Dueño de Funeraria La Pompeya acusa: Lo expropiaron a la mala y ni alcalde ni concejales le apoyan

Darío Pávez es un hombre de armas tomar. Avecindado en Maipú desde el año 1959, es el dueño de la conocida Funeraria “La Pompeya” en Pajaritos #1739 muy cerca de Cinco de Abril. El hombre dedicado al negocio de los ataúdes por más de 40 años, nos recibe en su oficina y se declara “sobrepasado y vulnerado en mis derechos”.

Y no es para menos. El nuevo Pajaritos le ha traído cientos de dolores de cabeza. Entre enero y febrero del año 2008 la gente del Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) se empezó a reunir con los comerciantes del sector y con maquetas y la promesa de hacer todo de la mano con los vecinos comenzó la pesadilla.

Reventones en matrices de gas licuado, cañerías de agua reventadas y un Pajaritos que, sobretodo los fines de semana, se parecía más a Sodoma y Gomorra, fueron los primeros problemas que hicieron que los afectados se exaltaran. Pero aún no venía lo peor.

Darío acusa una pésima planificación. “El proyecto en si fue tan mal elaborado por las autoridades del SERVIU, que originalmente contemplaba el colector de aguas lluvias desde Camino a Melipilla con Pajaritos hasta la calle San José; hablo de 300 metros antes de llegar a la Plaza Maipú”, cuenta Pávez.

Pero el 22 de mayo de 2008 un temporal de viento y lluvia hace que la Plaza Maipú –para variar- se inunde por lo cual el SERVIU extiende el colector hasta la mísmisima Plaza de Maipú. Y ahí comienza la gran pesadilla de Darío. La empresa extendió el colector y para ello pasó por debajo de la propiedad de Darío y, como si esto fuera poco, se le expropió 12 metros de frente por 5 de fondo en pleno centro de la comuna. Hasta ahí no habría mayor problema salvo que nadie le pagó ni un peso al comerciante maipucino.

Al comienzo de esta nota dijimos que Pávez es de armas tomar y llevó la discusión hasta el 21º juzgado civil y desde ahí el tema subió a la corte de apelaciones “A la fecha me encuentro con un colector bajo mi casa, 11 metros de profundidad con un diámetro de un metro veinte que el día de mañana si quiero construir más pisos o un estacionamiento subterráneo no lo voy a poder hacer pues voy a estar cerca del colector de aguas lluvias”, dice un enardecido Pávez

A Pávez se le quitó su estacionamiento, se le hizo un colector bajo su empresa y, producto de las obras sus ventas han caído un 50%. Pávez no se guarda nada.

“Yo acuso al alcalde y los concejales pues en la ley orgánica municipal se les dice que deben proteger y resguardar la integridad de los vecinos y su entorno y acá han brillado por su ausencia. El alcalde cree que hizo mucho con decir no asisto a la inauguración y no hubo inauguración”, reclama.

Lo escrito acá es un claro ejemplo de vulneración de derechos civiles y de propiedad privada, por ello inaugura nuestra sección “La Voz del Vecino”.

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Nicolás Aravena

Fundé La Voz a los 21 años. Dicen que escribo bien, me apasiona la política, fotografía y entender el mundo que habitamos. Dejé de fumar hace poco, hago chistes malos y bailo pésimo

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