La pandemia ha supuesto una serie de desafíos a la institucionalidad pública, debido a la complejidad de este y al impacto sanitario y social de este fenómeno.
Un elemento que ha sido expuesto por la comunidad científica nacional e internacional, por las universidades, centros de investigación y gobiernos locales (municipios) ha sido el acceso a los datos de la pandemia.
Conocer la ubicación exacta de los casos positivos ha sido un clamor por parte de los alcaldes de todas las orientaciones políticas del país ya que les permitirá poder gestionar los recursos locales en pos de manejar de mejor forma la pandemia.
En el caso de Maipú el abordaje de la pandemia ha considerado una serie de acciones y apariciones más mediáticas que efectivas por parte de la primera autoridad comunal como fue las públicas discrepancias con el ex Ministro de Salud debido al no decretar cuarentena en la comuna.
Pero creo que al municipio le debemos exigir mucho más debido a que es el único gobierno local en el país que recibe regularmente los casos covid positivos por parte del hospital que está a cargo de su territorio y que además desde hace ya varios años el municipio cuenta con poderosos sistemas de análisis y gestión de información.
Entre las más importantes está el Sistema de Información Territorial de Maipú (SITMA), que permite integrar una variedad de herramientas y datos que permiten organizar, almacenar, manipular, analizar y modelar grandes cantidades de datos de la comuna como podrían ser los casos COVID-19.
O herramientas como la ficha de protección social, la encuesta nacional de hogares, datos censales, información de cada uno de los programas del municipio, la información de los pacientes de los CESFAM como los enfermos crónicos, etc y de esta forma identificar patrones de conducta del virus en el territorio, cuáles son las zonas donde puede haber mayor impacto de este a modo de intervenirlas con los equipos municipales, vincularnos con los actores locales juntas de vecinos, clubes de adulto mayor, sedes sociales, locales comerciales para elaborar estrategias en conjunto.
En fin el listado de acciones que podemos realizar con estas herramientas es abrumador, pero durante estos meses esta gestión municipal no ha realizado ninguna de estas acciones que nos permitan tomar mejores decisiones en el territorio.
Esta plataforma es la misma que utiliza la Universidad John Hopkins en USA y que permite monitorear el avance del Covid-19 por el mundo a través de una serie de aplicaciones, cuadros de mando y cartografías, la misma empresa que dispone de esta información es la que le entrega soporte al municipio a través del SITMA.
Por tanto esta gestión municipal podría por ejemplo monitorear el comportamiento territorial del virus por villa y eso vincularlo con todas la bases de datos antes expuesta.
Pero nada de eso se ha realizado.
Alguien podría argumentar que la gestión de Cathy Barriga en materia sanitaria ha sido un éxito debido a la implementación del programa Médicos a Domicilio, pero la verdad que la eficacia y la eficiencia de este programa deja mucho que desear.
¿Por qué?, se preguntará el lector.
Este programa está externalizado, es decir se la paga a un tercero para que ejecute toda la operación y este cuesta 2.500 millones de pesos anuales. Lo mismo que cuesta la instalación de un call center, arriendo de vehículos para el transporte básico (automóviles) y la contratación de personal de salud.
Ahora bien, esto perfectamente lo puede hacer el municipio sin la necesidad de un intermediario además del valor que es excesivamente caro para un servicio que no tiene ningún impacto sanitario en la comuna debido a que esta no coordinado con la red sanitaria de la comuna CESFAM y Hospital, no entregan licencias médicas, no realizan ninguna atención de mediana complejidad, etc.
Pero sin duda produce una sensación de bienestar a la población, pero lo más llamativo de este programa es su excesivo costo algo huele mal al igual que el caso de las empanadas más caras de Chile o las compras fraccionadas para el Maipeluza.
El programa médicos a domicilio debería ser materia de investigación por parte de los tribunales y la Contraloría debido a que no se entiende que un servicio no presta un aporte sanitario significativo a la comuna sea primero externalizado y segundo sea tan caro.
Con 2.500 millones de pesos podríamos por ejemplo instalar un SAPU en cualquiera de los CESFAM y así permitir mitigar las horas de espera en la Urgencia del Hospital El Carmen y así impactar en uno de los dos grandes problemas sanitarios que tiene el país y Maipú que es la atención de Urgencia la otra son atención de especialistas y la lista de espera, también podríamos haber adquirido ambulancias y realizar test masivos de Covid-19 para identificar y aislar al igual como se hizo en Corea del Sur y que tan buenos resultados tuvo
En Maipú podríamos estar a cabeza del análisis información y la intervención del territorio en materia del Covid-19 en el País pero una vez más nos vemos expuestos a decisiones que no buscan el bienestar de la comuna sino que su principal objetivo es ser una plataforma comunicacional de la alcaldesa, le exigimos al gobierno local que utilice todas las herramientas para combatir esta pandemia.
Mucho se ha hablado de la responsabilidad del gobierno por sus pésimas decisiones o las personas por no respetar las cuarentenas, en el caso de Maipú el avance del Covid- 19 también ha sido en parte por el negligente por parte del municipio y la conducta de su primera autoridad al no ocupar de todas la herramientas de que se dispone para enfrentar de manera efectiva este titánico desafío.