Hace un poco más de 5 años, Kilya Pafian decidió comenzar a dedicarse al CrossFit, y desde entonces, varias cosas en su vida han cambiado.
La joven de 19 años es oriunda de Antofagasta, pero actualmente vive junto a su pareja en el sector de Ciudad Satélite, Maipú. Y es que el CrossFit la motivó a seguir la disciplina del ejercicio, por lo que decidió estudiar Ciencias del Deporte en la Universidad de Santiago.
Su primer año universitario (2021) fue online, pero en este 2022 entró a la presencialidad y se vio obligada a mudarse de su querido norte hasta la RM. Si bien en Santiago se le ha hecho más difícil dedicarle todo el tiempo que le gustaría al CrossFit, Kilya ha hecho lo posible por equilibrar los estudios con su pasión.
El CrossFit es una técnica de entrenamiento que conecta movimientos de diferentes disciplinas. Consiste en acometer un programa de ejercicios en un tiempo determinado y con un número definido de veces.
La joven deportista que ha levantado 80, 100 y hasta 125 kilos, conversó con La Voz de Maipú, donde habló de su rutina, sus logros, sus metas y más.
¿Cómo ha sido este cambio de pasar de vivir en Antofagasta a Maipú?¿Cómo ha influido en tu vida?
Yo llegué sabiendo que iba a ser complicado entrenar tanto por el tema de las distancias. En Antofagasta todo me quedaba cerca, mi casa, el gimnasio, el colegio, el supermercado… Yo allá vivía ultra central, entonces tenía mucho más tiempo para entrenar.
En cambio acá vivo super lejos de la u, vivo como a una hora o una hora y media si es que hay mucho taco, entonces es harto tiempo que pierdo en el día solo movilizándome. Lo bueno es que el gimnasio me queda super cerca de la casa y eso es bacán, pero acá puedo entrenar máximo 3 horas al día y allá en Antofagasta entrenaba como 6 horas.
¿Ha sido muy difícil compatibilizar los estudios con tus entrenamientos?
Siempre trato de priorizar el pasar los ramos, pero me cuesta, porque me gusta que me vaya bien en las competencias. Lo que más me mueve es el CrossFit, siempre quiero dar lo mejor de mí compitiendo, entonces a veces me cuesta darle más prioridad a los estudios que a los entrenamientos.
Yo sé que si un día no entreno eso se siente. Yo sé que mi prioridad ahora tiene que ser estudiar por sobre entrenar, pero me cuesta dejar de lado mis entrenamientos para estudiar.
¿Cómo es tu día a día?¿Muy agotador?
Mis días casi siempre son distintos porque dependen de cómo me vaya sintiendo. El primer semestre iba todos los días a clases pero era muy pesado, porque entraba a las 8, y para llegar a la hora tenía que levantarme a las 5 de la mañana. Después llegaba al gimnasio a entrenar en la noche, entonces después llegaba cansada a la casa y tenía que estudiar o preparar la comida para llevar el día siguiente a la u.
Al final eso se me hizo super pesado entonces terminé faltando a algunas clases, y así fui sobreviviendo, intentando devolverme más temprano para alcanzar a dormir una siesta antes de entrenar y cosas así.
Este semestre ha sido más light porque hay varios días donde entro a las 11 y ya lo he llevado mejor. A veces me complica el hecho de estar acá sola, porque no vivo con ningún familiar y eso se me ha hecho pesado.
¿Crees que vivir en Ciudad Satélite ha influenciado en tu desarrollo dentro del CrossFit?
Sí, es que es muy alejado. No me gusta que quede tan lejos y que no llegue mucho el transporte público. Pero no creo que sea algo demasiado relevante, porque igual todas vivimos lejos, aunque yo vivo más lejos que todas… Muy lejos de la ciudad, entonces a veces igual es complicado juntarse y todo eso.
¿Cómo ha influido el CrossFit en tu vida?
Uf, de muchas maneras. Yo partí entrenando como a los 13 años y partí porque mi mamá hacía CrossFit y le encantaba, y tuvo un cambio físico brutal. Entonces yo estaba justo en mi pubertad, donde una ya se empieza a mirar el cuerpo y yo dije: igual me gustaría ponerme más fitness.
Yo toda mi vida he hecho deporte, siempre me ha gustado, pero en ese tiempo estaba más dejada… Y un día mi mamá me invitó y me gustó harto. Empecé a enganchar al darme cuenta de que igual había un ambiente sano de competición, siempre me ha gustado competir.
De a poco empecé a meterme más en esto y mi nivel empezó a ser cada vez mejor. Yo ahora lo entreno todos los días, el CrossFit ya es parte de mí, es mi pasión.
Desde que se me metió en la cabeza la idea de que quiero ser la mejor y llegar al mundial de CrossFit, esto ya es un hábito para mí. Siempre estoy buscando cómo mejorar, pensando en qué me falta, siempre trabajo en pro de mejorar mi rendimiento.
Al final por eso mismo me metí a estudiar Ciencias del Deporte, quiero que mi vida siempre esté ligada al deporte y al CrossFit, yo no me imagino mi vida sin CrossFit, no me imagino a mí sin CrossFit.
Me encanta el la comunidad, la gente, me encanta competir, me encanta ver cómo voy mejorando, incluso me gusta enseñar este deporte. Además en Chile aún no hay entrenadores 100% dedicados a esto o que hayan estudiado una carrera que te prepare en todas las áreas.
¿Cuál ha sido tu mayor logro en este deporte que practicas?
En CrossFit se compite por categorías, cada categoría depende de tus habilidades y nivel. Porque en CrossFit se hacen muchas cosas: nadar, caminar de manos, correr, levantar pesas, gimnasia, es muy amplio. Está la categoría Rookie, Scaled, RX y Elite.
Yo tuve mi primera competencia en Elite este año, esta es la categoría más alta. En esa oportunidad quedé cuarta y ahora hace poco también quedé cuarta, ese ha sido mi mejor lugar porque he estado bien cerquita del podio.
Me ha ido super bien en ese sentido porque estoy hace poquito en esa categoría.
Kilya levantando 111 kilos en sentadillas.
¿Qué planes tienes a futuro en relación al CrossFit?
Quiero ser la mejor. Quiero ser la mejor de Chile, la mejor de Latinoamérica. Yo me prometí que aunque sea una vez en la vida, tengo que llegar al mundial alguna vez (CrossFit Games), y ya después si las cosas se van dando, ir más veces.
Hasta ahora las cosas se me han dado muy bien. He tenido harto apoyo de marcas que me quieren auspiciar. Mi familia también siempre ha estado conmigo.
Mi mamá me ha apañado a todas, ella es un 7 conmigo, siempre me acompaña a las competencias, además me entiende full porque ella sigue entrenando. De hecho, yo entreno a mi mamá ahora… Yo le hago la planificación de CrossFit. Ella es demasiado bacán conmigo, siempre me tira para arriba.
Y bueno pensando en algo mucho más adelante quizás me gustaría entrenar a más gente y tener mi propio gimnasio, pero por ahora mi prioridad es enfocarme en mí como atleta.
¿Algún mensaje final que quieras entregarle a la comunidad que nos lee?
Que sigan sus sueños, hay que pensar en uno, en lo que uno quiere hacer. Por ejemplo, mi carrera se ve como una carrera donde no vas a ganar lucas, pero para mí el cómo te desenvuelves como profesional, el ambiente que tu creas, el círculo con el que te rodeas es algo que influye mucho.
Para mí en cualquier cosa se puede llegar lejos, pero depende de tu objetivo y las ganas que tú le pongas. No hay que tener miedo a arriesgar, porque al final la felicidad propia es lo más importante, y qué mejor que hacer lo que te llena y apasiona. Siempre hay que salir de la zona de confort, eso para mí es un lema.
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