El candidato a constituyente por la Lista del Apruebo, René Cortázar, asegura estar feliz con su número, el 21. “Tener el número de la suerte sirve para diferenciarse en una papeleta tan nutrida”, explica.
Hay personas que aceptan el papel informativo del candidato que tiene el número 21 en la papeleta y dicen que lo “estudiarán”, mientras otras rechazan el papel y pasan de largo. René Cortázar ha recorrido el distrito 8 presentando sus propuestas y sabe que esas son las reglas del juego al estar en la calle. También ha tenido largas conversaciones con personas interesadas en contarle de sus vidas, con verdad, y divididos entre el pesimismo y la esperanza.
A partir de esas conversaciones, Cortázar cuenta su diagnóstico de la situación actual: “Traíamos una mochila de bajo crecimiento económico y crisis de credibilidad de todas las instituciones desde antes del 18 de octubre; después, el estallido social sumó otro factor importantísimo al mirar de frente las distintas realidades; y la pandemia terminó por acrecentar esta incertidumbre y las frustraciones de las personas. Debemos reconocer que hace rato que el Estado no responde a principales necesidades de la gente”.
En ese sentido, fija uno de sus propósitos como constituyente: “La Nueva Constitución debe asegurar que el Estado responda a las necesidades de las personas, desde frenar la delincuencia a proteger los derechos sociales”. ¿Cómo lograrlo? “Tenemos que construir puentes, lograr que el Estado rinda cuentas de sus planes año a año, evaluar la efectividad de las propuestas, para resolver las necesidades de las personas con eficiencia”.
Para René Cortázar un antecedente importante es la conformación que tendrá la Convención: no se aceptan parlamentarios; un constituyente tiene prohibición de presentarse a cargos de elección popular tres años después de la Convención.
Junto con las actividades en terreno y la reflexión de los temas que realmente llevarán al país a hacer un cambio con la Nueva Constitución, Cortázar también tiene un momento para un tema concreto: en la elección del 15 y 16 de mayo próximo, figurará con el número 21. “Es el número de la suerte, sirve para diferenciarse en una papeleta tan nutrida”, explica, pero agrega: “No se resolverán los problemas como por magia. Pero los entendimientos, que se harán posibles a partir de la reforma política, llevarán a que el país vuelva a ser gobernable y de ese modo el Estado pueda enfrentar las frustraciones de tantos chilenos”.
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