En las últimas horas, ha trascendido una preocupante acusación por violencia intrafamiliar contra el diputado de nuestro distrito, Gabriel Silber.
A través de un correo anónimo, enviado a todo el Congreso Nacional, se denuncia lo que sería un «secreto a voces»: que el diputado por la Democracia Cristiana violenta a su esposa, Cristina Orellana, actual vicepresidenta del partido falangista.
Esta situación estaría provocando el fin de las aspiraciones de Silber de presidir la Cámara de Diputados, cuya negociación está en proceso. De esta forma, toda la bancada femenina -y feminista- de la oposición no otorgaría los votos para afirmar el nombramiento del diputado en cuestión.
A continuación dejamos el texto del correo electrónico mencionado:
Estimadas Camaradas:
A propósito de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, lamentablemente, a ninguna de nosotras nos sorprende que en la Democracia Cristiana hemos sido tristemente célebres por casos de violencia de género en que se han realizado las tradicionales defensas corporativas y no tan solo a políticos,. sino que también a militantes. Seguramente el más conocido fue el del ex diputado Ricardo Rincón. Hombre golpeador y machista, que no tuvo ningún resquemor ni respeto de exponer a las cámaras al interior del Congreso a su actual esposa, frente al cuestionamiento de Chile, de las mujeres y de quienes nos oponemos a la violencia de género por dentro y por fuera de la falange.
En esta defensa corporativa, machista y diametralmente opuesta a los derechos de la mujer, estuvieron apoyando vergonzosamente mujeres y hombres de nuestras filas. Qué diría Eduardo Frei Montalva quien, visionario, eliminó de la malla curricular la economía doméstica en nuestras mujeres, impulso fundamental en la educación igualitaria hasta la actualidad. Pero Rincón tuvo defensa corporativa de otros maltratadores y machistas al interior de la DC.
Los tiempos han cambiado y el legítimo derecho a tener posiciones distintas, al interior de la Democracia Cristiana se ha entendido como una defensa institucional para defender machistas y maltratadores, ignorando incluso nuestros valores cristianos de solidaridad y misericordia con las personas que sufren. Así vimos a Ximena Rincón y Gabriel Silber, este último, defensor irrestricto de la violencia machista. No tuvo inconvenientes para salir en todos los medios posibles defendiendo a un maltratador. Es decir, su lógica machista responde a su conciencia machista.
Hoy Gabriel Silber quiere dirigir la Cámara de Diputados y resulta imposible no recordar una y otra vez su defensa corporativa en favor de Ricardo Rincón, que se tradujo en minimizar la violencia fundado en un dictamen jurídico, incumplido por lo demás, práctica tradicional en un maltratador.
Es un secreto a voces, pero muy controlado por la cúpula de nuestro partido, que Cristina Orellana, nuestra Vicepresidenta y esposa de Gabriel Silber, fue y seguramente seguirá siendo víctima de violencia intrafamiliar. Tal vez silenciada por su misma calidad de víctima no ha denunciado públicamente, pero sabemos que pronto lo hará. En nuestro partido, el poder lo concentran hombres, únicamente hombres sin consciencia de género, porque de otro modo estos actos serían repudiados y sancionados internamente, y nuevamente son las defensas corporativas las que responden a las necesidades del cargo de turno y no de una realidad país.
Cristinas Orellanas existen muchas en nuestro partido. También sabemos por experiencia que lejos de la DC no podemos hacer mucho, la erradicación de la violencia machista se debe dar por dentro, visibilizar y predicar con el ejemplo, y para ello el trabajo mancomunado de todas es vital para cambiar el poder machista. cuestionaron y persiguieron a Mariana Aywin, sin embargo enfrentó al machismo y los machistas maltratadores, pero no pudo con la maquinaria de la familia Rincón y Silber. Sabemos que es una cuestión de tiempo y que todas las víctimas silenciadas por el poder podrán hablar sin miedo en el futuro y que Gabriel Silber va a caer. No es casualidad que Francisco Saavedra y muchos otras personas públicas, estén defendiendo a Cristina y muchas otras mujeres afectadas por políticos maltratadores, es porque somos más quienes estamos con conciencia y en la causa contra la violencia. Van a caer los malos, los que hacen daño a la política y nuestro partido.
Todas y todos contra la violencia machista en la Democracia Cristiana. No guardes silencio!
Noticia en desarrollo.