Denuncia ciudadana: Humillaciones y corrupción en la Municipalidad de Maipú, ante solicitudes de fiscalización

Señor Director:

En el contexto actual en el que nuestro país se encuentra refiriéndose a las injusticias, es importante dar a conocer la corrupción y el nulo auxilio de la Municipalidad de Maipú hacia los vecinos, en especial a las mujeres, pues ellos no resuelven las denuncias ingresadas y los funcionarios se burlan al ir a exigir respuestas, lo que ocurre en todos los departamentos y subdivisiones.

Cuando el vecino hace una denuncia o solicitud, le dan un plazo determinado para resolver el problema; en mi caso personal fueron 60 días para solucionar una denuncia que yo hice por una edificación no autorizada que me perjudicaba y que no se halla regularizada. Pasados 90 días, acudí a las dependencias de la Dirección de Obras Municipales para exigir una respuesta a mi caso; allí logré hablar con el inspector que fue a verificar la obra construida (antes había pedido hablar con él, pero me negaban que estaba allí aludiendo a que se encontraba haciendo trabajo en terreno). Este personaje se rió en mi cara de la denuncia que yo hice, victimizando al denunciado y poniéndose de su parte; además, me trató de mentirosa diciendo que había llamado a mi casa para inspeccionar mi vivienda, cosa que nunca hizo, pues yo me encontraba en mi hogar al momento de la visita y en ningún momento gritó, tocó el timbre y mi mascota tampoco ladró, cosa que siempre hace cuando hay alguien afuera de mi casa. Cabe destacar, que se aprovechó de que yo fui sola y con fatiga (me había realizado un examen médico que requería estar en ayunas y yo llevaba más de 10 horas sin comer), por lo que insistió en decir que mentía y sin la intención de darme solución al problema. La denuncia debió pasar a Juzgado de Policía Local hace un mes y al pedir que se reactivara el caso, el inspector se negó, por lo que tuve que insistirle más de dos veces a que lo hiciera, no sin burlas ni humillaciones. Al momento de preguntarle en qué día u hora aproximadamente haría una visita a mi domicilio, él exclama que no sabe y que tenía que esperar a que se presentara fuera de mi casa, asumiendo que yo, por ser mujer, no tenía nada que hacer más que estar en mi hogar, lo cual es falso porque me encuentro estudiando. Tras esos enunciados por parte de este funcionario, me sentí denostada en mi condición de mujer, pues el personaje en cuestión se aprovechó que me encontraba sola y con fatiga para tratarme de la peor manera en que se puede tratar a una persona, jugando con mi tiempo, faltándome el respeto en reiteradas ocasiones (por ejemplo, me trató como tonta que no entendía nada y que mentía constantemente) y sin querer hacer su trabajo. Todo esto ocurrió a solas en su oficina, a puerta cerrada y sin que nadie viera u oyera nada.

Además, me enteré que la corrupción de esta municipalidad también tiene un núcleo en el departamento de Inspección, pues me enteré que allí se borran las denuncias realizadas por los vecinos, en especial aquellas que competen a empresas ilegales que funcionan en barrios residenciales, como lo es una conocida pyme fantasma que acumula miles de denuncias por estafa a los clientes y que a pesar de las denuncias hechas en la municipalidad, estas quedan sin efecto alguno, ya que los dueños de dicha ¿“Pyme”? tienen contactos allí que les informan sobre quiénes hacen las denuncias, a pesar que garantizan que las denuncias son anónimas. Conozco a un denunciante, que reclamó por esta empresa y cuyos datos fueron difundidos y su requerimiento retirado gracias a este contacto que poseen estos estafadores, y que a la larga, le acarrearon acosos y amenazas de parte de estos delincuentes hacia el denunciante y su esposa que en ese momento se hallaba gravemente enferma.

Ojalá se tomen consideraciones al respecto, pues la Municipalidad debe amparar y proteger a los vecinos, no exponerlos a estas situaciones, en especial de aprovecharse y burlarse de las mujeres cuando van a exigir que se haga bien el trabajo para el cual están contratados. Más aún cuando estamos en un clima nacional que exige respeto hacia las mujeres y la equidad de género y cuando el edil de la comuna es una mujer, por lo que llega a dar vergüenza la forma en que los empleados municipales tratan a las féminas cuando acuden solas a pedir ayuda y respuestas frente a un problema que los aqueja. Espero que esta situación cambie rápido porque si seguimos así las cosas en este país no van a cambiar y realmente es vergonzoso y da mucha pena que en una comuna tan grande y popular como Maipú estén ocurriendo este tipo de hechos.

Daniela Beltrán

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