Una verdadero desconocimiento e intriga, es la función de los consejeros regionales o es ¿concejero?, primero partamos por diferenciar la gramática. Esta diferencia entre una “c” y una “s”, distingue bastante el concepto. Parecen iguales, se dice igual pero su significado cambia si en vez de una «s» hay una «c».
Pero esta diferencia básica de letras puede hacernos entender más aun, pero por favor no confundir concejero con consejero, a continuación las explico.
La palabra concejero, está ligado al concepto de ayuntamiento, que tiene que ver directamente con el Municipio, el Concejo Comunal conformado por concejales y no consejeros, nótese la diferencia. En Chile, el Concejo Municipal es un órgano de carácter normativo, resolutivo y fiscalizador de una municipalidad, encargado de hacer efectiva la participación de la comunidad local. El concejo municipal está encabezado por el alcalde y su municipio. Los concejos están integrados por concejales elegidos por votación directa mediante un sistema de representación proporcional. Duran cuatro años en sus cargos y pueden ser reelegidos.
La palabra consejero, es de la esencia de asesorar o apoyar a la toma de una decisión, la persona que forma parte del consejo que dirige y administra una empresa, entidad o asociación. En el contexto del artículo el concepto de concejeros regionales, que conforman el Consejo Regional se encuentra integrado, por el intendente, quien es designado por el Presidente de la República, y ejerce la presidencia del Consejo, y por consejeros, los cuales duran cuatro años en sus cargos y pueden ser reelegidos. El Consejo Regional tiene por finalidad hacer efectiva la participación de la comunidad regional, para lo cual posee facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras.
De acuerdo a la Ley Los Consejos Regionales tienen por finalidad hacer efectiva la participación de la comunidad regional en la adopción de aquellas decisiones que tengan una directa relación con el desarrollo social, cultural y económico de las regiones cuidando la equidad y armonía así como la congruencia entre políticas y planes regionales con las políticas y planes nacionales.
Los ciudadanos elegiremos por votación directa, quien nos representara en la toma de decisiones sobre los fondos regionales destinados para apoyar las mejores iniciativas de desarrollo social económico y cultural para la región, en específico quien representara los intereses de nuestro distrito, incluida nuestra comuna.
Este nuevo representante de votación popular, tomara relevancia en la comunidad, el cual será un verdadero patrocinador de iniciativas de los intereses de nuestra comunidad, ahora este nuevo escenario no es beneficioso para los intereses personalista de la vieja política, ya que la influencia o el lobby que se acostumbraba para elegir este tipo de cargos, por votación indirecta a través de los concejales de la región, no obedecerá a los intereses de algún lote o personaje.
Ahora, políticamente va incomodar a muchos alcaldes, diputados y senadores, ya que les viene competencia, la carrera política tomara sus cauces naturales y tendrán que salir a la cancha y no esperar en la banca para ser anunciados en el juego, tendrá que competir en la cancha de primarias.
Este personaje que pareciera ser el cargo político con poco poder, será quien tendrá en sus manos liderar con inteligencia, aquellas decisiones que tengan una directa relación con el desarrollo social, cultural y económico de las comunas que componen su distrito, quien deberá recorrer sus comunas capturando las iniciativas directamente de la base social.
Para algunos que les interesa bajarle el perfil a la cuarta papeleta de votación popular y que la sociedad desde el desconocimiento votara en estas elecciones, sin querer podrá determinar los equilibrios del poder político, donde los representantes del pueblo se miraran uno con otros y tendrán que hacer su pega y decir antes de cortar la cinta, cual es mi verdadera contribución en la causa, como legislador, como gestor y como realizador.
Y los concejales con “c”, ellos se convertirán en el pequeño contrincante que deberá ganarse el pan con el sudor de su gestión y decir yo también quiero jugar en la cancha, si puedo.