Las comparaciones –dicen- siempre resultan odiosas. Sin embargo en política, siempre es necesario comparar. Por cierto también analizar.
La DC nuevamente volvió a dar una lección a los demás partidos de la nueva mayoría en Maipú. Demostró –una vez más- y con creces, que es el partido político que mueve más gente en la comuna. No es casualidad que de los alcaldes de la comuna desde el retorno a la democracia, tres hayan sido del partido de la falange y uno de RN. A mayor abundamiento: desde el año 1992 hemos tenido 22 años la comuna en manos de algún representante de la DC.
Sin embargo la política va cambiando. Los nuevos tiempos, una nueva ciudadanía, exigen nuevos mecanismos de selección. Por ello el 2012, Christian Vittori logró convertirse en candidato, a pesar de no ser el elegido por el Alcalde saliente: Alberto Undurraga.
El 16 de enero de 2012, La Voz de Maipú tituló en su edición online: “Vittori tocó el cielo: ganó las primarias de la DC”. Ese día votaron más de 4.500 personas y Vittori obtuvo 2.296 sufragios, versus 1.590 de David Morales (el candidato de Undurraga). Hector Canales (Q.E.P.D) alcanzó 137 votos.
El 13 de marzo de 2016, es decir 4 años, 1 meses, y 27 días después, la DC celebró nuevamente primarias y Freddy Campusano obtuvo 2.171 votos contra 1.130 de Mauricio Ovalle. Sin embargo, Campusano no toca el cielo. Al menos no todavía
Primarias con sabor diferente
Cuando Vittori ganó el derecho a ser candidato a alcalde por Maipú, lo hizo con un Alberto Undurraga que tenía claro que buscaría ser senador. Es decir, el alcalde en ejercicio se iría de la comuna.
Esta vez todo es diferente. Christian Vittori renunció a la DC y lo hizo, según señaló en medios de prensa nacionales, mientras logre demostrar su inocencia en el denominado caso de la basura, que ha salpicado a su gestión.
No obstante Vittori sigue decidido a competir por la alcaldía. Y lo hará a todo evento dicen sus cercanos. La primera idea fue competir en esta primaria de la DC, pero el partido no lo permitió. Luego su equipo esbozó el plan de que compita en las primarias de la nueva mayoría como independiente, cuestión que tampoco fructificaría.
Cuando Vittori ganó las primarias, se convirtió en Alcalde de Maipú. Ese día, estaba claro que la primaria de la nueva mayoría sería un escollo simple de saltar. Y lo fue. Contra Carol Bortnick (PPD) y Hernán Calderón (PS), Vittori no tuvo dificultades. Obtuvo un 59% de los votos y se convirtió en candidato a Alcalde, en una comuna que, históricamente no es pro derecha.
Hoy todo es diferente. Campusano dio un paso importante y, de momento, no asoman candidatos que lo puedan poner nervioso en una primaria de la nueva mayoría. Su fantasma tiene nombre y apellido: Christian Manuel Vittori Muñoz.
De persistir en su idea de llegar hasta el final, se podría dar un escenario en el cual Chile Vamos lleve un candidato (suenan desde Catherine Barriga a Cecilia Pérez) y la nueva mayoría iría con Campusano. ¿Y por fuera? Vittori. Ante ello, el triunfo del candidato de la derecha, sea el que sea, no sería complicado.
Por ello hoy no hubo botellas de espumante en la primaria. Campusano celebró con mesura. Pues sabe que el trayecto que le queda es, más corto que cuando comenzó, pero suficientemente largo y lleno de ripios.
Desde hoy se abre un escenario inédito en la política local. Vittori y Campusano tendrán –en algún momento- que sentarse a conversar de política. Si los egos son más fuertes, las rabias más profundas y no son capaces de ponerse de acuerdo, que nadie se extrañe si la próxima elección la gana un representante de Chile Vamos.
El factor municipal
De estas primarias se dijeron muchas cosas en relación al actuar del aparataje municipal. Se decía, por ejemplo, que rondó la idea de ir a votar en masa y escribir en el voto Christian Vittori, como un modo de protesta.
Este redactor conversó con un alto asesor municipal, a menos de 12 horas de iniciadas las primarias. Lo hice en un café del paradero 15. El encuentro fue casual. Desde el municipio, mirarían con atención el proceso, me dijo, “pues si van a votar 1000 o 1500 personas, entonces la primaria queda muy disminuida”, me dijo.
Sin embargo la primaria –en términos de convocatoria- fue un éxito. 3.966 personas votaron y cientos quedaron sin hacerlo. Al parecer el padrón electoral usado, era de larga data.
El Municipio fue a votar y estuvieron presentes todos los altos cargos de la gestión en el proceso. Divisé al Jefe de Gabinete: Rodrigo Velásquez. También al Director de DIDECO: Jaime Azua. En algún momento anduvo la Administradora Municipal (S) Alejandra Bustamante y apareció también, Raúl Villagran quien es SECPLA.
Al momento de analizar la votación obtenida por Campusano, sorprende que efectivamente hubo una cantidad de votos blancos y nulos, importante. Esos serían los de los municipales, que si bien apoyaron a Donoso o Newman (u otros candidatos), no decantaron por candidato a alcalde. En ese ejercicio, los porcentajes obtenidos por Campusano y Ovalle, son los siguientes.
En tanto descontando blancos y nulos (que sumados alcanzan 665), los resultados quedan así
La votación de los candidatos a concejales de la gestión municipal (Donoso y Newman), alcanzó los 1.212 votos, por lo cual se infiere que varios municipales no hicieron caso e igual plasmaron su preferencia. Por ello me hace sentido una frase que escuché en el equipo de campaña de Campusano. Fue un análisis rápido, pero que puede tener sentido: «al final Donoso igual le tiró votos a Campusano». ¿Será tan así? Queda pendiente para un próximo análisis.