Un profundo desencanto. Eso es lo que sienten varias agrupaciones vinculadas a los derechos humanos y la memoria en el contexto de la dictadura encabezada por Augusto Pinochet. Ayer por la mañana, se dirigieron a La Moneda para entregar una extensa carta de siete páginas al presidente Gabriel Boric.
La decepción se debe a las declaraciones del asesor presidencial encargado de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, el exconvencional Patricio Fernández, que fueron ampliamente cuestionadas la semana pasada.
Entre las 161 organizaciones firmantes se encontraban algunas emblemáticas como la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), la Red de Sitios de Memoria, la Agrupación de Mujeres Democráticas, la Agrupación de Exmenores Víctimas de Prisión Política y Tortura, la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad y el Centro Cultural de DD.HH. Salvador Allende, entre otras.
Inicialmente, los representantes no tenían previsto ingresar al Palacio, pero finalmente lograron ser recibidos por el jefe de gabinete del presidente Boric, Carlos Durán (CS). Le entregaron la carta en la que expresaban su profunda decepción por «las expresiones que el señor Patricio Fernández Chadwick ha realizado de manera reiterada». Según acusaron en la carta, Fernández «ha evadido de manera frívola condenar el Golpe de Estado sedicioso llevado a cabo por los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el Director General de Carabineros, que puso fin a la institucionalidad democrática del país».
Todo esto se originó a raíz de una entrevista realizada a Fernández en Radio Universidad de Chile, en un programa conducido por el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales Manuel Antonio Garretón. En esa ocasión, Garretón le preguntó si «es posible encontrar puntos en común (en el marco de la conmemoración) cuando hay un porcentaje considerable de la población que dice: ‘Eso (el Golpe) fue necesario (…)'».
Ante esto, Fernández respondió: «Entonces, ¿cuál crees que es el desafío principal al que nos enfrentamos en estos momentos? Tú, la historia seguirá debatiendo por qué ocurrió o cuáles fueron las razones o motivaciones del Golpe de Estado. Eso lo veremos y lo seguiremos viendo. Pero lo que podríamos impulsar con toda nuestra fuerza y voluntad es decir: ‘Está bien, tú, los historiadores y los politólogos pueden debatir por qué y cómo llegamos a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que los eventos posteriores a ese Golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio'».
Estas declaraciones generaron un fuerte rechazo en las agrupaciones y en el Partido Comunista, que condenaron su postura. También se sumaron algunas voces del Partido Socialista, como la del diputado Juan Santana, quien el viernes publicó en su cuenta de Twitter que «si Patricio Fernández no se retracta, no debería seguir en su cargo». En respuesta a las declaraciones de Fernández, la carta menciona que «el acto inicial de derrocar un gobierno democrático también es un acto ilegal, considerando además que la evidencia histórica nos permite ver que el Golpe civil y militar se estuvo gestando mucho tiempo antes, con la ayuda y financiamiento de Estados Unidos».
Por lo tanto, concluyen que «es una señal muy negativa que Patricio Fernández Chadwick, en su cargo, no condene el Golpe de Estado y relativice ese acto fundamental de la brutalidad criminal que comenzó el 11 de septiembre de 1973». Por lo tanto, solicitan al presidente Boric que «revoque el cargo de coordinador interministerial para la conmemoración de los 50 años del golpe al señor Patricio Fernández Chadwick y designe a alguien comprometido con la verdad histórica incuestionable de estos acontecimientos y que sea un impulsor en esta conmemoración».
Al salir de la reunión con Durán, Alicia Lira, presidenta de la AFEP, afirmó que «había mucha indignación, mucho malestar, en relación a la actitud (de Fernández), no solo por sus palabras, sino por su actitud constante. Desde su nombramiento, nos sorprendió».
Con su acción y lo que representa, ha agotado nuestra paciencia…». Ante esta situación, fuentes del gobierno comentaron que Fernández considera que el tema se ha magnificado a partir de una noticia falsa y enfatizan que él nunca ha defendido el Golpe. También mencionan que el exconvencional ha mantenido conversaciones regulares con Boric y que el Presidente entiende que sus declaraciones han sido sacadas de contexto.
En esa línea, algunos sostienen que lo que se observa es una diferencia de opinión en cuanto al relato de la conmemoración, y que parte de la izquierda no está satisfecha con él. Sin embargo, otras fuentes del gobierno sugieren que es necesario convocar urgentemente a una nueva sesión de la comisión encargada de la conmemoración, que incluye a los partidos políticos del gobierno y, por lo tanto, al Partido Comunista. La última reunión que tuvieron fue el 18 de mayo pasado, en la cual se adelantaron algunos planes, como la sustitución del Monumento a Pinochet de La Junta, en Aysén.
Ante el enfrentamiento, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo (PC), afirmó en La Moneda que «nosotros no hemos relativizado ni relativizaremos jamás lo que esta ruptura democrática, los golpes de Estado y las violaciones generalizadas a los derechos humanos han implicado para nuestro país y que aún significan un gran dolor para muchos compatriotas (…). El llamado, obviamente, es reflexionar, pero reflexionar para proteger y fortalecer nuestra democracia». Cuando se le preguntó si Fernández se equivocó en sus declaraciones y si también se refería a él en su llamado, Vallejo respondió: «También fue un llamado hacia él».
Durante la tarde de ayer, Fernández fue a La Moneda, donde tiene su oficina, y se reunió con la ministra del Interior, Carolina Tohá. Al salir, el exconvencional manifestó que no considera que haya cometido un error en sus declaraciones. Y cuando se le preguntó si había considerado renunciar, respondió: «He considerado de todo… Uno está aquí para tratar de ayudar y hacer que la conmemoración sea lo más inclusiva, amigable, reflexiva y productiva posible. Si algo ayuda a eso, está bien. Y si algo obstaculiza eso, debería resolverse». «Toda mi vida me he dedicado a que sea precisamente la verdad y la historia compartida lo que más se sepa, así que no soy un negacionista», agregó.
El PC quiere la salida de Patricio Fernández
El PC insiste en la salida del exconvencional De todos modos, los comunistas insisten en que la salida de Fernández es necesaria. De hecho, el secretario general del partido, Lautaro Carmona, planteó el tema en la reunión del comité político que tuvo lugar al cierre de esta edición en Palacio. Mientras tanto, se sumó al encuentro con Durán el diputado Boris Barrera (PC).
Al salir y ser preguntado por La Tercera, afirmó: «Valoré que el Presidente haya enviado a su jefe de gabinete, porque eso es lo que nos dijo, que fue el propio Presidente quien le pidió que recibiera a las organizaciones para recibir personalmente la carta».
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Me pareció un buen gesto. Ojalá que el Presidente encuentre relevante el contenido de esa carta, la renuncia de Patricio Fernández». Otras figuras del PC repitieron el mensaje. Por ejemplo, la diputada María Candelaria Acevedo (PC) afirmó que «la renuncia de Fernández es un gesto mínimo que el gobierno podría hacer después de sus declaraciones negacionistas«.
Esto es algo que han expresado de manera unánime las organizaciones de derechos humanos y otros sindicatos, que han visto en las palabras de Fernández un negacionismo inaceptable». Por su parte, la diputada Carmen Hertz (PC) aseguró que «apoyo plenamente la petición que diversas organizaciones (…) han hecho al Presidente de la República para que destituya a Patricio Fernández«.
En medio de toda esta polémica, Fernández publicó una «aclaración» en su cuenta de Twitter, que fue grabada por Garretón. En ella, el Premio Nacional afirma que «muchas de las interpretaciones que se han hecho no consideran el contexto ni el contenido de la conversación (…). Patricio Fernández y yo concordamos en que el Golpe militar no tiene justificación, explicación o contexto que lo legitimen».