Una familia maipucina sufrió el robo de su furgón el pasado domingo por la tarde en el estacionamiento del Líder de Avenida Pajaritos con Luis Gandarillas. Gracias a una persecución ciudadana se pudo frustrar el delito, pero los dueños del vehículo acusan que recibieron un nulo apoyo por parte del supermercado y los guardias de seguridad.
Según su relato, pasadas las 18:30 horas de ese día, Luis Chamorro y su esposa María Eugenia llegaron junto a su hijo Ricardo, de 6 años, llegaron hasta el supermercado para realizar compras en su furgón blanco, el que dejaron en el mismo estacionamiento del recinto y tardaron cerca de 30 minutos en comprar lo que necesitaban.
«Cerca de las 19:00 horas íbamos bajando al subterráneo, donde está el estacionamiento. Cuando íbamos en la cinta mecánica nos percatamos de que se iba echando para atrás el furgón nuestro», contó Luis a La Voz, agregando que cuando quisieron detener el hecho, el delincuente que iba conduciendo el furgón intentó atropellarlos.
«El tipo nos tiró el furgón encima y lo que alcanzamos a hacer fue mover a nuestro hijo y yo le pegué al vidrio», recuerda Luis.
Si bien solo un sujeto iba conduciendo el furgón de Luis y María Eugenia, había otro auto blanco que, al parecer, custodiaba al delincuente. «No recuerdo qué marca era, parece que Hyundai, y salió rajado delante del furgón», detalló el afectado.
Un acomodador de autos, adulto mayor, se percató de lo que ocurría y corrió hasta la salida a la que se dirigían ambos vehículos, sin embargo, no logró alcanzarlos. Fue otro cliente que se movilizaba en su auto el que también se dio cuenta de lo que pasaba y comenzó una persecución ciudadana.
Inmediatamente, otro matrimonio que estaba presente en el estacionamiento le preguntó a Luis qué estaba ocurriendo. Cuando él les relató la situación, la pareja le dijo que se subiera al auto, y también comenzaron a seguir al furgón.
Mientras la persecución ciudadana se llevaba a cabo por distintas calles de Maipú, María Eugenia y su hijo se quedaron asustados en el estacionamiento, recibiendo contención de los acomodadores de autos. En ningún momento llegaron guardias de seguridad del supermercado para chequear qué estaba pasando ni prestar ayuda a las víctimas.
Volviendo a la persecución, Luis recuerda que lograron encerrar, entre los dos autos, al tipo que iba en su furgón. «Yo me bajé para abrirle la puerta, pero el tipo nuevamente intentó atropellarme y se fue por la vereda. Ahí los dos autos se fueron persiguiéndolo rajados y yo me quedé ahí», explica.
Otro ciudadano le ofreció llevarlo, y Luis decidió volver hasta el estacionamiento del supermercado para acompañar a su esposa e hijo, quien, por cierto, es del Espectro Autista (TEA).
Cuando Luis se reunió con su familia, aún no llegaba seguridad, y a los 20 minutos aparecieron los ciudadanos que lo estaban ayudando con su furgón. «Creo que el tipo se vio acorralado, entonces abandonó el vehículo y se fue corriendo», dijo el maipucino afectado.
Si bien el vehículo quedó con daños en la chapa y en las puertas, lo que más le preocupa a Luis es que en ningún momento se acercó alguien de seguridad a socorrer a su familia. «Yo subí a administración, pedí hablar con el jefe de guardias y la respuesta que me da es que los fines de semana les mandan poca dotación y los ponen en puntos estratégicos, y yo le dije ‘y el estacionamiento, ¿Qué es entonces?'», cuestionó Luis.
Cuando Luis empezó a exigir respuestas, asegura que desde el supermercado le sugirieron escribir lo ocurrido en el libro de reclamos y esperar. «¿Esperar qué?», se pregunta Luis con legítimo enojo. Según su testimonio, además, los trabajadores le insistían en que «a las 9 cerraban», haciendo referencia a que debía abandonar el lugar con su vehículo recuperado, el que no podía hacer andar fácilmente.
Desde el supermercado, según el relato de Luis, ni siquiera se llamó a Carabineros, que llegó eventualmente, después de seguridad ciudadana, gracias al llamado de María Eugenia.
«A mi esposa le dio una crisis de pánico, y fue muy difícil también contener a mi hijo que tiene autismo… Yo con la adrenalina estuve fuerte hasta que llegamos a la casa, ahí nos pudimos desahogar, nos abrazamos y gracias a Dios estamos bien», expuso Luis.
Carabineros tomó la declaración de este matrimonio, que además dejó el reclamo hecho en el Sernac, en contra del supermercado Líder.
La pareja afectada ha podido identificar a algunas de las personas que los ayudaron, a quienes les agradecieron personalmente. Sin embargo, saben que hay otros ciudadanos que fueron fundamentales para recuperar su vehículo y para mantener la calma. Si bien no saben su identidad, quieren aprovechar esta publicación para agradecerles, de corazón, su colaboración con el hecho.
María Eugenia, además, quiso hacer su descargo en La Voz sobre lo ineficiente de las cámaras que habría instalado Líder en el estacionamiento. «Pueden estar acosando a alguien y ellos no van a tener idea de lo que pasa», cuestionó la mujer. «Yo creo que el que estaba encargado de las cámaras estaba durmiendo o algo así», complementó su marido.
«Los mismos Carabineros nos dijeron que aquí siempre es el mismo chiste, les dicen que las cámaras no funcionan, que justo estaban apagadas, que justo apuntaban a otro lado del delito…», dijo molesta la mujer.
Si bien el matrimonio y su hijo se encuentran bien dentro de todo, continúan con el miedo y la impotencia de saber que no pueden contar con seguridad de calidad en el estacionamiento de este supermercado, que casi nulas son las soluciones que les han dado.
Desde La Voz de Maipú nos contactamos con el supermercado Líder, desde donde prefirieron no referirse al hecho.
Cabe señalar que la Ley N° 19.496, sobre la Protección de los Derechos de los Consumidores, estipula que los clientes tienen el derecho a la seguridad durante el consumo de bienes y servicios al interior de los recintos comerciales, lo que también incluye la zona de estacionamientos.
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