Fernanda Subiabre tiene 29 años y es una ciclista maipucina. Si bien nació en Puerto Montt, y se dio unas vueltas entre Coyhaique y su ciudad natal antes de llegar a la capital, hoy suma varios años de carrera participando en distintas competencias en las que representa a Maipú desde que llegó en 2015.
Hace unas semanas, esta destacada vecina que entrena por las mañanas y en la tarde es anfitriona en un hotel, ganó el primer lugar en la «Vuelta Ciclística de la Leche», en Puerto Octay, en la Región de Los Lagos.
Según cuenta, su entrenamiento en ciclismo de ruta lo comenzó a los 19 años con una bicicleta de paseo con Arturo Corbalán, quien actualmente sigue siendo entrenador en Curicó». Él fue a Coyhaique en ese tiempo y fue a captar ciclistas, a mostrar ese deporte y lograr formar un grupo con el cual se podían hacer salidas grupales».
«En una de esas salidas me sumé y empecé a entender un poco más el ciclismo y me empezaron a enseñar distintas cosas como la seguridad arriba de la bicicleta, a avisar los hoyos en el trayecto (…), todas las cosas que son básicas, pero que a la vez con muy importantes arriba de la bici», añade.
Un año después de sumarse a esa experiencia, Fernanda siguió entrenando con ese equipo y la Municipalidad de Coyhaique le entregó una bicicleta, la cual la uso durante un tiempo, hasta que llegó el momento en que se tuvo que comprar otra.
La primera bicicleta y ser seleccionada nacional
La ciclista se mudó de vuelta Puerto Montt, donde estuvo seis meses intentando ejercer el ciclismo allá. «Lo único que logré en ese tiempo fue juntar dinero con una amiga en la calle vendiendo rosquillas y me compré el primer marco de bicicleta, fue una Scott. Desde ahí, de a poquito, empecé a ver si podía conseguirme ruedas», cuenta.
Tras un breve regreso a Coyhaique, en 2014, la primera bicicleta que tuvo era una Scott, de color azul y de fibra de carbono, gracias a la ayuda de un amigo que la ayudó a armarla. «Lo único que me faltaba era el volante y como en ese tiempo yo estaba conociendo a mi pareja, me dijo que él la terminaba. Eso fue cuando me vine a Santiago en el año 2015», señala.
Ya en 2016, Fernanda era parte de la Federación Deportiva Nacional de Ciclismo de Chile (FEDENACICH), con quienes participó en 14 competencias, entre las que se incluyen los Juegos Bolivarianos 2017, los Juegos Panamericanos de San Juan 2018 y los Juegos Sudamericanos ODESUR 2018.
Sin embargo, debido a la pandemia, tuvo que dejar la selección por lo que empezó a entrenar desde casa. «Tuve que optar por una beca de la municipalidad para poder comprar pesas y desde ahí estoy intentando volver a estar en la selección, pero el año antes pasado me fracturé la clavícula», lo que atrasó su vuelta a la federación.
«La bicicleta me cambió la vida»
«La sensación de estar arriba de la bici, sentirme libre», expresa la maipucina respecto a lo que más le gusta de esta actividad. «Hay momentos en los que puedo estar conversando de los más bien y hay momentos en los que puedo estar sufriendo. Pero todo eso, más la adrenalina y la felicidad es impagable. El ciclismo me hizo abrir los ojos y ver otro mundo (…) me cambió la vida».
Jonathan Velázquez es su pareja y fundador del grupo Maipú Cycling, donde Fernanda fue uno de los miembros iniciales «una vez llegaron como 20 al entrenamiento, después quedaron 12 y empezamos a hacer actividades en la Plaza de Maipú (…). El ciclismo deportivo-competitivo, lo inicié en este grupo con mi pareja».
Y es «él el que me ha ido orientando en el ciclismo, lleva muchos años más que yo arriba de la bici. Es mi pareja y mi profe», dice la ciclista, agregando que «nunca ha dejado de correr por Maipú«.
«Al momento de entrenar con ellos, sé que no me va a pasar nada, a no ser que haya una persona nueva. (…) Entonces, con un equipo, uno se siente más segura cuando estamos en la calle y en caso de algo le pase a uno, entre todos nos ayudamos». En cambio, relata que cuando está en una carrera, todo ese ambiente cambia «porque ahí tú estás con mucha gente y es muy competitivo, pueden pasar millones de cosas».
La dificultad del financiamiento
En cuanto al financiamiento, Subiabre cuenta que en un principio no tenía tantos recursos, pero pudo comprar lo que necesitaba con el apoyo de Jonathan.
«Mientras estaba en la selección, recibí un dinero que me duró dos años y con eso me compré ruedas y la bicicleta de pista. Después, como no pude competir, no pude renovar», señala.
«Ahí es cuando postulé a la beca de la municipalidad, en donde me dijeron que me iban a dar un millón y al final me dieron 500 mil pesos». Respecto a los auspiciadores, Fernanda dice «tengo muchos. Uno de ellos es Smartlife, quien me apoya con ropa», es decir, con la tricota, la cual necesita para competir.
Actualmente Fernanda se está preparando para el Campeonato Nacional de Ciclismo de Ruta, esperando quedar entre las primeras mejores y lograr clasificar directamente al Panamericano que será este año en Chile y también en ciclismo de pista en el Velódromo de Peñalolén.
«Nunca dejen de andar en bicicleta porque ayuda física y mentalmente. Andar en bici encuentro que es un buen medio de transporte, te saca todo el estrés y saca todo de ti. Además, que te saca de tu zona de confort», cierra diciendo la maipucina a toda persona que se esté iniciando en este deporte.