Es uno de los hombres más ricos del mundo y tiene intereses en las industrias del automóvil, internet, espacial y la inteligencia artificial. También tiene una biografía. Elon Musk le dio acceso a su vida a Walter Isaacson, célebre periodista experto en escribir biografías, como la que hizo de Steve Jobs, fundador de Apple.
Los últimos días hizo noticia por hace algo que no se hace. Subió -sin consentimiento- una foto de la actriz Amber Heard vestida con un cosplay para satisfacer una de sus fantasías.
Lo cierto es que la vida de Elon Musk queda expuesta en un libro en el que Isaacson pidió acceso a la vida del magnate y presenta un texto que lo perfila, en sus luces y sus sombras. Es que Elon Musk no deja indiferente a nadie y sus innovaciones prometen ir cambiando el mundo tal como lo conocemos.
Elon Musk: Un hombre niño
Nacido y criado en Sudáfrica, los padres de Musk son de origen Británico y Canadiense. La niñez del CEO de SpaceX estuvo marcada por la violencia. Un día, por ejemplo, fue a un concierto con su hermano Kibal y se toparon con una persona muerta, con un cuchillo enterrado en su cerebro. Musk sufrió acoso y varias veces le pegaron en el colegio. Era un chico especial «tenía problemas para captar las normas sociales», dice su biógrafo.
Con poca capacidad de empatizar, los matones solían golpearlo. ‘Si nunca te han dado un puñetazo en la nariz, no tienes idea de cómo te afectará el resto de tu vida’ dice Musk en su libro. Sin embargo la cicatriz más grande se la infringió su papá. Al salir del hospital por una golpiza que había recibido, su progenitor lo retó por más de una hora. Su hermano dice que sin dudas ese es «el peor recuerdo».
Sus padres se divorciaron cuando Elon Musk tenía 8 años. La adolescencia del millonario fue con su papá.
Incapaz de estar satisfecho
Es millonario, innovador e inteligente, pero la infancia parece haberlo marcado a fuego. “El trastorno de estrés postraumático de su infancia también le inculcó una aversión a la satisfacción” dice el autor del libro. Su primera esposa, Claire Boucher complementa: «Creo que en la infancia le condicionaron a que la vida es dolor. No creo que sepa cómo saborear el éxito y oler las flores» dice la mamá de tres de sus 10 hijos.
Su infancia no tuvo dificultades económicas. Aunque las huellas se ven en su personalidad. El 2022 Musk vivía el éxito comercial absoluto: Tesla y SpaceX no paraban de facturar. «Necesito cambiar mi forma de pensar y dejar de estar en el modo crisis en el que he estado durante 14 años, o posiblemente la mayor parte de mi vida”, le dijo a Isaacson por esos días.
La salud mental del CEO de X (exTwitter) «va por rachas». “Es malo cuando existe una presión extrema. Pero si muchas cosas empiezan a marchar bien, tampoco es demasiado bueno para mi salud mental”
La compra de Twitter y el odio al «virus woke»
Elon Musk tiene 10 hijos de 3 mujeres. Griffin y Xavier, que son gemelos, además de los trillizos Kai, Saxon y Damian. Finalmente tuvo a X, Y y Techno Mechanicus. El 2021 tuvo una nueva pareja de gemelos con Shivon Zilis, ejecutiva de una de sus empresas. Los tuvo en la modalidad in vitro. Sus nombres: Strider Sekhar Sirius y Azure Astra Alice
Los hijos de Musk no son ajenos a los tiempos que corren. Kai se hizo vegetariano a los 8 años. Pero es Xavier con quien más tensión tiene. «Xavier tenía una voluntad fuerte y desarrolló un profundo aborrecimiento por el capitalismo y la riqueza”, dice el biógrafo en el libro.
“Mantenían largas y amargas conversaciones, en persona y por mensajes de texto, en las que Xavier le expresaba repetidamente: ‘Te odio a ti y odio todo lo que representas’. Fue uno de los factores que hizo que Musk decidiera vender sus casas y vivir con menos lujo, pero, en su relación, tuvo poco efecto”.
Sin embargo Xavier no sólo odiaba la riqueza, sino que experimentó un proceso de transición. Pasó de ser un hombre a una mujer llamada Jenna. Además se cambió el apellido. Musk culpó al «virus Woke» de la decisión de su hija. A juicio del millonario la idea nación en Crossroads, una escuela privada progresista a la que la joven iba en Los Ángeles.
En ese tiempo también se convenció que su red social favorita, Twitter, se había infectado con ideas progresistas, dejando relegadas las voces conservadoras de la derecha. Isaacson asegura que compró twitter para frenar «la infección woke».
El día en que Elon Musk movió unos servidores críticos
Elon Musk, poco después de su llegada a Twitter (ahora X), protagonizó una historia en la que enfrentó problemas relacionados con la reubicación de servidores. La empresa que alojaba los servidores en Sacramento solicitó retirarlos anticipadamente debido a preocupaciones financieras, lo que llevó a Musk a buscar trasladarlos a una instalación en Portland. Sin embargo, enfrentó resistencia de un gerente que argumentó que llevaría de 6 a 9 meses.
En una reunión, Musk presionó para que la mudanza se realizara en 90 días o el gerente debería renunciar. A pesar de las preocupaciones técnicas, Musk insistió en visitar las instalaciones en Sacramento, donde demostró su voluntad de hacerlo él mismo. Reunió a un equipo, incluidos familiares y amigos, para mover los servidores en tiempo récord, lo que impresionó por su rapidez pero alarmó por la falta de seguridad en el proceso.
Los ejecutivos de NTT, la empresa de alojamiento, se enteraron de la operación y temieron daños a sus instalaciones. Finalmente, Musk suspendió la mudanza durante las festividades navideñas y luego encontró un proveedor externo para completar la operación a un costo más bajo.
A pesar de la hazaña de mover más de 700 servidores en tres días, la historia tuvo un desenlace problemático. Se descubrió que los servidores contenían datos de usuarios que debían borrarse antes de la mudanza, pero ya era demasiado tarde. Esto evidenció la imprudencia y la impaciencia de Musk al ignorar las advertencias de su equipo. La falta de servidores afectó la estabilidad de X durante meses, lo que se manifestó en errores técnicos, incluyendo problemas durante un evento con el candidato presidencial Ron DeSantis.
En retrospectiva, Musk admitió que la decisión de cerrar Sacramento fue un error y que aún existen problemas resultantes. Esta historia ilustra su estilo de liderazgo impulsivo y cómo puede tener consecuencias negativas en la empresa.