Miles de cartuchos, equipamiento, rifles, fusiles y pistolas semiautomáticas forman parte del arsenal de guerra que un carabinero retirado mantenía oculto en el entretecho de su casa, ubicada en Maipú.
Así lo dio a conocer la Unidad de Investigación de BioBioChile, que constató cómo la Fiscalía Metropolitana Occidente y la PDI lograron dar con el paradero y detener al sujeto que poseía y escondía el arsenal.
Se trata de Sergio Aguilera Peña, un carabinero retirado de 57 años que nació en Valdivia pero su actual domicilio queda en Ciudad Satélite, Maipú. Aguilera fue formalizado el viernes 6 de mayo por tráfico de armas, en una causa que podría vincularlo al crimen organizado.
La caída del ex uniformado
La policía ya tenía razones para sospechar del sujeto, ya que detrás existe una ardua investigación que incluye escuchas telefónicas y seguimientos, lo que dejó expuesto al carabinero retirado y su vinculación con el arsenal que mantenía en secreto.
El jueves 5 de mayo, a eso de las 7:00 horas, agentes de PDI ya estaban vigilando los movimientos del ex uniformado. Aguilera salió de su casa con rumbo a metro Universidad Católica, donde se juntó con un hombre a tomar un café.
En la instancia, PDI se dio cuenta de un intercambio antes de que pagaran la cuenta: Aguilera abrió su mochila y le entregó un paquete negro a quien lo acompañaba. Inmediatamente, la policía se dejó caer para detener a los dos involucrados en el intercambio.
El otro hombre es Mauricio Sepúlveda Toledo, y el contenido del paquete era un cañón de arma de fuego.
Aguilera y Sepúlveda fueron aprehendidos y llevados hasta el cuartel de la Brigada Investigadora del Crimen Organizado de calle Compañía.
El hallazgo del peligroso arsenal
Luego de haber detenido a Sergio Aguilera, las diligencias continuaron.
El carabinero retirado era sospechoso de ser proveedor de armas, y al momento de su detención tenía dos armas en su poder sin el papeleo para su uso y transporte. Por lo mismo, el fiscal Daniel Contreras -a cargo del caso- decidió iniciar un allanamiento al domicilio de Aguilera.
Cuando detectives de PDI entraron a su casa, no tardaron en enfocar su búsqueda en el entretecho del hogar.
Según pudo constatar BíoBíoChile, en esa especie de ático, se encontraron 47 armas, siete de ellas autorizadas y 40 sin papeles: escopetas, rifles, pistolas semiautomáticas, pistoletes, revólveres, armas de uso deportivo y fusiles de guerra.
Además se encontraron miles de cartuchos de distinto calibre y equipamiento como culatas y mecanismos de disparos.
Según explicó para BíoBíoChile el fiscal de Pudahuel, Daniel Contreras, varias de las armas decomisadas mantenían su número de serie borrados, lo que facilita la venta de éstas a “bandas organizadas y así tener un arma indetectable”.
“Creemos que haber quitado de circulación estas armas es un importante avance para poder retirar cada vez más las armas de la población”, destacó Contreras.
Sergio Aguilera fue formalizado por tráfico de armas y actualmente se encuentra en prisión preventiva.
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