Tal vez el título de esta columna, sea el más extraño que he elegido en mi vida, a la hora de dar una opinión. Sin embargo, tengo la manía de titular al principio de la escritura. Así que, de ahora en adelante, no me queda más que tratar de darle coherencia a mi relato. No prometo nada; acá voy…
Estoy seguro que los creativos que idearon una singular campaña comunicacional, que incluye video, posteras y flyers, no conocen ni un pelo la realidad política comunal. Hace varios días vi un sugerente aviso en un poste, donde se invitaba a los vecinos a “buscar su recompensa”. Me causó risa que en ella apareciera un tacho de basura. Seré franco: no pude dejar de recordar la sombra del caso de la basura, en la cual varios concejales del periodo 2008 – 2012 estarían siendo investigados por presuntos delitos de cohecho y asociación ilícita a la hora de escoger la empresa donde Maipú va a dejar su basura. El caso ha sido bien mediático y tiene ingredientes sabrosos. ¿Un tip? El mismísimo alcalde de Maipú, Christian Vittori está en tela de juicio, y hoy por hoy una fiscal investiga si es que recibió dinero, junto a los concejales Carlos Richter, Carol Bortnick, Carlos Jara y Marcelo Torres, para favorecer a una empresa del rubro de la basura.
A ver el tarro de basura, escuchar la palabra recompensa, y ver la frase “se hizo justicia”, pensé ¿será que algunos encontraron su recompensa en la basura mucho antes que los vecinos? ¿Será que se hizo justicia?. Luego me enteré que mi mente, como casi siempre, se puso creativa e ideó una situación inexistente. La campaña invita a los vecinos morosos en el pago de los derechos de aseo, a acercarse a varios puntos, en los cuales serán informados que toda deuda que tenga más de cinco años de morosidad, será condonada. En tanto las deudas con menos de cinco años de vigencia, podrán ser repactadas en cómodas cuotas.
De igual manera, bien poco acertada la campaña. Al menos, les pido me concedan, que causa risa, entre los que sabemos del caso.
¿Soy el único que siente vergüenza ajena por este video?
Pero la campaña, demostró que una cosa mala, puede ser aún peor. En internet el Municipio de Maipú, con el dinero de todos los contribuyentes, colgó este video en youtube. Lo he visto –al menos- diez veces, y cada vez siento más vergüenza ajena. No sólo lo encontré de mal gusto (un poco bananero), sino que oportunista.
Una voz –que emula- ser del lejano oeste, nos invita a conocer “la historia de cómo un problema se transforma en recompensa”. El video –en extremo personalista- nos dice que “fueron muchos los que intentaron, nadie pudo dar con la solución. Hizo falta coraje, ingenio y un buen corazón”. Pero todo el problema, se soluciona gracias a un sheriff que lleva una placa que dice “Vittori”. El sheriff le dice al pueblo que “todo quien cumple con su deber, será recompensado. Y ese día cambió la historia”.
Sin embargo, lo que el video omite, es que el Alcalde de Maipú, en ningún caso podría ser sheriff. El Alguacil o sheriff es el nombre con el que se conoce en varios países anglosajones a la autoridad policial política y de justicia pública. Por regla general, el sheriff es quien administra y ejecuta la justicia. ¿Entonces como se explica que el sheriff de Maipú declare como imputado en un caso por la recolección de la basura? ¿En que país el sheriff sigue ejerciendo cuando una fiscal le investiga por cohecho?
Quizás lo único cierto del video es que dice “que las deudas se pagan”. A veces las deudas pueden ser monetarias, otras con la conciencia. Quizás las más terribles sean con la justicia, la que –dicen- a veces tarda, pero siempre llega.
Finalmente esta “Ciudad Feliz”, en la que nos quieren convencer que vivimos, gastando cuantiosos millones de pesos en publicidad, comete un error garrafal al premiar a quienes no han pagado. La pregunta obvia es ¿qué recompensa obtienen los pocos vecinos que, muchas veces postergando gastos más placenteros, tienen su deuda al día? ¿qué justicia propone el sheriff para la gente responsable?. Siguiendo este ejemplo, el consejo natural sería que si usted debe hace cuatro años su deuda, espere un par de años más, para que el sheriff, quien en su campaña se vistió de súper héroe, reflejando –tal vez- algunos rasgos narcisos no resueltos, siga ofertando medidas populistas, que ninguna comuna seria implementa. Y no se trata de ir contra los vecinos. Está bien que se den facilidades a los que no han pagado, pero de ahí a ofrecer “recompensas” es otra cosa. ¿Un ejemplo? Usted probablemente recompense a sus hijos cuando se sacan un seis en un ramo que les cuesta. ¿O usted entrega recompensas si le muestra un dos en una prueba?
Ya van más de ocho extensos meses de gestión municipal, y la utopía de una ciudad feliz se cae a pedazos. Es cosa de ver el centro de la comuna, o recorrer sus calles llenas de eventos. Tal vez esa “Ciudad Feliz” es una construcción simbólica, para los asesores municipales, que a costa de nuestro patrimonio, se embolsan suculentos sueldos, muchas veces sin venir a trabajar. Para ellos, la ciudad no sólo es feliz, sino que también generosa. Por cierto que millonaria.
