De un tiempo a esta parte el centro cívico de la comuna se ha tornado en un lugar hostil para peatones, automovilistas y personas que se mueven en transporte público. La construcción del corredor de Transantiago tiene fraccionada a la Plaza Maipú en múltiples pedazos, y entre tierra, escombros y cemento, la gente tiene que hacerse paso.
Sin embargo, y más allá que algunas vías cerradas se usen como estacionamientos, preocupa la gran cantidad de comerciantes ambulantes, que la hacen aún más complicada de transitar.
De entre todos, lo que más hay son cocinerías populares, que entre aceites que fríen sopaipillas, empanadas y de todo «un cuanto hay», van impregnando el aire a fritura.
A eso se suman dos ferias organizadas por el Municipio, que atochan aún más un espacio que se hace pequeño. Sin duda que nadie está pensando en los vecinos.
Las fotos fueron hechas por Nicolás Aravena, Director de La Voz y haciendo clic en ellas puedes ampliarlas
