Krisle Colmenares y Manuel Meza son una pareja de venezolano que hace un tiempo viven en Chile, en la comuna de Maipú. Actualmente están pasando por un dolor enorme. El 4 de enero su hijo Kristopher, de dos años, murió en el Hospital San Borja luego de que se sometiera a una cirugía menor. Los padres acusan negligencia médica y piden justicia para Kris.
«Mi hijo se cortó el dedo el 13 de diciembre, lo llevamos al hospital más cercano que era el Hospital El Carmen de Maipú«, comenzó relatando Krisle, madre del menor, en el programa Chilezuela de La Red TV.
«Ahí lo revisan pero no nos dicen con seguridad si se cortó un tendón, entonces nos mandan a un traumatólogo. Él lo vio y dijo que era necesario operarlo, entonces nos derivaron al Hospital San Borja Arriarán» continuó la madre, detallando que en ese centro de salud «no lo querían atender porque no tenía RUT».
Después de algunos días de trámites, la pareja logró obtener un RUT para su hijo a través de Fonasa. «Fuimos el 22 de diciembre, le hicieron PCR y nos dijeron que lo lleváramos al día siguiente, 23 de diciembre, porque lo iban a hospitalizar para pasarlo a pabellón», cuenta Krisle.
Ese día, Krisle y Manuel llegaron temprano con Kristopher al hospital, les habían advertido que si se atrasaban, le niño perdería el puesto. «Lo atendieron, lo hicieron pasar, lo pesaron, todas esas cosas. No le hicieron examen pre operatorio, pero uno lo llevo ciegamente a ellos porque ellos son expertos en esas cosas«, explica la madre, quien entre lágrimas mantiene la calma para continuar con su relato en TV abierta.
Fue Manuel, padre del niño, quien lo acompañó hasta la puerta del pabellón, donde lo durmieron con anestesia para continuar con el procedimiento. «El niño quedó como haciendo fuerza, el papá preguntó si era normal y el anestesiólogo le dijo que sí, que estuviera tranquilo«, asegura la mamá.
Según recuerda la pareja venezolana, la operación duró como media hora, después de eso «el traumatólogo salió y nos dijo que estaba todo bien, que fue un éxito y que estaban esperando que el niño se despertara para pasarlo a recuperación», detalla Krisle. Pasaban las horas y su hijo no salía.
Al rato salió el anestesiólogo y les dice: «No sé qué pasó con tu hijo, no despierta. Mueve las manos y los pies pero no despierta«. Según Krisle, el profesional le mintió. «Yo ese mismo día vi a mi hijo y no movía las manos ni los pies, él estaba intubado».
Ese mismo día trasladaron a Kristopher a la UCI y al día siguiente, el 24 de diciembre le comunican a Krisle y a Manuel que su hijo tiene un edema cerebral. «No sabemos la causa, no sabemos por qué pasó eso», le decían los profesionales a los padres del niño.
A Kris le siguieron haciendo exámenes y, según recuerda su madre, los expertos le aseguraron que el edema estaba disminuyendo, pero que era una recuperación lenta y, por lo mismo, pedían paciencia y comprensión por parte de los padres.
«Yo no denuncié ni nada porque solo me importaba la salud de mi hijo, no quería estar en fiscalía o en la policía, yo solo quería a mi hijo», explica Krisle, quien en medio de su pena y angustia busca que de alguna manera se dé con los responsables y exista justicia.
«El 4 de enero nos llaman y nos dicen que nuestro hijo tenía muerte cerebral desde el 23 de diciembre. Yo les insistí en que me explicaran qué le había pasado a mi hijo, cómo había pasado tanto tiempo y recién me comunicaban eso, pero nadie me dio respuesta», afirma la madre del pequeño Kris.
Hasta el día de hoy, Krisle y Manuel no tienen respuesta del hospital. La única pronunciación que ha habido por parte del centro médico fue un comunicado respondiéndole a Red Tv sobre la situación, pero los hechos siguen sin esclarecerse:
Oriana Vega es vocera de la Asociación de Abogados Venezolanos en Chile y está acompañando a la pareja en este proceso, ya decidieron que no se quedarán tranquilos hasta obtener responsables y que se haga justicia.
«Como asociación decidimos poner a nuestros abogados a disposición de la familia para que se logre esclarecer. Atendemos a su llamado de que se haga justicia en el entendido de saber por qué el ingreso de un niño a una operación que se supone que era sencilla tiene un desenlace de muerte», afirma Vega en el programa.
«Nosotros estamos comprometidos con Krisle y con Manuel para ir donde todas las autoridades que sean necesarias para que esto se esclarezca y si es que existe responsabilidad de alguien, que se determine quién es esa persona, que se determine qué fue lo que pasó y que atiendan al llamado que se está haciendo porque evidentemente esto es algo que no puede pasar como cualquier cosa, porque no es algo menor, es una pérdida irreparable para la familia», detalla la abogada.
Oriana Vega añade que «vamos a hacer uso de todas las instancias judiciales y ante toda autoridad necesaria para que ellos por lo menos tengan la posibilidad de saber qué fue lo que pasó».
Como asociación es primera vez que representan un caso así, sin embargo, cuando hicieron público que estaban apoyando a esta familia, Oriana asegura que «nos llegaron a nuestras RRSS distintos mensajes de personas manifestando que les había ocurrido algo similar, pero eso es información que hay que verificar».
Durante el programa, Manuel se veía muy afectado y no quiso hablar demasiado. «No tengo palabras, es un dolor demasiado inesperado, nosotros lo llevamos para que se recuperara, no para que pasara nada de esto. Yo entré con el niño, la última vez que lo vi fue cuando cerró sus ojos (y se durmió por la anestesia). Eso nunca lo voy a olvidar«, fue lo único que dijo el padre de Kris, que mientras hablaba intentaba secar las lágrimas con sus manos.
Finalmente, se les dio un espacio para un último mensaje en el programa, instancia que aprovechó Krisle.
«Yo llevé a mi hijo por una herida, era una operación ambulatoria. Mi hijo salió muerto de ese hospital por una herida. Era super rápida la operación, super sencilla, no entiendo por qué lo durmieron entero si era solamente la mano.
Solo pido que se haga justicia, que la justicia chilena haga algo, las autoridades, todos, que por favor nos ayuden a esclarecer este caso porque no puede pasar desapercibido, solo pido justicia para mi hijo, nadie me lo va a devolver, pero me quedaré un poco más tranquila porque creo que soy la voz de muchas madres que no se atreven a hacer esto y es un dolor muy grande. Yo cada vez me lleno de más fuerza por mi hijo y por muchos niños, esos médicos no deberían seguir en su labor, no creo que estén capacitados», concluyó la mujer.