La piel está constantemente expuesta. Al polvo, al humo, a la contaminación. A las condiciones climáticas. Como altas y bajas temperaturas. Mucha o poca humedad. Y a las radiaciones solares. Por todo ello, es muy importante cuidarla y protegerla con los productos adecuados. Sobre todo, en verano, cuando hace más del calor y sufre en mayor medida de la exposición al sol. Aún, cuando el cielo se vea nublado.
Como en todos los ámbitos, la ciencia ha evolucionado también en términos de cosmética. Marcas como Cerave desarrollan productos en base a investigaciones. Respaldadas por reconocidos dermatólogos. Y con la premisa de proteger y restaurar la primera capa de la piel. La que se mantiene en contacto con el entorno. Y funciona como barrera del resto de las capas cutáneas.
Simulando el comportamiento natural de la piel
La historia de Cerave está vinculada con un descubrimiento. Y con una fórmula. Sus expertos en dermatología detectaron ciertas afecciones frecuentes de la piel. Tenían algo en común. Que la piel seca, el acné y la psoriasis compartían una causa. Un deterioro o daño de la capa superior de la dermis. Que desprotegía al resto de las capas cutáneas. Y favorecía la generación de esas afecciones.
Al identificar el problema, allá por el año 2005, Cerave se puso a trabajar en la solución. Y creó un innovador mecanismo de liberación. Que permite optimizar tres ceramidas naturalmente presentes en la piel. Que se ven disminuidas en cantidad y calidad, por factores externos. Y lo empleó en toda su línea de productos cosméticos. Desde la serie Cerave limpiador hasta sus cremas humectantes contienen está fórmula.
Se trata de un sistema que incrementa las ceramidas esenciales de la piel. Y logra fortalecer la capa cutánea protectora. Disminuyendo las posibilidades de sufrir perjuicios en la piel. Tanto del rostro como del resto del cuerpo. Toda una línea de elaborados compuestos de Cerave en Chile. Que imitan el funcionamiento natural de la generación de ceramidas. Y logran excelentes resultados.
Pero, ¿qué son las ceramidas?
Las ceramidas funcionan como un cemento o pegamento. Representan la mitad de los lípidos que se encuentran entre las células del Stratum Corneum. La capa de la piel está en permanente contacto con el exterior. Son responsables de mantenerlas juntas y sujetas entre sí. Formando una barrera protectora dérmica. Que posibilita su hidratación y fortalecimiento.
Pero la cantidad de ceramidas va disminuyendo a medida que avanza la edad. Y a causa de los factores externos que afectan permanentemente el Stratum Corneum. Como resultado la piel manifiesta sequedad, aspereza, irritación y arrugas. Y en casos más severos, dermatitis, acné y psoriasis, entre otras anomalías. Esta disminución natural de ceramidas hace necesario incorporarlas artificialmente a través de productos que las contienen.
Una fórmula idéntica única
Productos como el limpiador Cerave están elaborados en base a una fórmula idéntica única. Una mezcla de tres ceramidas que imita perfectamente a la natural. Que la marca denominó y patentó como Tecnología de Emulsión Versicular (MVE). La MVE es como una pelota que se va deshaciendo en la piel. Y liberando de manera gradual y prolongada en el tiempo las ceramidas faltantes y necesarias de la piel.
De modo que todos los productos que la contienen inciden en la piel a largo plazo. El limpiador facial Cerave hidrata, restaura y protege la piel durante 24 horas. Con sólo una aplicación diaria. Repone de modo artificial las ceramidas perdidas. Logrando un rostro terso, suave e hidratado.
Esta fórmula y su efecto se repiten en todas sus propuestas cosméticas. Pensadas y elaboradas para cada edad y tipo de piel. Para bebés, adultos y adultos mayores. Con pieles más o menos sensibles, muy blancas o morenas. Grasas, mixtas o secas. Con dermatitis, acné, eczema o psoriasis. Para pieles sanas o afectadas. Comprar Cerave garantiza el cuidado de todas ellas. Con la variedad y versatilidad de sus presentaciones cosméticas.
El cuidado diario del rostro debe ser parte de la rutina
Claro está que los alimentos y bebidas que se consumen colaboran a la mejora o el deterioro de la piel. Las grasas y el alcohol son los ejemplos más claros y frecuentes. Además de vicios como el tabaco. Todos ellos contienen toxinas que son eliminadas a través de la piel, afectándola. Tanto como al resto del organismo. Sumado a la edad y el entorno, la piel sufre y hay que cuidarla. Y los productos Cerave responden a ello.
Limpiar, hidratar y proteger son los tres principios del cuidado de la piel. Lo ideal es llevar adelante una rutina diaria. Que sea respetada como cualquiera de las otras tareas del día. Por la mañana, al levantarse, y por la noche, antes de ir a dormir. Existen tres productos cosméticos básicos para mantener la piel cuidada y protegida. Limpiadores, como el gel limpiador Cerave, cremas o lociones humectantes y protectores solares.
Después del lavado de dientes y rostro, a la mañana, hay que proteger la piel de la radiación solar. Aún en los días nublados o de lluvia. Porque, aunque no se vea el sol, los rayos UV están siempre presentes. Y son responsables de las afecciones cutáneas, la aparición de manchas y el envejecimiento prematuro de la piel. Entonces, hay que aplicarse un protector solar con un factor de protección de 30, como mínimo, e idealmente de 50.
Durante una jornada habitual, de trabajo y/o estudio, se recomienda renovarlo dos veces. Durante unas vacaciones de playa o paseos al aire libre, cada tres horas. Y cada dos, si el usuario se mete al mar o a una piscina. Disminuyendo el efecto del producto.
Por la noche, hay que sacarle de encima la suciedad del día al rostro. Quitarle las impurezas del medio ambiente. Aplicar un Cerave gel limpiador espumoso con movimientos suaves y enjuagarlo con agua tibia. Secar la cara delicadamente y colocar una crema hidratante. Adecuada para el tipo de piel. Nutrirá y calmará el cutis. Y lo dejará listo para descansar hasta el día siguiente.