El candidato a Diputado por el Distrito 20, Camilo Ballesteros, habló con el programa «El Semáforo» de la Radio Universidad de Chile. Acá te dejamos la entrevista, para que sepas lo que piensa el joven candidato
La candidatura del ex dirigente estudiantil por Maipú, Cerrillos y Estación Central ya es un hecho después de que la DC desistiera de presentar una carta parlamentaria propia para competir por ese distrito. En conversación con Patricio López en el programa Semáforo, Ballesteros subrayó la necesidad del “doblaje” para instalar una “nueva mayoría en el Parlamento”.
Luego de una ronda de negociaciones, la Democracia Cristiana desistió de presentar una candidatura por el distrito 20, que abarca a las comunas de Maipú, Cerrillos y Estación Central, dejando el paso libre al dirigente comunista y ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros.
En entrevista con Patricio López en el programa Semáforo de nuestra emisora, el ex vocero estudiantil dio a conocer sus impresiones respecto del proceso de designación de cupos parlamentarios y respondió a las críticas que han surgido desde el movimiento estudiantil a las postulaciones de ex voceros.
La Florida y Maipú son las dos comunas más grandes de la Región Metropolitana. Si bien, se ha dicho que es importante hacerle gestos al PC, en el pasado este partido no es el que ha logrado la mayor cantidad de votos ¿Cómo recibes que la DC haya renunciado a este cupo?
Lo que hizo la Democracia Cristiana fue entregar su apoyo para que nosotros podamos desarrollar una oportunidad de doblar en el distrito. Eso es muy importante bajo la lógica de una nueva mayoría, que tenga representación en el Parlamento. Efectivamente el distrito 20 que me toca representar es el más grande de Chile, pero la apertura de este espacio tiene que ver con la renovación que ha generado el Partido Comunista. Va a ser el partido que proporcionalmente, sin llevar una gran cantidad de candidatos, más del 50 por ciento de ellos van a ser jóvenes. Esto habla de la renovación y de la potencia que tiene el partido a través de figuras que nacen desde el movimiento social, más que simplemente familias que muchas veces se van repitiendo el plato.
¿Te sorprendió el gesto, teniendo en cuenta que tu candidatura todavía se mantenía en suspenso?
Cuando está la necesidad de crear una nueva mayoría uno tiene que ser capaz de estar en cada uno de los lugares donde tiene que estar. Si hoy se abre la posibilidad en un distrito donde hay grandes posibilidades de doblaje, uno no se puede negar. La Democracia Cristiana ya nos había planteado off the record que estaban pensando en apoyarnos, que creían que podría ser una buena oportunidad porque quizás ellos no tenían figuras tan potentes dentro del distrito y que, al mismo tiempo, personas como Alberto Undurraga estaban dispuestos a dar su respaldo en ese espacio para poder trabajar en conjunto.
El presidente de la FECH, Andrés Fielbaum, ha valorado el rol de las Juventudes Comunistas en la movilización de los estudiantes, pero plantea que la única forma posible de pactar con la Concertación es mediante lo que él definió como “autoengaño” porque, a su juicio, el conglomerado no tendría la convicción necesaria para impulsar reformas profundas en educación ¿Cuál es tu opinión?
A los candidatos presidenciales se les critica que hoy estén hablando respecto de lo que los movimientos están exigiendo y algunos han dicho que es oportunismo. Yo creo que es todo lo contrario. Es un triunfo del movimiento estudiantil. Si nosotros quisiéramos hacer una analogía con la biología, una de las cualidades que tienen los seres vivos es la adaptación y eso no se genera por convicción sino que por necesidad. Creo que hoy tenemos una oposición que ha ido cambiando, el movimiento social ha hecho que ésta se modifique y hoy tenemos ex presidentes que de manera indirecta reconocen que se equivocaron. Ante eso podíamos haber seguido con el trabajo entre nosotros y bajo una lógica muy “consecuente” – definición que no comparto – de trabajar en la marginalidad versus apostar por un cambio real. Tal vez no vamos a poder a hacer todo lo que nos gustaría en un principio, pero es una manera de abrir las puertas para que eso se pueda ir cursando. Depende mucho de nosotros y no podemos esperar siempre que sean los otros los que hagan algo que no quieren hacer.
¿Cuál es tu visión respecto de la supuesta incompatibilidad de hacer alianzas con un sector que tiene intereses con colegios y universidades?
Una vez que se determine el programa, nosotros nos la vamos a jugar porque se cumpla. Si eso termina afectando a algún militante de un partido determinado, mala suerte. Hoy no nos debemos a los partidos, sino que a la ciudadanía y tenemos que apuntar en un 100 por ciento en esa dirección. Hemos hecho un camino y, por primera vez en mucho tiempo, va a haber una elección donde el programa y las ideas son tan importantes. Me ha llamado la atención cómo cada anuncio de los candidatos presidenciales es discutido. Eso se relaciona con un cambio subjetivo que hubo después de las movilizaciones sociales.
Después de la dictadura hubo representantes de los movimientos sociales como Manuel Bustos y mirado en perspectiva da la impresión de que ninguno de ellos logró hacer una diferencia en el Parlamento binominal…
Pretender que porque uno tiene un cierto origen determinado al llegar al Parlamento va a causar una revolución, es tenerse mucha fe. Todavía no alcanzo esos niveles de egolatría. Pero si es que hay un ingreso en conjunto de dirigentes, no sólo de un partido sino que de distintas áreas, y se modifica el entorno de la correlación de fuerzas, es algo importante. Para mi va a ser relevante el ingreso de Giorgio Jackson, así como el de Iván Fuentes de Aysén. De ahí la importancia del doblaje. Mi finalidad no es ganarle a Pepe Auth sino que tengamos más del 60 por ciento de los votos y que tengamos dos representantes de la oposición que estén dispuestos a hacer los cambios. Cuando se ven estos ingresos como proyectos individuales no pasan de ser eso, pero hoy hay que jugársela por algo colectivo y mayor.
Fuente: Radio Universidad de Chile