Jazmín Aguilar es psicóloga, madre de Santiago y Consejera Regional por el partido Comunes (Frente Amplio). Es reconocida por su carisma y su trabajo en el mundo de la discapacidad, donde tuvo un destacado rol en la campaña de Beatriz Sánchez como traductora de español a lengua de señas.
Su labor como Consejera Regional es su primera experiencia política en un cargo de elección, y le ha tocado duro. Hablamos con ella sobre su trabajo, su rol de madre y política, la polémica del FNDR y el momento que vive como parte de la bancada del Frente Amplio.
Jazmín, llevas ya un tiempo como CORE, tu primera experiencia política como representante electa ¿Qué es lo bueno, lo malo y lo feo de eso?
Me ha encantado el trabajo político donde se puede administrar la equidad. La política es el ejercicio de administrar el poder, de genera los acuerdos y llevar la justicia al pueblo. Así lo veo yo.
Y en esta gestión que he tenido, respecto del territorio y las decisiones que hemos tenido que tomar como Frente Amplio ha sido aprendizajes. Decisiones donde priman a veces los acuerdos políticos y no el beneficio hacia la gente, el pueblo.
En ese sentido, lo bueno podría decir con el contacto con las personas, mirarse a los ojos y ver que uno puede ser un apoyo y visibilizar la problemática. Lo malo tiene que ver con las confianzas de los compañeros del partido, de coalición con respecto a ciertas decisiones al interior del gobierno regional.
En ese sentido, al hacer política hay gente que no le va a gustar lo que dices o haces, exponiéndote a la crítica pero no siempre te lo dicen a la cara.
Has sido crítica de la reciente otorgación del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), ¿Qué pasó ahí?
Debo decir que anteayer, 4 de septiembre de 2019, tuvimos la aprobación, rechazo y abstención de proyectos que priorizó la Intendenta. Hay que decir que la intendenta Karla Rubilar priorizo más bien ciertas comunas, como Estación Central.
Sin embargo, no hubo mayor apoyo para Maipú ni Cerillos. Solo como ejemplo, puedo comentar que había cerca de 16 proyectos de rodeo. Por si fuera poco, el día anterior nos mandan la tabla para votar y debido a esto el Frente Amplio se abstuvo del proceso porque consideramos la entrega del FNDR no fue transparente.
¿Cómo ha sido tu vinculación en Maipú, como parte de tu territorio Santiago Poniente?
Lo siento como parte de mi trabajo, porque lo represento. Lo que he generado, a pesar de no contar con equipo, es generar vínculo con las organizaciones sociales. Para Maipú es importante que la representante popular tenga un vínculo. Por eso he abierto una oficina de psicología para poder apoyar casos, en especial desde la salud mental.
Sabemos que eres consejera pero también madre, ¿has tenido facilidades en tu partido en la gobernación para compatibilizar ambos cargos?
Ser mamá es criar y al criar se requiere espacio, tiempo, dedicación. Lo mismo pasa con la política, exige aprender e incluso caerse, aprender de los errores. No he tenido facilidades 100%, solo algunas ayudas con los horarios para poder participar de reuniones.
A raíz de eso he apoyado para que hayan más espacios inclusivos, como mediar para que el Gobierno Regional haya puesto mudadores cuando Santiago tenia algunos meses. Sin duda fata mucho.
Como psicóloga y consejera, ¿qué impresión te da el fenómeno Cathy Barriga? Hay gente que la critica harto, pero también gente que la defiende.
Es una mujer que en su historia de vida generó afectos con ciertas generaciones a raíz de su trabajo. Ha sido una mujer bastante carismática con ciertos sectores. Eso explica que haya gente que la defienda por su personalidad. Pero hay otros que se vinculan con ella desde lo laboral, municipal, político que no van a querer su gestión porque no ha sido justa con la gente.
Por ejemplo, se entiende que ella castiga a las personas que no hacen lo que ella quiere. Entonces no existe una democracia sobre la forma de ejercer el poder administrativo. Eso ha hecho que Maipú haya perdido cosas que la comuna sea una comuna prometedora en lo educacional, ambiental, muchas cosas donde se pudo sacar más provecho.
Hace poco Revolución Democrática mostró parte de sus cartas para las municipales. ¿Cómo están las relaciones al interior del conglomerado? Se habla harto de una gran primaria con todas las fuerzas «progresistas».
En el Gobierno Regional no ha habido un trabajo en equipo con los compañeros de Revolución Democrática, algo que se ha dado por condiciones a nivel personal y también cotidiano.
Por ejemplo, Fernanda (Ortiz) del Partido Humanista y yo de Comunes somos una bancada. Y ella estudia derecho y yo soy mamá, entonces lo que pasa que nos encontramos en comisiones pero no podemos ir a todas las reuniones que hacen desde Revolución Democráticas.
Entonces las compañeras de Revolución Democrática señalan que no seguirán trabajando con nosotras como Frente Amplio por la razón de que votamos distinto. Pero eso sucede sin ninguna autocrítica o reflexión de su aparte, lo que ha sido lamentable para el proyecto del Gobierno Regional.