
Joaquín Lavín, diputado de la UDI, es crítico respecto a este movimiento de piezas y considera que el ascenso de Desbordes al Ministerio de Defensa y del resto de los parlamentarios que pasaron a ser ministros «deja en evidencia que en el sector falta mucha gente con capacidades y experiencia para desempeñarse en altos cargos públicos«.
El diputado independiente, Pepe Auth, concuerda con Lavín en que estos traspasos de cargos ocurrieron por carencia de políticos indicados para los puestos.
«En este caso, revela la falta de personal idóneo en la derecha y el propósito del cambio de gabinete, que no fue principalmente motivado por necesidad del Gobierno, sino más bien de los partidos que lo sustentan. Por eso metió a los dos sectores en disputa dentro de la UDI: Bellolio, líder de la disidencia, y Pérez, aliado estrecho de la Pdta. del Partido. Y por eso sacó a Allamand y a Desbordes de la disputa interna, (una especie de «atrás sin golpes») dándole a RN la oportunidad de encontrar la paz interna. Al mismo tiempo, la búsqueda de recuperar el alineamiento parlamentario dramáticamente perdido en las últimas votaciones parlamentarias», dice Auth.
Por otra parte, el congresista independiente cree que Desbordes dejó un poco de lado su rol en el territorio: «Se reveló como un buen parlamentario (Desbordes), aunque su tiempo y energías estuvieron concentrados en dirigir RN e instalarse como el liderazgo de Chile Vamos que empujó a su sector más allá de las fronteras tradicionales de la derecha«.
Asimismo, la incosistencia en la decisión de Desbordes es algo que llama la atención de Auth «no entiendo a Desbordes de abandonar el liderazgo de RN y el camino que ello le abría para irse a un Ministerio que no incide en la conducción política del gobierno. Tenía abierta la posibilidad de ser senador y competir por la candidatura presidencial del sector«.
Sobre los parlamentarios designados
La mayoría de los diputados del distrito 8 concuerdan en que la designación de los cargos que salen del Congreso (senadores o diputados), es algo que debe ser modificado.
El diputado de la Democracia Cristiana, Gabriel Silber, considera que el caso va en detrimento del sistema democrático chileno: «Pese a las diferencias (con Mario Desbordes), tuvimos una articulación política en temas de interés del distrito como el Melitren o nuestra oposición a Sonacol y allí fue un aliado en el trabajo territorial».
Agrega que «La Moneda opta por una estrategia de desmantelar el Congreso y cargos electos popularmente a costa de salvar diferencias políticas internas de su propia coalición, eso a mi juicio mella nuestro sistema democrático y a la larga tiene un costo en las próximas elecciones parlamentarias, donde ningún elector va a saber a ciencia cierta si su diputado o senador va a terminar su periodo o va a terminar promovido en otro cargo desde el Ejecutivo.
En ese mismo sentido, la diputada Mix afirma: «Es algo que está en la ley, pero a mi juicio, sin ninguna duda, esto que tiene que ser cambiado. Por eso, las vacancias son parte de una de las reformas electorales que debemos dar en el proceso constituyente. No es posible que personas que no tienen ninguna relación ni conocimiento de el distrito o la circunscripción, pasen a ser representantes de una ciudadanía que no los eligió. En el caso específico de Desbordes, está claro que él dejó en el cargo de diputado a su escudero (Camilo Morán), a su jefe de gabinete que colabora con él hace muchos años».
«Esta designación de quien reemplaza los cargos que quedaron vacantes, son hechos a dedo, son diputados y senadores designados y eso es parte de lo que está expresando un problema no menor la actual Constitución, y es necesario obviamente cambiar el pacto social», afirma la parlamentaria Hertz.
El diputado del Frente Amplio, Pablo Vidal, está de acuerdo con las críticas que han surgido por parte de la ciudadanía al respecto de las designaciones y apunta a que debe haber un cambio en el sistema presidencialista:
«El presidente de la república siempre tiene el sartén por el mango y eso tiene que cambiar y ahí uno podría pensar en el día de mañana en un parlamento elegido en base a listas nacionales de partidos políticos. A lo mejor tu ya no vas a votar por un candidato o candidata, y eso Maipú lo sabe muy bien, ya vas a dejar de tener el interés de llevar a quien es más conocido o más famoso en las listas o en los cargos, sino que vas a llevar las ideas de los partidos. Entonces ahí quizás a la gente le haría más sentido que si alguien mañana asume un cargo de ministro o parlamentario puede ser reemplazado por el partido, total yo voté por un partido», dice el representante de RD.
Joaquín Lavín, apunta que «no deberían haber diputados designados ya que este es un cargo de representación popular en donde las personas depositan su confianza y realizan un acto democrático para que los representes. Lo mismo pienso de parlamentarios con votaciones muy bajas, para mi no tienen legitimidad, así como los designados, la gente no los eligió, fue nuestro sistema electoral».
Auth explica: «hemos empujado sin éxito hasta ahora la iniciativa de una elección complementaria como existió antaño cuando había que reemplazar un parlamentario. Para que sea el pueblo quien define su reemplazante. Y como solución intermedia, hemos propuesto que ingrese el compañero o compañera del Partido que participó de la elección y le sigue en votación. O en su defecto, que la nominación del reemplazante sea elegido en Primarias.
Mi opinión es que los partidos transgreden el espíritu de la ley cuando son las mesas o las comisiones políticas las que eligen el reemplazante. Porque la ley exige q las candidaturas a diputado sean propuestas por los consejos regionales de los partidos y decididas por el Consejo Nacional, que es su máxima instancia democrática. Aquí se ha burlado a las bases de esos partidos al escamotearle toda posibilidad de participación en la decisión».
El diputado Patricio Melero dice al respecto: «El mecanismo de reemplazo está en la Constitución, es el que hay y fue aprobado en su momento por todos los sectores políticos de izquierda y derecha. La primera en usarlo fue la Presidenta Bachelet cuando sacó a Carolina Tohá».
Una decisión por parte del actual ministro de Defensa, Mario Desbordes, que sin duda siembra la duda sobre sus motivaciones que forjaron su cambio de casa desde Valparaíso a La Moneda en Santiago de Chile. Camilo Morán tomó las cartas del ex presidente de RN y representante de la «derecha social», por lo que resta del período parlamentario.