Amaro Zepeda Loncomil tiene 16 años, y hace cinco días se enteró de que tiene leucemia. Hoy necesita donadores de sangre O+ para ayudarlo con su tratamiento en la Clínica Dávila, ubicada en Recoleta.
Vladymir, padre de Amaro, conversó con el equipo de La Voz y comentó que «estamos esperando el resultado de un examen que debería estar listo hoy y es para ponerle apellido a la leucemia, saber de qué tipo es la que padece».
Según relata el padre del joven, «el día jueves amaneció con unas ampollas de sangre en su boca, lengua y encías, entonces la mamá (Natalie) lo llevó a urgencias. Ahí le hicieron algunos estudios y empezaron al tiro con las transfusiones de sangre porque él ya estaba grave», añadiendo que «fue atendido justo a tiempo».
La urgencia correspondía a la Clínica Elqui de La Serena, porque ahí reside Amaro y su familia. Sin embargo, después de las primeras atenciones, el joven fue trasladado a la Clínica Dávila para poder recibir el tratamiento necesario.
En Santiago, Camila, tía de Amaro que vive en Maipú, acogió a toda la familia de su sobrino, por lo que está acompañado de su padre, su madre y sus dos hermanos menores.
«Fue todo repentino«, asegura Vladymir, «había tenido sangrado de nariz», pero nunca sospecharon que se trataba de leucemia, por lo que ha sido «un golpe emocional cototo, porque más encima se contagió de Covid».
Vladymir y Natalie salieron negativos, pero eso no ha bajado la preocupación que sienten por el estado de salud de su hijo.
«Estos días han sido caóticos… Recibir la noticia de que tu hijo tiene leucemia y luego que le encuentren covid, es una agravante más, así que ha sido terrible«, comenta el padre.
Vladymir describe a su hijo como «un niño que tiene una energía, una positividad y una madurez que es un ejemplo, es sorprendente. Él estuvo dándole ánimo y calmando a su mamá, a su abuela, a mí…».
«Es super bueno para la talla, es muy simpático», asegura, por lo que, a pesar del complicado momento que atraviesa Amaro, «su optimismo y su ánimo todavía siguen en pie y él está ahí dando la batalla y pensando que en unos meses más va a poder salir».
El mensaje final que quiso dar Vladymir fue que «la gente que tenga la posibilidad de ir a donar sangre, que acuda a la Clínica Dávila. Nadie está exento de que le pueda ocurrir a la misma persona o a un familiar. Las enfermedades a veces son silenciosas y uno no sabe en qué momento le puede tocar».
El llamado de la familia es a «la solidaridad de las personas, que se pongan la mano en el corazón, muchos son papás, son hijos, así que en nombre de Amaro y de la familia y de todas las personas que necesitan sangre, se les hace el llamado a las personas de buen corazón que acudan y que entreguen su aporte».
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