Las elecciones municipales entrarán en tierra derecha, cuando el próximo viernes 23 de julio, los candidatos a alcaldes y concejales, tengan que inscribir sus candidaturas. En las redes sociales varios ya andan de candidatos, contraviniendo muchas veces la recién aprobada ley electoral, algunos ya andan pidiendo el voto a los ciudadanos.
No se quedan atrás los concejales en ejercicio en Maipú, los cuales comienzan a ir a cuanta actividad aparece en la agenda. Es cosa de ver la última celebración de la Virgen del Carmen, donde aparecieron aquellos que por largos tres años, no asomaron ni la punta de su nariz. Unos quieres conservar los cargos, y muchos otros, desbancarlos.
Y en redes sociales hay una verdadera guerra sucia, con una invasión de perfiles falsos, difundiendo noticias a favor, en contra. Cosas verdaderas, invenciones, alucinaciones, en el fondo un pastiche de temas, en que el ciudadano de a pie, poco entiende.
Pero nadie -tristemente- aún comienza a esbozar de manera seria propuestas. ¿Qué quieren hacer con Maipú? ¿Para dónde vamos?. Hoy parece ser más rentable enlodar al adversario, que brillar con luces propias. Personalmente, miro con desconfianza absolutamente todas las candidaturas, y prometo no cambiar de opinión hasta que la discusión quede supeditada a lo que de verdad debería importarnos.
Hoy por hoy, poco me interesa que un postulante a la alcaldía o concejalía haya tenido, tenga o esté pensando en tener una amante. No me preocupa lo que cada uno de ellos haga, en su horario libre, sea o no sea con una cama como telón de fondo. Creo que es más razonable saber si alguno está pensando en darle cierta coherencia arquitectónica a la Plaza de Maipú, o las formas de mejorar la alicaída educación municipal.
¿No habrá siquiera alguno con una buena idea para darle un uso significativo al CRS?
¿Nadie de verdad tiene algún proyecto para dotar de wifi -al menos- la plaza de Maipú?
¿Será mucho soñar con tener albergues municipales permanentes, para dar una solución digna a los cientos que están en situación de calle?
Me pueden llamar iluso, pero me quedaré esperando que alguien muestre propuestas, que alguien saque un proyecto que -al menos- nos permita soñar una mejor comuna.
Mientras tanto -es menester decirlo- absolutamente todos están en deuda. No conmigo. No con este medio. Están en deuda con miles de maipucinos que merecen ser tratados como seres pensantes. Y que esperan que -una vez inscritos los candidatos- logremos superar una forma rasca de hacer política, para que por fin sea el tiempo de propuestas.