Era martes 20 de Mayo de 1986 y Chile estaba sumido en la más cruel de las dictaduras que el país tenga memoria. En el marco del encuentro Mundial de Parlamentarios, que por esos días se desarrollaba en nuestro país, Ronald Wood, estudiante de segundo año de Contador Auditor en el IPS (hoy UTEM), protestaba como tantos otros jóvenes.
Junto a un grupo de jóvenes, Ronald, quien vivía con su familia en la Población 4 Álamos, se encontraba en el Puente Loreto, en los alrededores del Museo de Bellas Artes. De pronto, una patrulla militar pasó rauda, disparando contra los protestantes. De un minuto a otro todo fue caos. Ronald caía abatido, con tres disparos en su cabeza. Tres días lucharía por su vida, falleciendo un fatídico 23 de mayo.
Ese día murió Ronald, y con él parte de una familia. Madre, padre, hermanos y amigos, veían impotentes como un manto de impunidad se tejía sobre el asesinato de Ronald.
De eso han pasado 28 años de ardua lucha buscando conseguir una justicia esquiva. Se le ha pedido al ejército la nómina del contingente que iba a bordo de la fatídica patrulla, sin resultados favorables. 15 años lleva el proceso cerrado, a pesar del clamor de la familia y los amigos.
Lo que no ha hecho la justicia, que es precisamente ser ejercida para entregar un poco de paz a sus cercanos, hoy se está materializando en la “Agrupación Ronald Wood”, la cual seguirá exigiendo verdad y justicia y buscará dar a conocer información sobre su vida, sus ideas, y un legado que, sin quererlo, dejó tras su partida.
Lo que no pudieron hacer los esbirros que le asesinaron, fue terminar con su nombre. A lo largo de los años el nombre de Ronald Wood ha estado vivo, ha trascendido de boca en boca en 4 Álamos. Las organizaciones sociales del sector, de una u otra forma se han encargado, junto a la familia, que Ronald Wood viva en los corazones de la gente. Sin ir más lejos el 30 de octubre del año pasado, la pianista María Paz Santibañez lo homenajeó con un concierto. En noviembre del mismo año la Delegación Transición Ságene de Noruega, plantó un árbol nativo en su nombre. Hoy se está implementado la Plaza Ecológica Ronald Wood, en su población. El llamado hoy, es a participar en la agrupación que buscará perpetuar su nombre. Tal vez como un susurro cargado de impotencia; tal vez como un “nunca más en Chile”.