Tomás Vodanovic: Un edil entre controversias, aplausos y likes

En la arena política chilena, pocas figuras han escalado con tanta celeridad como Tomás Vodanovic, alcalde que ha capturado la atención no solo de los maipucinos y maipucinas, sino de todo el país. Su ascenso, lejos de ser un camino llano, ha estado jalonado por controversias que no han menoscabado su popularidad.

Vodanovic emergió como un firme detractor de la gestión de Cathy Barriga, entonces alcaldesa de Maipú, y su persistencia en la crítica y el contacto directo con la ciudadanía le valieron un apoyo masivo. Si bien en un inicio su carta de presentación fue mediante críticas, logró igualmente comunicar propuestas que parecían hacer mucho sentido a los maipucinos y maipucinas. Esto culminó en su elección como alcalde a la temprana edad de 30 años en mayo de 2021, asumiendo el cargo con la etiqueta del alcalde más votado a nivel nacional.

El inicio de su gestión no fue fácil, ya que su mandato arrancó enfrentando un déficit de 34 mil millones de pesos, lo que precipitó una reorganización municipal que implicó el despido de alrededor de 400 funcionarios y una reevaluación de las prioridades en los servicios públicos. A su vez, se enfrentó al caos provocado por la insostenibilidad y mala imagen que poseía la sanitaria municipal SMAPA, y Tomás con la convicción de salvarla de propuestas que planteaban su privatización, se comprometió a invertir 12 mil millones de pesos en un plan de desarrollo, haciéndose cargo de la sanitaria y mejorando su administración. Estas medidas, aunque fueron relativamente impopulares, han empezado a reflejar resultados positivos con el tiempo, ya que para ambos casos se han empezado a evidenciar signos de mayor orden y control.

A medida que pasaba el tiempo, Tomás comenzó a ganarse el afecto de los habitantes de la comuna. Sus prioridades como alcalde parecían estar en sintonía con las inquietudes y necesidades de la población de Maipú. Esto evidenciaba que había considerado seriamente los comentarios recibidos durante su campaña, caracterizada por sus visitas ‘puerta a puerta’.

Sin embargo, la gestión de Vodanovic no ha estado exenta de polémicas. Es así como el alcalde ha navegado entre las aguas turbulentas de los aplausos y controversias.

La primera gran controversia es una que perdura en el tiempo: la querella de Tomás Vodanovic contra su predecesora, Cathy Barriga, acusada de un presunto fraude al fisco que incluiría irregularidades y un manejo poco ético de los recursos municipales. Este enfrentamiento se ha convertido en el epicentro del debate público y ha colocado al alcalde en una posición de todo o nada. Con la formalización de Barriga en el horizonte, el tablero político parece inclinarse a favor de Vodanovic, quien ha arriesgado su reputación y su capital político con esta acusación. Actualmente, con la formalización de la acusada, la denuncia está a punto de recibir un veredicto definitivo. El resultado de este duelo judicial no solo definirá el futuro inmediato de los involucrados, sino que también podría reconfigurar el paisaje político local con consecuencias que resonarán más allá de los límites de la comuna.

La segunda gran polémica se dio con el despido de funcionarios. La sospecha de la «retroexcavadora» – ese mecanismo tan temido que supuestamente arrasa con los empleados municipales por razones de afinidad política – se cernió sobre la comuna. Sin embargo, Tomás Vodanovic se plantó firme, desmintiendo esas acusaciones, y argumentando la necesidad imperiosa de enfrentar un déficit heredado y de llevar a cabo una reestructuración municipal que asegurara la sostenibilidad financiera. Con el paso del tiempo, y con la reducción palpable del déficit municipal, la controversia ha ido perdiendo fuerza. Los hechos han otorgado, aunque quizás no de manera universal, un punto de razón a Vodanovic. Su apuesta arriesgada parece haberse traducido en estabilidad económica para la comuna, aunque el costo humano y político de esta medida seguirá siendo objeto de análisis y discusión.

La tercera gran polémica se dio en agosto de 2022 con el desalojo de más de 300 vendedores ambulantes. Esta medida, orquestada en conjunto con el Ministerio del Interior, no fue una mera acción administrativa, sino un punto de inflexión que generó un eco mediático de gran magnitud. La comunidad de Maipú se encontró en una encrucijada de opiniones: por un lado, un coro de voces se alzó en aprobación, celebrando la renovada estética de la plaza, mientras que, por otro, se escuchó el clamor de los vendedores ambulantes y sus familias, quienes veían en el desalojo un abuso de poder y una vulneración de su seguridad económica. El autor de esta columna, escéptico inicialmente de la efectividad y sostenibilidad de la medida, observa ahora un panorama que podría dar la razón a quienes planearon la intervención. Un significativo descenso del 50% en la incidencia delictiva en la zona se presenta como un testimonio de éxito, y la ausencia de los característicos «toldos azules» que antaño poblaban el lugar, atestigua la capacidad de control y la perdurabilidad de la intervención. La Plaza de Maipú, hoy, se erige como un símbolo de una controversia que, a pesar de la división que generó, ha dado sus frutos en términos de seguridad y orden público.

La cuarta controversia es el caso de las fundaciones y Democracia Viva, un escándalo de corrupción y financiamiento que ha salpicado, aunque de manera indirecta, al alcalde Tomás Vodanovic, en tanto es miembro de Revolución Democrática, el partido en el punto de mira. La ironía de la situación no ha pasado desapercibida para la ciudadanía: mientras el partido enfrenta un aluvión de críticas, la figura de Vodanovic emerge con una legitimidad aparentemente intacta, una suerte de faro en medio de la tormenta. Este fenómeno no está exento de riesgos, pues mientras por un lado puede ser interpretado como una muestra de liderazgo singular y principios inquebrantables, por otro, amenaza con convertirse en un arma de doble filo. Vodanovic parece decidido a apostar por el proyecto colectivo que encarna Revolución Democrática. Este capítulo de la política nacional está por escribirse, y solo el tiempo dirá si la apuesta del alcalde es un acto de valentía y consecuencia política o un error por no desmarcarse de aquel partido tan manchado.

Tomás Vodanovic y los medios digitales

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Entre las múltiples facetas de la gestión de Tomás Vodanovic, emerge una controversia menos severa, pero no por ello menos relevante en lo mediático: su manejo de los medios digitales. Acusado por algunos de ser un showman en las redes sociales, Vodanovic ha tejido una estrategia comunicativa en plataformas como Instagram que no deja a nadie indiferente. Mientras los detractores ven en cada publicación una búsqueda insaciable del like y la aprobación inmediata, otros interpretan esta táctica como un reflejo de la política contemporánea, una que el Frente Amplio ha sabido capitalizar. Lo cierto es que, en términos simbólicos, la actividad constante del alcalde en redes es una especie de termómetro de su popularidad, una que, pese a las críticas, continúa cosechando apoyo virtual reflejado en una lluvia de likes y comentarios de sus seguidores ante cada publicación.

Tomás Vodanovic se presenta como un alcalde atípico de izquierda, que ha logrado priorizar temas como la seguridad, algo que tradicionalmente no ha sido foco de su espectro político. Su presencia en la comuna es palpable; todavía es común verlo interactuando con los vecinos y vecinas en las calles -algo que no quedó solamente como estrategia de campaña-, y su dominio de las redes sociales lo ha acercado a las generaciones más jóvenes. A pesar de las polémicas, la gestión de Vodanovic se alza como un ejemplo de liderazgo que busca enfrentar con determinación los desafíos de Maipú. Dicha gestión que, desde mi punto de vista, ha estado a la altura de las circunstancias, puede ser definida como un balance entre controversias, aplausos y likes, y seguirá siendo un punto de interés en el escenario político comunal y nacional.

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Daniel Horta Leyton

Maipucino de nacimiento. Licenciado de Sociología en la Universidad de Chile. Actualmente cursando el 'Magíster en Análisis Sistémico aplicado a la Sociedad'. Investigador transdisciplinario. Alumno tesista de posgrado en Proyecto de investigación sobre 'Rutas y Trayectorias de Migrantes Venezolanos a lo largo de América del Sur"

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