La venta de ropa de segunda mano proveniente de Estados Unidos y Europa no es nada nuevo en nuestro país, si hasta la recordada familia de «Los 80» lo mostró en la serie. En 2017, un estudio realizado por Yapo.cl con Nestquest, y publicado por la Revista Emprende, posicionó a la ropa como el artículo preferido de los chilenos para iniciarse en el mercado de venta de cosas de segunda mano.
Sin embargo, este mercado entró en la controversia este año luego de que se diera a conocer la existencia de un «cementerio de ropa» en el norte de Chile, que luego cobró cierto sentido tras un artículo publicado por El Comercio Perú: «Chile es el primer importador de ropa usada en América Latina».
«Desde hace cerca de 40 años existe un comercio sólido de “ropa americana” en tiendas a lo largo del país, que se abastecen de fardos comprados por zona franca en el norte, provenientes de Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia”, señala la publicación.
La ropa americana o de segunda mano, que se suele ver como una opción más amigable con el planeta, llega a Chile de una forma excesiva y no siempre en la calidad deseada a la hora de vestir, por lo que termina en la basura y, por su materialidad, demora años en degradarse.
Gerson Ramos, experto en medioambiente, explica para un reportaje de la BBC que “en la antigüedad la ropa era más que nada de algodón, el material predominante ahora es el poliéster ¿qué es el poliéster? Es justamente un polímero sintético que tiene un tiempo de degradación de muchos años en comparación al algodón”.
Bel Ruiz, diseñadora y creadora de contenido en moda, cree de todas formas que comprar ropa que ya fue usada siempre será mejor opción que algo nuevo.
«Siento que comprar algo que ya fue usado o beneficiar a la persona que vende en la feria en lugar de beneficiar directamente a la tienda grande es mejor. Que se vea que es un hábito de consumo que está cambiando, que la gente prefiera comprar algo de segunda mano, es un gran impacto», señala.
Un artículo del Banco Mundial titulado: ¿Cuánto les cuestan nuestros armarios al medioambiente?, indica que «hacer un jean requiere 7.500 litros de agua, lo que saciaría la sed de una persona durante siete años» y los costos no son solo ambientales, en el documental «The True Cost» muestran quién está detrás de la ropa que consumimos, ahí se evidencian los sueldos bajos y las malas condiciones laborales de una industria mayoritariamente femenina.
Ropa usada: de todas formas la mejor opción
Todo indica que la mejor opción para vestirse y contaminar lo menos posible es comprar prendas con materiales de buena calidad, ropa que sabemos que vamos usar y no caer en micro tendencias con las que no nos sentimos cómodos o que sabemos que van a pasar de moda en un par de meses. En definitiva, un clóset inteligente.
Bel Ruiz entrega algunos consejos para distinguir si estamos comprando ropa de calidad o no:
- Fijarse en las prendas en los cuellos en los puños en las axilas en las terminaciones para poder ver si están demasiado usadas las prendas, si se ven muy usados eso significa que su tiempo de vida ya está acortado.
- Fijarse en que la tela no sea tan sintética para que no cause peeling y así tenga un tiempo de vida más largo o que si es sintética que sea una buena prenda que tenga un textil técnico en el que vaya a durar mucho tiempo que es como lo que pasa más o menos con las prendas deportivas.
- Comenzar a ver las marcas de la ropa, esto no significa comprar algo solo porque es de marca, sino conocer qué marcas has comprado anteriormente y que ya sabes que te quedan bien.
Bel hace un llamado a: «informarse y ser críticos. La norma hoy es la ultra moda rápida, es difícil hacerle entender a la gente qué es ropa de calidad. Al final todo está en la información para hacer una compra inteligente».
Adquirir ropa americana o europea sigue siendo una buena opción para comprar ropa de buena fabricación a buen precio. Por eso aquí presentamos a familias y emprendedores maipucinos que día a día apuestan por este mercado de manera sostenible y ofrecen ropa americana o europea a la que puedes acceder a pie o desde tu celular.
Locales de ropa
Una de las primeras alternativas son los locales establecidos y, aunque Maipú no existe una calle entera como Santiago Centro, por ejemplo, que tiene la famosa calle Bandera, si hay algunas opciones que se pueden visitar.
Comercializadora BYM es manejada por Guillermo Salas, abrió sus puertas en diciembre del 2021, “toda mi familia se dedicaba a esto, solo faltaba yo”, afirma. Los precios empiezan en los tres mil pesos y se encuentran marcas reconocidas como Levi’s, American Eagle.
Como abrió hace poco su tienda también vende por redes sociales, pero afirma que “tratamos marcar la diferencia de ejemplo en cosas de precios y que todas las ventas de online van todas con su boleta también la diferencia en eso de que todo sea todo correcto”.
Su tienda está ubicada en Primera Transversal 1971, local 3, segundo piso.
Otra opción es Ventas Ochenta, una tienda que ya lleva tres años y empezó con sus dueños queriendo generar ingresos extra, pero se transformó en el principal “los fines de semana comenzamos a vender ropa juntos en la feria para tener un ingreso extra, y nos dimos cuenta que existían prendas muy buenas, de excelente calidad y a un precio que creíamos podíamos obtener ganancias, sin tampoco cobrarlo tan caro, como yo trabajaba una clínica que estaba en el metro Salvador, las entregas las hacía yo mismo y coordinaba en esa estación , y de vuelta me iba haciendo entregas en dirección a plaza de Maipú”, estuvieron así un año hasta lo despidieron y empezaron a dedicarse 100% a esto.
Hoy tienen una tienda física ubicada en Domingo Faustino Sarmiento 0553, sus precios van de los $8.000 a los $12.000 y a veces hacen ofertas como 3×2 en ropa. Además, siguen vendiendo a través de sus redes sociales.
Ferias libres
Maipú cuenta con muy buenas alternativas de ferias libres donde se puede encontrar ropa americana, por ejemplo, la Feria Tres Poniente que funciona los días miércoles y sábado, empieza en Campanario y se extiende hasta Rinconada, caminando un poco podrás encontrar puestos con ropa de diferentes tipos y precios, solo hay que saber buscar y saber previamente lo que quieres o te hace falta.
Aquí, Virginia Cartagena, más conocida como Gina, vende ropa desde hace casi 30 años, está todos los sábados y miércoles en la intersección de Tres Poniente con San José. “Un amigo me dio la idea, encontré la forma más liviana y asequible con la gente también. A mí me pasaron muchas cosas feas, yo perdí un hijo mientras trabajaba acá y pude soportar más mi dolor conversando con la gente. Aquí tú tienes harto acercamiento con la gente, la feria para mí es un lugar de encuentro. He tenido altos y bajos».
«Trato de hacer mi puesto diferente, tengo de todos los precios. Le sirve a la comunidad porque hay gente que no tiene para comprarse ropa nueva y lo nuevo es demasiado caro, aparte la calidad de la ropa americana. Tú la lavas la lavas y te dura arriba de tres años en cambio, tú te compras algo nuevo y al tercer lavado, ya se llena de pelotitas y se rompe por los lados”, concluye Virginia.
Como esa también hay una en Ferrocarril entre Domingo Faustino Sarmiento y Cerro Barón, está funciona los jueves y domingos. Otra de las más grandes queda a pasos de Maipú y es la Feria Villa México ubicada en 5 de abril, al igual que las demás, caminando un poco se pueden encontrar ropa de segunda mano de excelente calidad y precio.
Redes sociales
Sin duda las redes sociales han pasado a formar parte importante de lo que consumimos, Instagram ha sido una gran herramienta para emprendedores que buscan mostrar la ropa que venden.
Un gran ejemplo de lo anterior es la tienda Cerezos y Bustos. En un principio le sacaban fotos a las prendas y las publicaban, pero “ un día vimos a una persona que estaba haciendo un showroom, mostrando las prendas así en vivo y yo fui donde la flaca y le dije que teníamos que hacer eso. Nos hizo el trabajo más sencillo y nos dio la opción de que conocieran a las personas que hay detrás de las páginas haciendo todo”, comenta Manuel Cerezo que, junto a su esposa, maneja esta cuenta que cuenta con casi 10.000 seguidores y en donde puedes ver la ropa prenda por prenda a través de transmisiones en vivo.
“vivimos de eso, pero a nosotros nos gusta hacerlo más divertido, que la gente se haga más parte de cómo crear una comunidad en la que se siente se pueda desestresar y eso para nosotros también es importante”.
Cerezo y Bustos se conocieron en un call center de seguros, a los pocos meses de empezar su relación se fueron a vivir juntos, tenían dos refrigeradores y vendieron uno a 75 mil pesos. Con eso compraron su primer fardo de ropa en Estación Central, en esa ocasión fue “la flaca”, como le dice Manuel de cariño, quien compró el fardo, cuenta que le pidió a la persona chalecos de invierno, pero al abrirlo eran solo chalecos calados y delgados, algo muy difícil de vender fuera de temporada.
Javiera Amengual, experta en moda sostenible y fundadora de Franca Magazine, dice que al momento de comprar es muy importante «conocer nuestro clóset y conocer nuestro estilo, hacerse la pregunta: ¿Esto lo voy a usar realmente?». No dejarse llevar solamente con el precio.
Además agrega que, «los pocos datos que hay apuntan a que ocupamos menos de la mitad de nuestro clóset, que acumulamos un montón y que toda esa ropa en algún momento se convierte en un cacho que hay que gestionar porque de otra manera termina en la basura», por lo que considera que es necesario cambiar nuestra forma de vincularnos con la ropa.
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