La carrera municipal en Maipú está desatada, qué duda cabe.
Perfiles falso denunciando a otros perfiles falsos en redes sociales, las barras bravas de los candidatos defendiendo sus abanderados, concejos municipales cada vez más confrontacionales, fotos sociales que funan a personas. En fin, todo lo que puede pasar en una comuna tan competitiva como Maipú.
Y eso que todavía falta un año.
Desde nuestro diario auguramos una larga carrera, donde las principales definiciones se darán en octubre. De ahí los partidos deben decidir qué método usarán: la dedocracia o la democracia. Algunos partido ya han declarado que definirán a sus candidatos por primarias, otros prefieren mantener silencio.
Sea de un modo u otro, con candidatos de la comuna o importados a la medida, lo cierto es que podemos asegurar al menos una cosa y es que tendremos competencia. Como hace muchos años no se veía en la comuna.
Un poco de historia
La municipalidad de Maipú ha tenido dos grandes controladores políticos desde la vuelta a la democracia: la Democracia Cristiana con tres alcaldes (Silva, Undurraga, Vittori) y la derecha con otros dos (Sepúlveda y Barriga).
Entre la DC y la derecha se han repartido la administración municipal hace casi veinte años. Con más o menos aciertos, más o menos corrupción, más o menos operadores políticos, el votante maipucino no parece estar inclinado a grandes cambios o apuestas, salvo el alto apoyo que generó Beatriz Sánchez y que en Maipú superó a Guillier en primera vuelta.
Otro factor que desincentiva nuevos actores tiene que ver con el alto precio económico que significa una campaña política en una comuna tan grande como Maipú.
Para ser alcalde en Maipú se necesita dinero, y los partidos políticos con mejor espalda económica son quienes tienen la preferencia al momento de “invertir” en recorrer y publicitar a sus candidatos.
Y a falta de dinero, el conocimiento público del candidato también ayuda. De ahí que muchos partidos busquen a figuras televisivas para candidatearse.
Casos hay a los dos lados: desde un Erto Pantoja (PPD) hasta nuestra alcaldesa, Cathy Barriga. Siempre un candidato conocido asegura votos.
Esta es también la razón de por qué candidatos a nivel nacional como Joaquín Lavín o Francisco Vidal busquen pantalla en la televisión. Mientras más gente te conozca, más fácil es que voten por ti.
Maipú con sus 21 barrios y más 300.000 potenciales votantes representa un desafío monumental, pero no por eso menos atractivo. Conseguir la segunda comuna más poblada de Chile es un trofeo que todos quieren, y hay algunos que ya están trabajando para conseguirlo.
Las cartas que se juega la derecha
Los principales partidos políticos de la derecha en Maipú son Renovación Nacional y, en mucho menor medida, la Unión Demócrata Independiente. Los partidos más jóvenes como Evópoli está recién aterrizando en la comuna, y han tenido dificultad para armarse en la base.
De la UDI poco se puede decir, pues más allá de contar con asesores de concejales, del diputado Lavín y la alcaldesa, no tienen mayor presencia de base en Maipú.
Un caso totalmente opuesto es el de Renovación Nacional, que sí tiene base en Maipú y políticamente bastante activa.
No es misterio que RN está dividido en dos sectores: un grupo que apoya al concejal Alejandro Almendares y otro que recuerda con añoranza los tiempos de Roberto Sepúlveda.
Esta tensión a la interna de RN, el principal partido de derecha en Maipú, se ha debido en parte al mal manejo político de la alcaldesa Cathy Barriga, quien en un arranque de molestia desalojó a la Unión Comunal Nº2, presidida por Isabel Fuentes (RN) de la histórica sede de calle Maipú.
Esto pone al actual concejal Alejandro Almendares en una difícil posición entre su base de apoyo y su lealtad a la alcaldesa.
Digamos las cosas como son. La primera opción de ser candidata la tiene Cathy Barriga, de esto no hay ninguna duda. La única posibilidad de que Almendares tenga chance es que la izquierda vaya con un candidato único. De ser así, las matemáticas no le dan a la alcaldesa, quien a pesar de su alto conocimiento público, solo sacó un 36,1% de votos en la última elección. Es decir, sumados los votos de la izquierda unida, la superan ampliamente con más de un 60% en la última elección.
En un escenario así, es muy difícil que la alcaldesa se arriesgue a perder la elección, y su opción más aconsejable es ir como gobernadora. Otra opción es esperar para ir como senadora, donde la carrera sería más holgada, y su principal competidor sería el actual senador Andrés Allamand o algún otro diputado del distrito que quiera subir a la cámara alta como Patricio Melero o Mario Desbordes.
La estrategia de Almendares es inteligente. Su mejor opción es mantenerse cercano a la alcaldesa a la espera que se abra el cupo. Alejandro Almendares es un candidato interesante, que proyecta un respeto transversal debido a sus conocimientos técnicos y una buena llegada en los barrios. El dilema es que no puede criticar públicamente a su principal competidora, pues depende de ella para poder competir.
Por otro lado, el ex alcalde Roberto Sepúlveda es siempre una carta, y no hay pocos en RN que apuestan por el retorno de quien creó el Liceo Nacional de Maipú y construyó el estadio Fernando González (obras son amores dicen por ahí).
La principal amenazada en esta pasada es la concejala por Renovación Nacional, Karen Garrido, quien apostó por una lealtad incondicional hacia la alcaldesa. Esto le ha dado un espacio privilegiado en actividades públicas, pero por otro lado le ha valido las críticas de las bases de su partido. Su cupo es el más cotizado por más de una candidata de Renovación Nacional a la espera el momento oportuno para plantear públicamente sus críticas.
Mismo caso vale para el concejal Horacio Saavedra, quien poco o nada se le ha visto en el territorio y también deja abierto el flanco para que alguien más desde Renovación Nacional le dispute el cargo.
Las Vallas a la izquierda
Más largo será el camino que deba recorrer el candidato de la centroizquierda. Aquí hay al menos tres bloques que compiten: Unidad para el cambio, que reúne a los comunistas con el PRO y la Federación Regionalista Verde. La principal carta de este bloque sería Abraham Donoso aunque han sonado más nombres, como el de Karen Doggenweiler.
Queda por ver cuál será el lugar del actual concejal del PC Ariel Ramos, quien aún no da dado señales si competirá por la alcaldía o irá por un nuevo periodo como concejal.
El otro bloque es el del Partido Socialista y el PPD, el cual, si la historia se repite, debería llegar a algún tipo de acuerdo. Sin embargo, la muerte sin funeral de la Nueva Mayoría pone a estos partidos en una difícil situación.
Mientras en el PPD Maipú hay figuras como su presidente César Gutiérrez que apuestan abiertamente por la social democracia, en el PS hay todavía dispersión debido a los coletazos del caso basura, que tienen a su ex presidente marginado del partido y en juicio.
Esto sin contar con la tensión de los sectores del PS que ven más simpatía en el Frente Amplio que en sus propias filas.
Figuras interesante del PPD son Nolberto Salinas, profesor de derecho urbanístico, con una amplia trayectoria y nexos, y la figura de Juan Pablo Silva, quienes han mostrado la faceta más proactiva vinculándose con dirigentes y problemáticas como la delincuencia y la vivienda.
Un sector más renovado del PS se ha abierto paso con trabajo territorial en la figura de un Rubén Azócar de las Juventudes Socialistas aunque sin la fuerza necesaria aún para disputar un nombre en las elecciones.
Desde el mundo legal, el Movimiento de abogados Todas y Todos también ha hecho ruido a través de la figura de Rafael Ferrada, cercano a la actual concejala Marcela Silva, quienes son parte en el requerimiento de contraloría por las famosas empanadas del 18 y también apuestan por la defensa del agua a través de la Asociación Usuarios Defensores del agua de SMAPA.
Punto aparte es la Democracia Cristiana. El partido más importante de Maipú por años, que hoy pasa por una crisis interna que parece sumar más descolgados que nuevos adherentes.
Desde el Frente Amplio todo parece indicar que resolverán a su candidato a alcalde mediante primarias. Algo que al menos la diputada Claudia Mix se ha encargado de repetir hasta el cansancio. Menos convencido o más prudente quizás es Pablo Vidal (RD), cuya principal carta es su jefe de gabinete Tomás Vodanovic.
Sin embargo, especulaciones aparte, la única candidata oficial del Frente Amplio es Viviana Delgado, quien en su calidad de ambientalista independiente recibió el respaldo del Partido Ecologista Verde en una acto público el lunes pasado. Al acto llegó gran parte de los dirigentes del Frente Amplio y también un importante apoyo de actores sociales.
Al lanzamiento incluso llegó el diputado Félix González (PEV), quien se hizo el tiempo para brindar el apoyo a Delgado, y de paso recordar su paso por la comuna cuando fue enviado desde Concepción por su partido para asesorar al concejal Gonzalo Ponce en Maipú. A propósito de actores foráneos.
Otra figura interesante es la del ex director del Hospital de Maipú y actual académico de la Universidad de Chile, Ramiro Zepeda, quien suena como candidato para competir a la alcaldía, sin que nuestro diario haya podido confirmar o negar esta situación.
Visto así, el escenario de candidaturas parece dinámico y diverso. Tendremos como hace muchos años unas candidaturas que parecen representar una diversidad de posiciones.
La papeleta de candidatos a concejales probablemente tendrá un nuevo récord de tamaño, pues muchos tienen ganas y de todos los sectores políticos.
Pero las ganas por sí solas no faltan. También necesitarán apoyo político y presencia barrial. Apoyo político que para la mayoría de los candidatos a concejales se resuelve en octubre.
La presencia barrial hablará por sí sola. Seguramente usted ya habrá visto a algunos visitando su villa. Nuestra recomendación es que en vez de criticarlos, aproveche la oportunidad y los conozca a fondo, sean de izquierda o derecha, ellos necesitan su voto y usted sus gestiones cuando sean concejales.
Todo para para que la próxima vez vote informado y nadie pueda decir una próxima vez: “no sabía”.
Nota del redactor: A más de 9 meses de esta columna, han pasado dos calamidades sociales que, si bien han modificado parte del escenario, no cambian en lo esencial el análisis aquí propuesto.
Es cierto que el Estallido Social movió la aguja hacia la izquierda, permitiendo que los sectores se reacomodaran y adaptaran sus discursos (o «salieran del closet») respecto a sus convicciones de cambiar el modelo.
Sin embargo, la Pandemia ha actuado en la dirección opuesta, entregando casi completo protagonismo a la alcaldesa de Maipú (pro UDI), permitiendo que suba su confianza y también su adhesión pública por el natural control de la agenda en tiempos de emergencia, la entrega de ayuda social y su agresiva agenda comunicacional (bailes, Tik Tok, Instagram).
En lo medular, la centroizquierda debería zanjar su candidatura a través de una serie de primarias y, si todo sigue en el estado actual, Cathy Barriga debería enfrentarse al dilema si ir la reelección en Maipú o buscar un cargo parlamentario. Una decisión difícil, porque a pesar de su fuerte peso mediático, Maipú es una comuna conservadora en sus fibras más profundas, y técnicamente, Barriga salió por un error no forzado de la centroizquierda; nos referimos a la conocida pugna entre Christian Vittori y Freddy Campusano, que llevó a la dispersión de votos y la elección de la actual alcaldesa.
Una cosa segura es que nadie tiene nada asegurado, y la situación política-social es tan cambiante que es difícil proyectar cosas más allá del siguiente mes.
Aún así, la siguiente elección será probablemente una de las más interesante de los últimos 20 años.
Y estaremos atentos para cubrirla.