Juan Kehr, exdirector del Hospital El Carmen: «Yo recibí un hospital de baja complejidad y entregué un hospital de alta complejidad»

La Voz de Maipú entrevistó al exdirector del Hospital El Carmen, Juan Kehr. A lo largo de la conversación, el doctor habló acerca de su paso por el recinto, los desafíos y obstáculos que tuvo que enfrentar por ser «un hospital patio trasero» y las dificultades surgidas por la pandemia que forzaron una reinvención de los trabajadores.

Asimismo, se refirió a las denuncias y acusaciones que ha debido enfrentar luego de que diversos organismos lo acusaran de propiciar un ambiente en el que se agudizaron situaciones de acoso, maltrato laboral y acoso sexual.

¿Qué aspectos relevantes pudo observar en el Hospital El Carmen en su paso como director?

Yo llegué al Hospital El Carmen (HEC) el 1 de diciembre de 2018. El hospital, en ese momento, tenía algunos problemas administrativos importantes, que tenían que ver con, por ejemplo, incumplimientos del GES. 

Y tenía problemas administrativos respecto de cómo se cancelaban los sueldos a los médicos, y eso tenía que ver con que había una gran cantidad de médicos que recibían sueldos a honorarios que muchas veces iban acompañados de sueldos ley. 

Hubo una auditoría que hizo el hospital que demostró que había sueldos extremadamente altos para los médicos. Y posteriormente hubo otra auditoría desde el Servicio de Salud Central y también monitoreos desde el Ministerio de Salud, que indicaban que había que resolver esta situación de sueldos demasiados altos que tenían muchos colegas del hospital, que estaban absolutamente fuera de toda norma.

Entonces había incumplimiento del GES y estaba este problema de los honorarios médicos donde claramente habían sueldos mucho mayores que todos los sueldos que se pagaban en los hospitales de Chile. 

Ahora, lo que fue pasando después, es que durante las primeras etapas yo intenté resolver este tema administrativo con los médicos, haciendo que esos sobresueldos se transformaran en trabajos realmente realizados. Y estos trabajos efectivos fueron en muchos casos hacer consultas adicionales, por lo que aumentaron significativamente las consultas médicas.

Es por eso que el hospital funciona hasta las 8 de la noche, o los días sábados. Porque las consultas que se hacen los sábados y fuera de horario, es decir, desde las 5 de la tarde, hasta las 8 de la noche, son consultas que se pagan por este mecanismo de compensación del sobresueldo.

¿Y esos sobresueldos existían a propósito de qué?

A propósito de lo siguiente. Cuando se formó el hospital, por una parte, había menos cargos de contrata que necesidades. Y en segundo lugar, era que el hospital quedaba más lejos que cualquier hospital que está en el centro de Santiago. Y esto se produjo por una forma que los médicos tenían para calcular los pagos, que fue aceptado por el Servicio. O sea, nadie dijo nada, hasta cuando vinieron las auditorías. 

Es usual ver comentarios en redes sociales acerca de la buena infraestructura del hospital, pero de una falta de personal médico. ¿Usted está de acuerdo con esta observación?

Claro. Lo que le falta al hospital son especialistas. La gran mayoría de los médicos de urgencia son médicos generales. Hay un grupo no muy grande de médicos especialistas en urgencia que se llaman urgenciólogos, que han venido llegando este último tiempo, pero aún faltan, sobre todo en el servicio de medicina.

¿Por qué se da esta falta de especialistas?

Es por la falta de decisión del Servicio de Salud Central que no hace llegar médicos especialistas al HEC. Porque al Servicio no le costaría absolutamente nada enviar médicos ya sea en condición de servicio, o en alguna otra modalidad, para complementar al hospital con especialistas.

¿Es porque privilegian otros hospitales más concurridos?

Esto es porque privilegian el Hospital San Borja y la Posta Central. Y el ejemplo más clásico de eso, y eso lo puede anotar con letras grandes y rojas, o como quiera, es cuando a mí me piden en 2019 abrir un policlínico de VIH en el Carmen. El Ministerio de Salud, debido a los aumentos de casos de VIH en Chile, me pide abrir un policlínico de VIH.

Entonces, yo tengo la infraestructura, el ministerio me manda los cargos, es decir, me dicen: contrate una enfermera, un psicólogo, un farmacéutico, etc. Y resulta que yo tenía que contratar infectólogos.

Le pido al Servicio de Salud Central infectólogos. En el Hospital San Borja había 14 infectólogos. Y entonces los médicos de ese hospital, a través de una carta, se niegan a ir a trabajar al HEC, indicando que este hospital no estaba preparado para tener un poli de VIH.

Más aún, el Servicio de Salud envía un médico en condición de servicio al hospital y el médico decide no ir. Y esto está totalmente avalado por el Consejo Regional del Colegio Médico, que avaló que los médicos del San Borja no fueran a trabajar al Carmen. 

Entonces lo que tuvimos que hacer fue conseguir médicos extranjeros, como el doctor Guzmán, uno de los infectólogos, que es venezolano, y pedir autorización al ministerio para que él pudiera ejercer como infectólogo. 

Al día de hoy, el policlínico de VIH funciona con médicos extranjeros. Ninguno de esos médicos viene del Servicio, ni fue enviado por el Hospital San Borja. Nosotros tuvimos que ir a buscar infectólogos extranjeros porque el Servicio no ha sido capaz de enviar médicos infectólogos al Carmen.

El Servicio siempre miró al Hospital El Carmen como un patio trasero. Un hospital de baja complejidad y que lo tenían ahí como un hospital para tener a los enfermos mientras los podían recibir en el Hospital San Borja.

¿Cómo afectó esto a la dinámica del hospital? Porque imagino que llegaba mucho usuario con necesidades específicas y ustedes tenían que derivarlos y finalmente esto genera una molestia por parte de los usuarios…

Absolutamente. Cuando yo llegué al hospital había una molestia muy grande de la comunidad de Maipú y de Cerrillos respecto de esta falta de resolución que tenía el hospital, de la falta de complejidad. Usted tiene que pensar que los pacientes podían estar dos meses hospitalizados, esperando para que los trasladaran para ser operados del corazón. O esperando para que los trasladaran para continuar un tratamiento reumatológico.

Entonces, yo me encuentro con eso y yo venía de un hospital de alta complejidad y ese tema me pareció obviamente inadecuado. Y nosotros partimos con la idea de complejizar el hospital.

Hoy día el hospital, según los números que tiene de acuerdo con un sistema que mide complejidad, es de alta complejidad. Eso se presentó en la cuenta pública que hice el 9 de marzo. Tenemos un valor de 1.27, que significa que es un hospital de alta complejidad. Yo recibí un hospital de baja complejidad y entregué un hospital de alta complejidad, lo que además hace que reciba mucho más dinero.

¿Usted observa esto como una de sus mayores virtudes como director?

Absolutamente. Aquí los logros son entre todos, pero yo era el director. Yo creo que la cosa más importante que ocurrió en el Carmen, fue que se transformó en un hospital de alta complejidad. Con datos demostrados a través de lo que es el valor GRD, eso es lo que marca en Chile si un hospital es de alta complejidad o no.

Y esto se debe a varias cosas. Primero, se debe al aumento de las camas críticas que tiene el hospital, tanto camas de cuidados intensivos, como de camas de intermedio. El número de esas camas aumentó, hoy día, casi en tres veces. O sea que de 9 camas críticas, pasó a tener 30 camas críticas.

En segundo lugar, hoy día se está tratando el cáncer en el hospital. Por ejemplo el cáncer de colon y el de estómago, que eran dos patologías que están en el GES que no se hacían y por lo tanto había que derivar todo al Hospital San Borja. Esto significa que se hace el diagnóstico, el tratamiento, que puede ser quirúrgico, también se hace quimioterapia, radioterapia, o sea el tratamiento completo del cáncer gástrico, de colon y de otros cánceres. Son cánceres muy frecuentes.

Y aparte de eso, hicimos un policlínico de paliativos para que la gente que tiene cáncer pueda recibir los tratamientos para el dolor. Y esos son también elementos que han ido complejizando el hospital.

También hay un angiógrafo, que es una máquina que permite, a través de catéteres, meterse al corazón. Es una máquina especial que está en el pabellón en la cual se hacen exámenes radiológicos de venas, arterias, permite meterse al corazón y también al cerebro. Eso permite hacer tratamientos muy sofisticados que antes debían ir a hacerse a la posta central.

Y bueno, hicimos otras cosas también muy importantes. Como por ejemplo, hacer funcionar el hospital este último tiempo prácticamente 24 horas, con el laboratorio que toma exámenes funcionando los días domingos. Fuimos los primeros en Chile en abrir el laboratorio los días domingos. 

En función de estos logros que usted menciona, ¿cómo definiría su paso como director del HEC?

Primero, yo le diría que estoy muy contento de haber estado más de tres años en el HEC, porque me tocó complejizar ese hospital y darle una estructura de organización.

A raíz de todo lo que pasó con el estallido y con el covid, nosotros nos reunimos diariamente, y este último tiempo tres veces por semana, todos los jefes de equipos, jefes de unidades, la OIRS, asistentes sociales, en reuniones que duraban 45 minutos, 1 hora, para presentar los problemas y solucionarlos rápido. Tuve una forma de funcionamiento altamente ejecutiva. Problema que se presenta, problema que se resuelve.

¿Y si mira hacia atrás, usted cambiaría algo de su gestión como director del HEC?

Si yo miro hacia atrás…lo que pasa es que una cosa es con covid y otra cosa es sin covid. Yo habría sido mucho más exigente con las autoridades del ministerio, en el sentido de que nos enviaran los profesionales que nosotros necesitábamos. Haber hecho mucho más que estar esperando al Servicio de Salud. Eso yo creo que debiéramos haber hecho más y más y más.

Lo que yo le puedo decir es que los únicos cargos que el hospital recibió durante mi gestión, fueron 13 cargos de la Ley 15.076, que son cargos para hacer turnos. Esos son los únicos cargos que el hospital recibió. No recibió ningún especialista.

¿Qué impresión tiene acerca del personal médico del hospital?

El hospital tiene una gran cantidad de médicos extranjeros, sobre todo en las unidades de Cuidadnos Intensivos y otras especialidades. Ese personal vino a ocupar los lugares en los cuales los médicos chilenos no venían, o no querían venir. Muchos de esos médicos extranjeros están cumpliendo un rol muy destacado, porque eran especialistas en sus países: Venezuela, Colombia y Argentina, fundamentalmente. Son buenos especialistas, pero el problema es que faltan muchos especialistas más.

Además, me gustaría hacer una mención muy especial a los pediatras y a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, porque esos médicos atendieron a adultos durante más de dos años. 

Cuando llegó el covid, el servicio de pediatría se cerró, quedó funcionando solo la urgencia, y por lo tanto todos los médicos que hacían turnos de pediatría, comenzaron a hacer turnos de adultos. Se dedicaron a atender a adultos con covid. Y lo hicieron muy bien. A esa gente yo le rindo un homenaje porque, pediatras, que ven niños de a lo más 4 kilos y hoy ven adultos de 100 kilos…lo hicieron muy bien y durante un tiempo largo.

La pandemia hizo que nos reconvirtiéramos. Se reconvirtieron los pediatras, los cirujanos, los dentistas. Los dentistas estuvieron sin hacer odontología, pero estaban haciendo otras cosas. 

Y lo otro fue el estallido social, que en Maipú fue muy duro. Primero, porque no había movilización. El metro se demoró en llegar de vuelta a Maipú un año. Y una buena parte de nuestro personal viene a través del metro, porque el personal del Carmen no es solo de Maipú. Por tanto, el tema de no tener transporte fue un problema que nos impactó, así que tuvimos que hacer una serie de adaptaciones en los turnos…fue duro.

Denuncias contra el hospital durante la dirección de Juan Kehr

¿Qué responsabilidad le cabe a usted por la denuncia del doctor César Salazar acerca del despido injustificado?

Mire, a mí no me cabe ninguna responsabilidad. El doctor Salazar es un médico que trabajaba en el servicio de urgencias a honorarios, o sea, el recibió sueldo a honorarios. Un día «X», la jefa del turno le dijo: doctor Salazar, en vez de trabajar en este lugar donde usted ve enfermos más graves, vaya a trabajar a otro lugar donde hay enfermos más leves, que son los que se llaman C4.

Y al doctor Salazar esa instrucción no le pareció y desapareció del hospital y después demandó al hospital por dos cosas: porque encontró que eso fue una discriminación contra su trabajo e hizo una demanda que tiene que ver con que él había estado trabajando tres años a honorarios. Esa es una demanda que el doctor Salazar le hizo al hospital, no le hizo al doctor Juan Kehr, eso es bien importante que usted lo revise en el artículo que publicó porque usted dice: «Salazar le ganó a Kehr». Ninguna demanda es contra Kehr, la demanda es contra el hospital.

Ahora, si usted me pregunta en qué terminó esto. Terminó en lo siguiente: al doctor Salazar el juzgado le aceptó la relación laboral, es decir, que el hospital le pagara la Isapre y le pagara la AFP y ese tipo de cosas.

O sea, el juzgado le reconoció su relación laboral. Lo que el juzgado no le dio, fue lo que él pedía de acoso laboral, o maltrato laboral, que eso no se lo dio. Eso no lo pudo demostrar, porque de mi parte nunca hubo acoso ni maltrato contra el doctor Salazar.

Se entiende que la denuncia es contra el hospital, pero el representante legal del hospital era usted como director, por eso la pregunta es qué responsabilidad le cabe a usted. Pero también se lo pregunto porque la demanda de Salazar dice algo distinto a lo que usted cuenta. Él dice que intentó reanimar a una persona en situación de calle que tenía altas probabilidades de sobrevivir, pero que la superior Ruth Leiva habría dicho que era mejor dejarla morir y que usted habría respaldado esta determinación…

Pero la demanda que plantea el doctor Salazar no tiene nada que ver con eso…

A raíz de ese incidente él acusa que existió maltrato laboral y una intención de despido injustificado y que usted habría apoyado a Leiva en ese sentido. Y es un problema que no solo está judicializado, sino que él llevó esta denuncia hasta el Tribunal de Ética del Colegio Médico…

Pero mire, yo le voy a decir una cosa, ¿cómo funciona un servicio de urgencias? Hoy día está ahí la doctora Alzamora. La doctora Alzamora tiene en el turno 12 médicos. Y la doctora Alzamora dice cuando empieza el turno: ustedes que son los más especializados se van a ir al lugar donde llegan los enfermos más graves, y así los va distribuyendo.

Ella, entonces, en la mañana y todos los días del año, da las indicaciones del turno. Eso lo hace el jefe del turno todos los días. Si yo estoy atendiendo C3 y la jefa me pide que vaya a atender C4 porque hay una espera de 8 horas, los médicos van al lado y eso no genera ningún problema, porque son las reglas del juego de la urgencia.

Lo que pasa es que al doctor Salazar, entiendo yo, esa cuestión no le gustó y no le gustó que lo mandaran a ver C4, ese es un tema interno de la urgencia. Pero lo que aparece en la demanda, y finalmente en lo que terminó la demanda, fue que al doctor Salazar el tribunal solo le reconoció que había trabajado tres años ahí y que había que pagarle la Isapre y la AFP y no le reconoció nada que tuviera que ver con acoso o maltrato laboral.

Y ese juicio está terminado, por tanto, a mí como director del hospital, Salazar no me puede acusar de maltrato, acoso, ni nada, porque el tribunal no se lo dio. Y del Colegio Médico, no he recibido ninguna notificación.

¿Pero usted está consciente de que hay una resolución del Tribunal de Ética del Colegio Médico respecto de esto?

Pero esa es una resolución que es para él, es una resolución que no atenta contra mí, no se si me entiende, no es contra el director del hospital.

Es contra Ruth Leiva…

Ya po, es que Ruth Leiva no soy yo.

Claro que no, ¿pero entonces usted desmiente que habría respaldado a Leiva en este caso por una relación de amistad?

Esas son subjetividades. Le voy a explicar una cosa. A raíz de todos estos fenómenos que pasaron en el caso Salazar, que hizo una serie de presiones con algunas personas de la comunidad, la doctora Leiva salió del Servicio de Urgencias. 

En el diario de Maipú le dieron como caja a la doctora Leiva, a tal punto que ella salió del servicio. Estuvo harto tiempo fuera del hospital y volvió al hospital cuando empezó fuertemente esta cuestión del covid. 

Entonces, producto de toda esta historia, yo la conozco a ella, pero yo no tengo amigos, sino que tengo buenas relaciones con los colegas, pero la doctora Leiva salió del servicio. Ella dejó de ser jefe a raíz de este problema. Desde mi punto de vista, yo no tengo absolutamente ninguna cuenta pendiente con el doctor Salazar.

¿Y con otros trabajadores? Porque cuando usted dejó el hospital, la Fenats Histórica de Maipú hizo un comunicado cuestionando las relaciones laborales que se dieron en el tiempo en que usted era director y afirmaron que usted habría propiciado un espacio de ciertas acciones que hicieron que la convivencia no fuera sana, por ejemplo, no indagar en acusaciones de acoso sexual, situaciones de xenofobia, entre otras.

Y también hubo descargos desde el Consejo de Usuarios que acusaron un ninguneo de su trabajo como organismo ciudadano y poca transparencia del hospital. Son acusaciones transversales de diversos organismos que lamentaron que durante su gestión como director no se dieran las mejores condiciones para las relaciones interpersonales dentro del trabajo…

Le contesto. Yo siempre me he reunido con la Fenats Histórica y se lo puede decir, la señora Vanessa Martínez, todas las veces que ella me pidió reuniones formales o informales yo se las dí. A tal punto que el otro día me invitó a tomar desayuno a su oficina, anótelo así. Por tanto yo tengo buenas relaciones con la Fenats Histórica.

Pero aparte de la Fenats Histórica existen otras cinco organizaciones gremiales. Entonces, cada vez que existe una denuncia por acoso laboral, sexual o maltrato, esas denuncias las recoge un departamento que se llama Calidad de Vida. Esas personas conversan con el funcionario y el funcionario llena una ficha descriptiva de su situación.

Esta gente de Calidad de Vida determina que esto cumple los requisitos, y por tanto lo mandan a la dirección del hospital, o sea, me llega a mí. Entonces, uno como director revisa eso, yo muchas veces llamaba a los funcionarios para que me explicaran un poco más las cosas, porque a veces estas cosas están escritas a mano y no se entienden mucho, y uno determina ahí si esta es una situación más o menos grave y da para un sumario administrativo, por ejemplo el acoso sexual, o si da para una investigación sumaria, que son cosas más sencillas, como malas miradas, enojos, todo ese tipo de cosas.

O bien, en algunos casos, uno conversa con las personas involucradas y deciden que la cosa no siga adelante, porque en realidad los van a interrogar a ellos y es mejor dejarlo hasta ahí y se dan la mano, porque también hay mucho de cosas que son instantáneas y son leseras.

Ahora, yo no he dejado ninguna situación de acoso sexual sin investigar en el hospital, ninguna. Y le puedo decir más, existen dos o tres funcionarios que fueron destituidos por situaciones de acoso sexual. Me recuerdo exactamente de dos. Y por acoso laboral también ha habido temas graves que sancionamos con multas en dinero, censura, etc…Y en esta situación también ha sido investigado un dirigente gremial, que fue sometido a un sumario administrativo, con todas las de la ley.

Yo he investigado todo lo que he tenido que investigar y lo que pasa aquí es lo siguiente: todos los funcionarios del hospital pertenecen a una de las seis organizaciones. Por lo tanto, en el caso de la Fenats Histórica, cuando ellos tienen un funcionario que reclama «A», y el otro funcionario de la otra asociación reclama «B», esta cuestión termina en que muchas veces alguien tiene alguna responsabilidad y eso obviamente no le gusta al gremio que perdió la cuestión, y esto es así.

Entonces, cuando usted tiene a todo el mundo sindicalizado, porque todo el mundo está sindicalizado en el hospital, siempre alguien gana y alguien pierde. Pero yo no estoy preocupado de ese tipo de cosas. Así que en esto soy super claro: aquí se investigó todo lo que había que investigar, así que si alguien está llorando por la herida, tiene que ver con una asociación «X» y la otra asociación está muy contenta de que el otro funcionario haya obtenido lo que era.

Yo estoy absolutamente al día y no tengo absolutamente ningún problema ni nada que no haya hecho respecto de los acosos, así que eso es absolutamente infundado. Más aún, te lo digo así, no tengo ningún problema, si alguien insiste en la cuestión, en responder legalmente en los Tribunales de Justicia, así de simple.

Porque si hay algo de lo que me he preocupado, es de que se hicieran las investigaciones sumarias, los sumarios, las destituciones que hubo que hacer.

Entonces, ¿lo considera injusto?

Absolutamente injusto, absolutamente injusto. Siempre hay alguien a quien no le va a gustar cómo son las cosas, pero así es la cuestión nomás

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Martín Espinoza Buzeta
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