El Papa Francisco se dirigió a los jóvenes chilenos y de toda Latinoamérica en Templo Votivo de nuestra comuna, ante la presencia de miles de jóvenes, que a pesar de no ser la gran cantidad que estimaba la organización, de igual manera marcaron presencia.
El sumo pontífice realizó su última intervención masiva en la capital, con un discurso en que citó al Padre Hurtado, al cardenal Silva Henríquez y una canción de La Ley -Aquí-.
En una calurosa jornada en nuestra comuna, el Papa entró en su clásico vehículo hasta los pies del altar, construido especialmente para esta ocasión, ante la expectación de miles de jóvenes, quienes habían estado horas al sol y de pie en su espera.
En primera instancia, agradeció estar en Maipú, puesto que en nuestra comuna «con un abrazo de fraternidad se fundó la historia de Chile».
A lo que prosiguió, que en la explanada del Templo se encontraban los jóvenes que se decidieron bajar del sofá y ponerse los zapatos. Emplazando a los jóvenes a tomar un rol más activo en la sociedad, no solo en la Iglesia, sino en todos los aspectos de la vida.
En todo lo que fue su liturgia en nuestra comuna, utilizó la metáfora que los jóvenes están hiper conectados a las redes, que sin celular ni internet se mortifican. Lo que dio pie para decir que se conectaran a Dios y que la contraseña que debían utilizar es «¿qué haría Cristo en mi lugar?».
«Al quedarnos sin conexión que da vida a los sueños, el corazón empieza a perder fuerza y quedarse sin batería», dijo el Papa Francisco a los jóvenes presentes.
Antes de finalizar, el Papa dio a conocer sus ganas de «escuchar a los jóvenes católicos y no católicos, cristianos y de otras religiones y jóvenes que no saben si creen o no creen».