Vocera Asamblea Nacional de Familiares de Presos Políticos: «Nuestros hijos no son delincuentes»

En el marco del proyecto de ley de indulto general humanitario, La Voz de Maipú conversó con Ximena Vidal, vocera de la Asamblea Nacional de Familiares de Presos Políticos, acerca de su experiencia como madre de un preso de la revuelta y de sus expectativas sobre el proyecto. Esta conversación se da poco después de la aprobación en particular del proyecto por parte de la Comisión de Constitución del Senado. De acuerdo a una investigación de Ciper, dos tercios de los presos de la revuelta no cuentan con antecedentes previos.

Ximena Vidal, vocera Asamblea Nacional de Familiares de Presos Políticos.

¿Me podría comentar sobre la actividad que tuvieron con los constituyentes?

Fuimos a la salida de la Convención Constitucional donde ellos hicieron una declaración de apoyo. En este momento hubieron 56 constituyentes que apoyaron esta declaración, para que se apure el proyecto en el Senado. Que la presidenta Ximena Rincón pueda ponerlo en tabla lo antes posible y se puedan hacer las indicaciones, cosa de poder ver la posibilidad de sacar a nuestros chiquillos antes de la navidad. Porque esta ya sería la tercera navidad presos. Es mucho. 

Realmente todos hemos sentido que se han ensañado con los chiquillos, porque no hay ninguno de ellos que se tenga registro de que haya pertenecido a algún grupo extremista. De adónde, con qué ropa. Ni siquiera un partido político.

La semana anterior, se juntaron con parte de la comunidad cristiana para entregar una carta a la nunciatura. ¿En qué podría ayudarles la comunidad cristiana a los presos de la revuelta?

Este encuentro en realidad se hizo con la primera intención de ir a dejar una carta a la nunciatura. Y después de ello, nos fuimos a reunir a una parroquia y ahí tuvimos un encuentro con otras personas que nos acompañaron en cuanto a oración. Pedir por la situación nuestra. Testimoniarle también a algunas personas que estaban ahí presentes, qué había sido la prisión para nosotras. Hubimos como 4 o 5 personas que dimos testimonio.

¿Fue un acto más simbólico o también le solicitaron una ayuda más concreta a la iglesia?

No, en esta oportunidad no. La idea nuestra era que el nuncio ojalá nos hubiera podido recibir, pero no fue posible. Entonces nos recibieron solamente la carta y continuamos la actividad en esta iglesia donde fue un encuentro de reflexión y de testimoniar a las personas que nos acompañaron, cuál es nuestra vivencia con respecto a la prisión de nuestros hijos.

¿Cuál es el contenido de la carta?

La carta fue dirigida al Papa. En ella le explicamos nuestra situación, los hechos que ya todos conocemos, y por qué se llegó a este estallido social. La situación que están pasando nuestros hijos, con tantos casos que hay pendientes todavía, prisiones demasiado extremas, juicios que han sido verdaderos montajes.

Tú tienes que haberte enterado, por ejemplo, de los casos de los chicos del metro La Granja. salieron absueltos. Las torturas, también, a las cuales han sido sometidos los chiquillos. Detenciones arbitrarias en vehículos que no tenían patentes. Bueno, todas esas cosas y también la situación que están viviendo hoy al interior de la cárcel.

Pero no solamente ellos, eso también hay que aclararlo. Es una situación que viven todos los presos al interior de las cárceles. Donde muchas veces no hay agua, donde muchas veces no tienen luz. Santiago 1, hay que recalcar que es una cárcel concesionada y no está ni siquiera el derecho al agua garantizado. Entonces, hay un problema de hacinamiento. Un problema de relaciones también.

¿Las personas presas de la revuelta conviven con los presos comunes?

Claro, en este caso el módulo en que están ellos es como lo mejor que hay dentro de Santiago 1.

Usted tuvo un hijo preso

Él JAV (se ha solicitado la reserva de su identidad) estuvo cinco meses y una semana en prisión preventiva en Santiago 1. Después con arresto domiciliario total, arresto nocturno, todo. Mi hijo ni siquiera ha iniciado juicio. Nosotros estamos con un abogado de la Defensoría Popular. 

¿Desde la asamblea tienen un estimado de cuántas personas estarían en prisión preventiva a raíz de las protestas que iniciaron en octubre?

Según los datos que tenemos nosotros, en estos momentos te puedo decir de que en prisión preventiva hay 53 jóvenes, a nivel de todo Chile. Pero hubo un total de 809, que es el catastro de nosotros tenemos, de casos de prisión preventiva por diferentes motivos, que estuvieron por lo menos más de un mes.

Pero en este momento, tendríamos 53 jóvenes en prisión preventiva a lo largo de todo Chile. Que eso significa que ni siquiera están condenados. Están a la espera de juicios, están en juicios esperando qué va a pasar. Todo ese tiempo están en investigación. 

Los 53 jóvenes no han conseguido en todo este tiempo ningún cambio de medida cautelar.

De los 53, ¿sabe cuántos tienen antecedentes previos?

Yo te diría, pero es una opinión muy personal, que de todas las personas que fueron detenidas en el estallido social, que fueron más o menos 5 mil, pero muchos salieron en el mismo día o al otro día, no sé si el 1% podrá haber con antecedentes previos. Y considerando que la gente que tenía antecedentes previos, precisamente son jóvenes vulnerables, que se criaron en la calle. No contaban con una familia de respaldo. No cuentan.

¿Cómo lo pasó usted durante el período que su hijo estuvo en prisión preventiva?

Bueno, es re difícil hablar para mí de este episodio. Pero, tú comprenderás que no es fácil para una familia. Nosotros somos una familia de esfuerzo. Mi marido obrero, siempre ha trabajado en la construcción. Yo asistente contable. Nunca hemos gozado de una situación económica en que nos sobre. Pero a mis hijos siempre les exigí que estudiaran, porque la educación, soy una convencida, es lo único que te puede sacar de la pobreza. 

Con gran esfuerzo mi hijo llegó al Instituto Nacional, no fue un alumno destacado en cuanto a notas, pero tampoco un mal alumno. Lo mismo mi hija. Después llega a la universidad y en segundo año se produce este estallido.

Y que un día te llamen en la noche, a las 23:30 de la noche, Carabineros y que me digan que mi hijo está detenido…Bueno, yo sabía que él iba a la Plaza de la Dignidad, como iban todos los jóvenes. Pero yo pensé que íbamos a llegar a la comisaría y lo íbamos a traer, y no fue así.

Entonces, para mí lo más drástico fue ver a mi hijo esposado, con grilletes. O sea, un cabro que no robó, un cabro que no mató a nadie, que no hizo tira instrumento público, que se le trate de esa manera…Imagínate cómo se siente uno.

Al otro día, fue el día de la formalización. Estuvo todo el día esperando ahí en los Tribunales de Justicia. Tú nunca más duermes en paz, nunca más. Porque para nosotros como familiares, como mamá, esto es un dolor que te sobrepasa. 

¿Y cuándo decide integrar la Asamblea Nacional de Familiares de Presos Políticos?

A mí me invitan a participar cuando mi hijo estaba allá detenido. En la asamblea me integro cuando empieza también este proyecto de indulto general. Porque este proyecto se inicia con la mesa técnica, con el Grupo de Iniciativas, que lo coordina Raquel Torres, con los abogados de DDHH, con todos estos especialistas, Senadores, Ignacio Latorre, Navarro, Adriana Muñoz, que dan impulso a este proyecto y ellos también se contactan con nosotros, con los familiares, porque todo esto se ha hecho en conjunto con nosotros.

Entonces, es por eso que nosotros también creemos y confiamos mucho en este proyecto y tenemos la ilusión de que ojalá se concrete, para que termine de una vez esta pesadilla.

Sin ir más lejos, hoy día el proyecto salió de la Comisión sin ninguna indicación. ¿Cuáles son las señales que ustedes recogen respecto de esto?

Se suponía que el proyecto iba a pasar a sala. Y no pasó a sala y pasó directamente a la Comisión de Constitución, porque ahí les haríamos las indicaciones, tanto los Senadores como nosotros. Pero se saltó esta parte y ahí la comisión votó y decidió que no, que volviera a sala. Entonces ahí pasa el proyecto, que estamos como en el 71, 72 lugar para discutir el proyecto. 

Lo que nosotros esperamos ahora, es que los políticos, que si realmente yo creo, consideran que tienen responsabilidad en todos estos hechos que acontecieron, ellos tendrían que darle prioridad a este proyecto. Entonces aquí dependemos nada más que de la voluntad política, nada más que eso. Y este es un proyecto corto, si ni siquiera necesita tanta discusión.

¿Confía en que habrá más voluntad política y se priorice este proyecto?

Yo espero que sí. Todos esperamos que sí. Nosotros denominamos este proyecto como proyecto de indulto general humanitario. Esto es algo humano. Aquí no se trata de números, es algo humano. Entonces que con este dolor que está afectando a nosotros como familia de presos políticos, pero también a las familias, por ejemplo de los jóvenes que perdieron un ojo. A la familia de Gustavo Gatica, de Fabiola Campillay. Los muchos que fueron torturados. Y los muertos que hay también.

Este dolor hay que ayudar a sanarlo de alguna manera. Pensamos que esto por lo menos puede ayudar de alguna manera a una estabilidad que el país necesita. Estamos próximos al 18 de octubre y mira todo lo que está pasando con el presidente. Entonces te das cuenta todo esto la rabia que significa. El que no se indigne con este tipo de situaciones, yo creo que debe tener re poca humanidad, o solo estar pensando en sí mismo.

Porque, yo lo mismo pensaba con respecto al accidente que hubo el otro día donde el subdirector del Hospital Gustavo Fricke mató a una persona y dejó a otra herida en estado de ebriedad. Y a él le dan 90 días de arresto domiciliario total. Y nuestros hijos que no han matado a nadie, que no han robado, que no destruyeron, los tienen casi dos años.

¿Cómo se logró el arresto domiciliario en el caso de su hijo?

Por cambio de medida cautelar. 

¿Cómo llegaron a ese cambio?

Porque vieron los antecedentes de mi hijo. Él tuvo mucho apoyo en ese momento de la universidad, de los profesores. Cartas de recomendación hasta del director del colegio donde él estudió cuando chico. Profesores del Instituto Nacional. Vecinos nuestros. El club deportivo en que él participaba. 

¿Estas medidas se podrían replicar en otras personas?

Puede ser. Yo en la intimidad no conozco todos los casos. Pero sé que Jesús Centeno, por ejemplo, él es un cabro que estudia en la universidad. En este momento hay un chico, Nicolás Piña, es profesional, él es ingeniero. Y también trabajadores. El caso de Benjamín, que cumplió sus 18 años estando en el Sename.

Yo creo que aquí lo que más ha costado, a nosotros como familiares, y esa es la ayuda más importante que necesitamos, que se pueda difundir esto. Contar nuestras historias. Hacer conocer que somos familias de esfuerzo. Que nuestros hijos no son delincuentes. Porque eso es lo que más el Gobierno y la gente de derecha se han empeñado en hacer notar. «No, cómo van a indultar delincuentes». ¡No son delincuentes! No son delincuentes.

Pero yo no sé realmente si ese empeño que ellos tienen de que los chicos permanezcan presos, permanezcan en la cárcel, ellos mismos no los podrán transformar el día de mañana en delincuentes.

El Estado debe velar que se cumpla ese castigo que se le va a dar a determinada persona, pero también que esa persona pueda recuperarse. 

Los chiquillos han podido sobrevivir a toda esta situación, yo no tengo ninguna duda que ellos no van a salir delincuentes de ahí, pero sí van a salir con un deterioro espantoso. Y un deterioro que no solamente los afecta a ellos, sino que también a las familias.

¿Qué pudo haber motivado a su hijo a salir a la calle a protestar durante el estallido?

Yo soy jubilada. Estoy ganando alrededor de 203 mil pesos, más o menos. Tengo un problema por ejemplo ahora de mi pie, pucha, la consulta sale como siete lucas, la radiografía me va a salir 15 lucas más. Tengo que atenderme en el servicio público. Mi marido esperó cuatro años para una operación por un accidente que tuvo en la mano para que después de cuatro años le dijeran «mire, esta operación tendría que haberse hecho antes de tres meses, ahora la solución que hay es cortarle el dedo».

Y dime tú, cuántas personas están en esa situación. Pero la gente no tiene idea, pregúntale tú a una persona que todavía está trabajando, de 50 años, si sabe cuánta plata ha perdido en estos últimos meses. Porque a la gente le interesa sacar el 10%, pero no hay una preocupación de saber cuánta plata se ha perdido.

Yo fíjate que podría haberme jubilado con 68 millones de pesos. Me jubilé con 55 millones de pesos. Porque durante todo el período que yo impuse, las AFP tuvieron pérdidas. Y me cargan estas pérdidas a mí fondo. Y más encima te cobran la comisión. Nunca te han dejado de cobrar comisión. Pero si a mí, te juro, honestamente, me sorprende que los trabajadores todavía no reaccionen. 

Porque digo yo aquí no hay que explotar, ir, romper todo, no. Pero si nosotros realmente hubiéramos querido conseguir algo tendríamos que haber logrado un paro. Pero un paro. Yo me quedo en mi casa, con mi familia, no voy a trabajar. Y que nadie vaya. Así, no se hace tira nada, no se rompe nada, no se ataca a nadie y te quedas en tu casa. Pero paras el país. Falta mucho para eso. 

Proyecto de ley de indulto general humanitario busca avanzar para lograr la liberación de los presos de la revuelta. Imagen extraída de Resumen.cl.

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Martín Espinoza Buzeta
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