El 15 de junio de 2017 el estudiante de cuarto año de sicología: Pablo Benjamín Alarcón Heckmann, empujó a una fiscalizadora del Transantiago en Maipú, ocasionándole graves daños en la parte superior del cuerpo.
El caso causó gran conmoción en la opinión pública y hoy, la justicia dictó su veredicto. En procedimiento abreviado, el Noveno Juzgado de Garantía de Santiago lo condenó a cuatros años de presidio, con el beneficio de libertad vigilada intensiva, mientras dure la condena.
Es decir, no irá a prisión. La condena es en calidad de autor del delito de lesiones graves gravísimas, en contra de María Angélica Varas. Hugo Torres Arias, Magistrado del Noveno Juzgado de Garantía, acogió la solicitud del Ministerio Público, la cual contó con el acuerdo de las partes.
Alarcón quedó con inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos y la inhabilitación para derechos políticos. La libertad del estudiante, será vigilada por gendarmería.
¿Por qué esta condena?
A favor de Alarcón jugaron su irreprochable conducta anterior, además de colaborar en el esclarecimiento de los hechos, y el intento por reparar el daño causado, para lo cual se depositaron 10 millones de pesos en la cuenta corriente del tribunal a favor de la víctima.