Las Sanitarias vuelven a estar en el ojo del huracán, la ciudadanía de Osorno clama por una pronta solución y sectores políticos de todo el País avivan el debate acerca de si se justifica el término de la concesión a la empresa privada.
Lo que parece un debate ideológico, se transforma en una amenaza latente en la Región Metropolitana, pues acá existe una Sanitaria de propiedad municipal en Maipú, que junto con carecer de una eficiente ejecución en planes de desarrollo, se encuentra amenazada por un proyecto que podría poner aún más en riesgo la calidad del agua potable que se brinda a más de 800 mil habitantes de las comunas de Maipú, Cerrillos y Estación Central.
En efecto, esta empresa de propiedad municipal también podría verse enfrentada a problemas con un impacto devastador igual o superior al que se vive hoy en Osorno.
Uno de los graves problemas que enfrenta SMAPA es la calidad del agua potable, que comparada con la calidad de agua que brindan otras sanitarias, el agua que a diario consumen los habitantes de Maipú es de mala calidad. Las razones podrían ser variadas, una de ellas es que las napas subterráneas están demasiado expuestas a agentes contaminantes, situación que se ve aún más amenazada por proyectos tales como el Oleoducto que impulsa SONACOL y que pone en alto riesgo de contaminación de las napas
subterráneas que alimentan a SMAPA.
«…acá existe una Sanitaria de propiedad municipal en Maipú, que junto con carecer de una eficiente ejecución en planes de desarrollo, se encuentra amenazada por un proyecto que podría poner aún más en riesgo la calidad del agua potable que se brinda…»
Este riesgo ha sido denunciado por organizaciones ciudadanas de la comuna, específicamente por el Movimiento No a SONACOL, organización que aportó antecedentes para que en medio del proceso de evaluación de impacto ambiental de dicho Oleoducto, el Municipio se pronunciase acerca de la falta de medidas de control y reparación que ofrece SONACOL en caso de derrame de combustibles, pues el titular del proyecto de Oleoducto, traspasa esa responsabilidad a la Sanitaria, la que hoy posee escasos planes de inversión en mantención y mejoramiento de los servicios.
Pongo en discusión este tema, pues lo que hoy sucede en Osorno, fatalmente podría producirse en Maipú, con consecuencias aún más graves e irreversibles, pues en Osorno se contaminaron las piscinas que contienen el agua potable, y en Maipú podrían contaminarse las napas subterráneas.
Interesante sería que las ciudadanía en Maipú ponga mayor atención a este latente riesgo de contaminación que implica el trazado de SONACOL.
Nolberto Salinas R.
Abogado, Profesor de Derecho Urbanístico