Esta semana, el Templo Votivo de Maipú volvió a hacer sonar las campanas como se hacía hasta antes de marzo de 2022, cuando una vecina de la comuna expresó su preocupación por cómo afectaban a la comunidad TEA en los alrededores, especialmente a su hijo que estudiaba en el Colegio Bernardo O’Higgins, que queda prácticamente frente al Santuario Nacional.
De acuerdo con lo que expresó en esta oportunidad Ana María Rodríguez en Contigo en la Mañana, en aquella oportunidad se le había mostrado cierta empatía por parte de la entonces administración liderada por el padre Raúl Arcilla, pero ahora, el nuevo rector del Templo, el padre Marcerlo Aravena, decidió la reactivación de las campanas, acción justificada por la «tradición».
«A mi hijo le afecta demasiado. Presenta crisis, llanto, puede incluso arrancarse. Es un problema gravísimo. A él le afecta 100 veces más el ruido de las campañanas que como lo sentimos nosotros. Es un problema sensorial que tienen los niños TEA», expresó la vecina, explicando que aunque es posible contrarrestar la situación con el uso de audífonos, afecta de todas maneras su calidad en la educación.
«Es imposible tener un niño con audífonos. Que la profesora se esté preocupando de ponerle los audífonos cada vez que suenan las campanas […] Cada curso tiene dos o tres niños con TEA, entonces no es solo el caso de mi hijo, es la comunidad completa del colegio la que se ve afectado», agregó en ese sentido, solicitando que restrinjan su uso en horario escolar al afectar, por lo menos, a otras tres comunidades más que se encuentran en el sector.
Según comenta Ana María, no se entiende que la decisión se haya tomado a pesar de haber hablado hasta con el alcalde Tomás Vodanovic y que ninguna autoridad del Templo se haya tomado el tiempo de contactarla para avisarle sobre la situación. «Que cumplan su palabra, si ellos habían suspendido las campanas por un tema acústico, iban a hacer un estudio ambiental, que me iban a informar acerca de la contaminación acústica que producía y cómo le afectaba a los niños, pero no hicieron nada […] La empatía de la iglesia católica fue nula», aseguró.
El padre Aravena, por su parte, señaló que, en el marco de la reciente celebración a la Virgen del Carmen que se realizó en el Templo Votivo,se consideró prudente retomar el toque de las campanas, enfatizando en que, de todas formas, se había disminuído solo 3 veces al día en lugar de las 13 que se programaban con anterioridad.
«Esta es una tradición de Maipú, no solamente de la iglesia. Al reconectar la campana no hemos transgredido ninguna ordenanza municipal […] Conversé con el alcalde y me dijo que no había ningún problema. Creo que hicimos un gran gesto al disminuir las campanadas a solo 3 al día para no molestar a aquellos que les pudiese molestar», fue parte de lo comentado por el padre rector del Templo para Contigo en la Mañana.
Durante esta jornada, en un nuevo despacho en vivo, el sacerdote señaló en un contacto telefónico que está dispuesto a conversar y disminuir aún más el número de campanadas, insistiendo en que era una melodía religiosa que «no excedía los decibeles de la calle».
«En atención a la tradición maipucina, que es muy larga, por qué no me deja una vez al día, al medio día, y el fin de semana, y corto todo lo demás», fue la propuesta «de buena voluntad y empatía» del padre Aravena antes del cierre del despacho, lo que no fue del todo aceptado por la afectada ya que de todas formas interrumpe el horario escolar, pero de todas maneras quedaron de llevar a cabo una reunión.