A fines de octubre, un ladrón entró a la propiedad de una familia en Maipú y robó una bicicleta de competición avaluada en 1 millón y medio de pesos, y a pesar de saber quién la tiene e incluso dónde la guardan, esta familia no ha recibido respuestas de parte de las autoridades policiales.
Según señala Gonzalo, el denunciante, fue exactamente el 25 de octubre que la familia sufrió el «robo en lugar habitado», e identificaron de inmediato a la persona que se la llevaba y hacia dónde iba: un sector donde viven personas en situación de calle. Entonces, decidieron acudir con más vecinos y Carabineros a encontrar la bicicleta, pero las personas que estaban ahí negaron todo.
La familia afectada está muy conectada con el mundo del ciclismo en Chile, y la bicicleta robada le pertenece al hijo del vecino que reportó el caso, Gaspar (15), quien compite en Bicicross desde que tenía 6 años.
El vecino ha sido campeón metropolitano de Bicicross y ha obtenido varios podios a nivel nacional. Además él y su familia han viajado por distintos lugares de Latinoamérica representando a Chile y la comuna. Han ido a competir en panamericanos, mundiales, campeonatos en el extranjero en Brasil, Argentina, Colombia, etc.
Fue gracias al aviso de un amigo que reconoció la bicicleta, que se enteraron de que, a una semana del hurto, estaban intentando venderla en el sector de San Diego, en la comuna de Santiago, donde preguntaban cuánto les daban por ella. La patente del vehículo en el que andaban fue registrada y los delincuentes no lograron hacer el negocio.
Parece ser que ese era su día de «suerte», pues la madre de Gaspar se encontró con la camioneta identificada y tras seguirla descubrió que la bicicleta era guardada en Ciudad Satélite, Maipú. A pesar de que Gonzalo llamó al plan cuadrante de Carabineros del sector, su respuesta fue que no podían hacer nada mientras no tuvieran la orden del fiscal.
Un día después, Gonzalo se acercó a la Fiscalía Región Metropolitana Occidente para entregar los antecedentes recolectados, fotografías del vehículo, de la bicicleta, todo y Fiscalía quedó de comunicarse con él luego de ver con qué entidad se encargarían del caso.
La bicicleta en cuestión es la única que hay en Chile de ese tipo, lo que habla no solo de que es imposible confundirla, sino que también de lo difícil que es conseguirla y su importancia para el desarrollo del deporte que practica Gaspar.
El 9 de noviembre otros amigos de la familia del sector de Ciudad Satélite les informaron que volvieron a ver el vehículo en una casa, ellos acudieron al sector y efectivamente estaba ahí, la persona del lugar, que resultaba ser un taller de bicicletas les comentó que el tipo había ofrecido el artículo robado.
«Nosotros tenemos claridad de que estas personas que hoy día pueden tener la bicicleta, si es que no la lograron vender en alguna parte. Ya no son los mismos que robaron nuestra bicicleta, sino que fueron estas personas en situación de calle y que la cambiaron por algo, no sabemos qué», declara Gonzalo. «Tenemos antecedentes de que el esposo de la dueña de la camioneta está preso por temas de drogas y pistolas, ella también tiene antecedentes penales», agregó.
A pesar de los esfuerzos de esta familia de Maipú por recuperar su bicicleta por la vía legal, en un proceso que implicó incluso identificar a la gente que tenía la bicicleta, hasta ahora no habían recibido respuesta concreta de las autoridades.
Desde La Voz de Maipú nos contactamos con Fiscalía y aseguraron que el caso estaba instruido a la Policía de Investigaciones -sin que la familia se hubiese enterado- y tras un contacto con ellos se espera que durante la jornada de este lunes puedan entregar nuevamente los antecedentes e inicie la investigación.
Mientras tanto, el adolescente no ha podido entrenar y solo está compitiendo con una bicicleta prestada, ya que no tienen los medios para comprar otra bicicleta y la idea de recuperar lo robado por sus propios medios es una idea que les aterra.
«Nos da un miedo tremendo ir a encarar a estas personas que tienen la bicicleta principalmente por los antecedentes penales que tienen, es una impotencia y una rabia inmensa no poder hacer nada», admite Gonzalo.