En horas de la madrugada de este martes, al rededor de las 4 AM según señalaron algunos vecinos, el mural dedicado a Itan Badilla Ahumada sufrió un incendio que consumió en su totalidad tanto la pintura de la muralla como las decenas de peluches y juguetes que le habían estado dejando sus visitantes.
Se trata de aquel niño de 6 años que murió la noche del domingo 28 de febrero de 2021 en medio de un procedimiento policial en Maipú, donde una patrulla de Carabineros perseguía a otros dos vehículos por Segunda Transversal y, al llegar a la intersección con Américo Vespucio, uno de los funcionarios ejecutó su arma de servicio y disparó, pero en lugar de herir a alguno de los delincuentes el impacto le llegó a Itan, quien viajaba junto a su familia.
«Hoy nos despertamos con la noticia de que se había producido un incendio en tu lugar.
Lugar que las personas le dieron otro sentido, con cada muestra de cariño, peluche o juguetes. Muestras de agradecimiento por favores concedidos», expresaron sus familiares y seres queridos que mantienen activa la cuenta @justiciaparaitan.
Según lo señalado, esa misma tarde realizaron arreglos provisorios en la esquina que trae «sentimientos encontrados». «Pintamos y decoramos como pudimos, con la ayuda de personas que jamás pensamos que estarían, personas que pasaban y se acercaban, contándonos que traían presentes para ti, personas que viven al rededor y te tienen cariño. Autos que pasan y tocan la bocina o simplemente personas que se persinan y pasan a lo lejos por respeto. Esperamos que pronto podamos volver a tener este espacio como estaba o mucho mejor aún», sentenciaron en el mensaje.
Aunque algunos señalan que el incendio se podría haber producido por alguna vela encendida, como se acostumbra a mantener, no se descarta la participación de terceras personas, por lo que se estaría gestionando la revisión de cámaras en el sector.
Justicia para Itan
Cabe recordar que semanas tras lo ocurrido, el Carabinero que resultó responsable del homicidio fue formalizado por cuasidelito de homicidio, pero a pesar de que la Justicia reconoció el actuar «imprudente y temerario», sobre todo considerando la cantidad de personas que circulaban en el lugar a la hora de hechos, el imputado quedó en libertad con firma mensual y arraigo nacional en lo que dure la investigación.
Al día de hoy, aún no hay sentencia, mientras la familia busca que el cargo llegue a homicidio calificado y el excarabinero pueda ser sentenciado a una pena máxima de 10 años y un día a 20 años de cárcel.