En lo que va del año, en la Región Metropolitana han habido 13 secuestros confirmados y registrados por la Policía de Investigaciones, cifra que resulta impactante si se compara con el total de secuestros registrados durante todo el 2016, donde se registraron 14 delitos de este tipo en los 12 meses.
Según la información oficial de la misma institución, desde enero hasta junio de este 2022, las denuncias por secuestros suman 42. Dos de ellos fueron calificados como “falsos secuestros” y 27 fueron descartados.
En conversación con La Tercera, el jefe de la Bipe Metropolitana, subprefecto Hassel Barrientos, explicó que efectivamente han notado un aumento en las denuncias por el delito de secuestro, ya que, a igual fecha del año pasado, solo se contabilizaban 28 casos en la RM.
Además, el subprefecto hizo hincapié en el incremento de la violencia que existe al momento de cometer este ilícito.
“Hemos notado un aumento en la violencia que se ejerce sobre la víctima, por las lesiones que presentan al momento de ser liberados. Después de las negociaciones que logramos hacer, o luego de que los liberen, constatamos que tienen más lesiones que años anteriores. El hecho de estar retenido ya genera una violencia sicológica, pero aparte se han observado cortes, golpes, lesiones por armas de fuego, quemaduras de cigarro y lesiones graves”, afirmó Barrientos.
El subprefecto aseguró también que se ha registrado mayor participación de extranjeros en este tipo de hechos. “Comenzamos a ver detenidos extranjeros que cometen delitos contra personas que están en su misma situación, individuos que entraron de manera irregular, entonces presumen que podrían no denunciar y los extorsionan”, comentó el detective.
Sin embargo, el funcionario recalca que la mayoría de los detenidos siguen siendo chilenos. Según constató La Tercera, hasta ahora la PDI ha logrado la detención de 18 personas, de las que 13 son chilenas y cinco extranjeros.
Según el análisis realizado por el personal especializado de la Bipe, gran parte de los secuestros que se registran están ligados a bandas de narcotraficantes que se secuestran entre ellos por rivalidades. “Son secuestros que se dan entre bandas rivales, van contra alguno de los integrantes o contra alguien asociado al clan, un familiar de los líderes, y piden recompensas, ya sea droga o dinero, o también se presionan por algún territorio determinado, intentando demostrar el poderío que tendrían”, detalló el subprefecto.
La causa del secuestro denominada “narcoextorsiva” es una de las que lideran los rankings de la institución en este tipo de delitos. Este año se contabilizan cinco, mientras que en 2021 fueron ocho, en 2020, diez, y en 2019, doce.
Hasta ahora, según los registros de la PDI, no hay datos de secuestros extorsivos que afecten a personas por su condición económica o social.
Por lo mismo, el jefe de la Bipe, que desde 2016 es parte de la Comunidad Internacional Policial Contra el Secuestro y la Extorsión (Cipse), hizo hincapié en que, a pesar de que se pueden notar leves aumentos en la ocurrencia de delitos, hay una mirada positiva de la situación del país en relación con el resto de la región. “En el caso de los secuestros, todavía hay una mirada positiva frente a otros países que tienen índices mayores”, recalcó.
Además de lo útil que resulta para evaluar experiencias comparadas, la participación de Barrientos en esa instancia internacional le ha permitido analizar fenómenos delictuales “importados”. Por ejemplo, sostuvo que a nivel nacional se ha visto un aumento de las estafas telefónicas en que se simulan secuestros. Esto, por la cantidad de datos personales que los usuarios comparten en internet.
En ese contexto, el subprefecto alerta que, siempre ante este tipo de situaciones, lo primero que se debe hacer es comunicarse con la institución.
Secuestros en Maipú
A La Voz de Maipú ya han llegado distintas denuncias que se relacionan con el delito de secuestro dentro de la comuna.
En diciembre del 2021, una mujer de 21 años relató a La Voz que sufrió un intento de secuestro a 50 metros del condominio donde vive. Un tipo que bajó de un auto la agarró y estuvieron forcejeando un rato. Cuando ella pensó en su hija se desesperó y logró escapar de las manos del delincuente, quien alcanzó a golpearla con un arma blanca.
Para su suerte, había una bodega con personas adentro que le dieron contención, pero el miedo y la sensación de vulnerabilidad quedaron en ella.
En marzo de este año, vecinas de la Villa Santa María se manifestaron por la falta de seguridad en el sector. Lo que impulsó la reunión en esa oportunidad fue el intento de secuestro simultáneo a dos mujeres que transitaban por el sector.
Sin embargo, esa fue la gota que rebalsó el vaso, ya que en su momento, las mujeres acusaron que llevaban una seguidilla de distintos delitos por el barrio.
El pasado abril también se vivió una situación ligada al secuestro dentro de Maipú. Se trató de una detención por parte de Carabineros a una pareja que presuntamente habría participado en el secuestro de un adolescente.
Si bien el delito ocurrió en la comuna de Providencia, uno de los domicilios allanados que permitió dar con los imputados quedaba en Maipú.
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