Nathaly Brito ha trabajado junto a su esposo por más de 10 años en el rubro de la mueblería, según cuenta, con distintas empresas. Con esa experiencia y algunas desilusiones como trabajadores dependientes, fue que decidieron emprender con Muebles EyN, ofreciendo un servicio a la medida.
«Ahora tenemos nuestro pequeño taller dentro del patio de nuestra casa. Las primeras herramientas las compramos gracias al finiquito de mi marido y luego ya hemos ido invirtiendo en más maquinaria gracias a ahorros personales y retiros de las AFP», cuenta Nathaly.
El negocio comenzó en plena pandemia, por lo que sin duda se enfrentaron a algunas dificultades, como el tema del stock de materiales. «No había melamina por ningún lado, teníamos que recorrer prácticamente todo Santiago. El tema de los fletes y traslados también se nos ha complicado, ya que no tenemos auto ni camioneta entonces dependemos de un tercero», detallan al respecto. «Luego cuándo vamos a instalar un proyecto, tenemos que llamar a un Uber o un taxi para traernos las herramientas», agregan.
A pesar de ello, una de las cosas que más valoran estos maipucinos es el hecho de depender de ellos mismos y no tener que rendir cuentas, además de compartir más tiempo como matrimonio. «Previo a emprender con suerte nos veíamos 4 horas al día y los fines de semana», dicen.
Respecto del producto que ofrecen, señalan que no solo fabrican los muebles según el requerimiento de sus clientes, sino también entregan una asesoría que optimiza los espacios, garantizando un excelente servicio «con las mejores terminaciones».
«Esperamos poder crecer, encontrar un taller donde poder fabricar nuestros muebles, para tener más espacio.
También queremos sumar personas a nuestra empresa, formar un equipo de trabajo que nos permita fabricar más de 1 proyecto al mes», cierran los dueños de Muebles EyN.