- Con una tasa de desempleo en el Gran Santiago de un 9,4% en marzo, es decir, con 289.300 personas desocupadas que buscan trabajo, ir a entrevistas laborales y hablar sobre el salario es una tarea más difícil aún. Por ello, una especialista de la Universidad del Pacífico entrega algunas sugerencias para quienes debutan en el mundo laboral en este escenario.
Sortear de manera exitosa un proceso de selección laboral implica para el interesado no solo conseguir el puesto, sino también poder alcanzar algunas metas y expectativas, sean éstas de sueldo y/o de beneficios. Sin embargo, para que esto suceda, es clave contar con cierta información para la eventual futura negociación, que dé pie a un exitoso arreglo.
Para evitar errores, lo primero es informarse acerca de la situación del mercado. “Se debe partir por consultar directamente a personas que ya se encuentren trabajando en posiciones similares. En el caso de un profesional recién egresado de la Educación Superior, que quizás aún no cuenta con tantas redes de contacto, siempre es importante recurrir a sus profesores, como fuente para informarse sobre el rango de sueldo que debiese percibir un recién titulado de esa casa de estudios y de esa carrera en particular”, señala Carolina Gutiérrez Jofré, Jefa de carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico.
Adicionalmente, la especialista en gestión de recursos humanos indica que “hoy los profesionales pueden informarse a través de diversos sitios web, tales como www.mifuturo.cl, en donde existe el ítem ´Empleabilidad e Ingresos´, en el cual se puede encontrar información sobre el ingreso promedio percibido al cuarto año después de haber egresado de la Educación Superior. También existe la posibilidad en www.trabajando.com de tener una cuenta Premium, que conlleva un pago online, en donde se puede acceder a un ´Informe Laboral´ con un análisis de rentas de mercado en relación al perfil del usuario y cargo específico que desempeña en la actualidad y/o al cual se desea postular, lo cual puede entregar importantes datos referenciales para negociar un sueldo”.
En este sentido, hay que tener claro que en la mayoría de las ofertas de trabajo se pide incluir las expectativas salariales, las que siempre deben contestarse, indicando el monto bruto o líquido a percibir, según corresponda.
En este punto, la docente de la Universidad del Pacífico advierte que se debe ser concreto. “Al momento de responder cuáles son las expectativas salariales, nunca es recomendable responder ´sueldo acorde al mercado´. Ello, porque siempre el área encargada de Reclutamiento y Selección en una empresa necesita información certera respecto al sueldo que desea percibir el candidato, de modo de poder pre-seleccionar a quienes efectivamente se ajusten al rango salarial que se dispone para el cargo en particular. Por tanto, un candidato incluso podría no ser pre-seleccionado para un cargo sólo por no responder cuáles son sus expectativas reales y concretas de sueldo”, aclara.
Contrario a lo que muchos piensan, Carolina Gutiérrez señala que al momento de concretar una entrevista laboral, cabe la posibilidad de que no le pregunten al postulante acerca de lo que desea ganar. “Si no se plantea abiertamente el tema del sueldo, es posible, al final de la entrevista, consultar al entrevistador cuál sería el rango salarial del cual dispone la empresa para el cargo ofertado. De todas formas, si una persona es citada a una entrevista de trabajo es porque efectivamente las expectativas de sueldo que planteó en su currículum vitae se ajustan al salario que la empresa tiene dispuesto para el cargo. De no ser así, el entrevistador debería informarle al candidato, de modo que este último indique si puede re-ajustar sus expectativas de renta, conociendo las reales condiciones salariales ofertadas para el cargo”, acota.
No todo es dinero
Cuando la renta ofrecida para el cargo no es la que se espera, pero al candidato le interesa el puesto, tiene diversas opciones. “Por una parte, puede aceptar el salario ofrecido, pero compensando dicha situación con otro tipo de beneficios adicionales al sueldo líquido base percibido, tales como días adicionales de vacaciones, bonos por productividad, convenios de salud, etc. También se puede dejar estipulado formalmente con su nuevo empleador un aumento salarial luego de algún período de tiempo consensuado por ambas partes, como por ejemplo después de llevar un año en el cargo, habiendo tenido un desempeño exitoso”, sugiere la especialista.
Por otra parte, también se puede negociar tomando en cuenta otras condiciones. “En el caso de postular por primera vez a un cargo, recién titulado, es importante no sólo considerar la compensación monetaria, sino que también las compensaciones no monetarias asociadas al cargo, ya que por ejemplo, si deseo adquirir experiencia profesional, sería preferible transar en lo referente a la renta, en beneficio de otros aspectos relacionados con mi oportunidad de crecimiento profesional”, indica Carolina Gutiérrez.
“En esa línea, deben considerarse condiciones laborales y/o compensaciones, tales como las oportunidades de desarrollo profesional que pueda ofrecer la empresa a la cual se está postulando, como son la oferta de capacitación constante, posibilidad de hacer carrera dentro de la organización, etc., o prestaciones sociales como beneficios para salud del trabajador y la familia, convenios con alguna institución, becas de estudios, etc.”, concluye la jefa de carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico.