Caso Silva Serqueira: Carta abierta a Mariana Madariaga

Estimada Mariana Madariaga.

Mariana Madariaga. Foto: Desde Google
Mariana Madariaga. Foto: Desde Google

Creo que alguna vez nos presentaron y cruzamos un par de palabras. Más allá de eso, no he tenido el placer de conocerte. Si hoy te escribo una carta abierta, es porque intenté seguirte en twitter y aparece que tu has decidido bloquearme. Lo hice con la cuenta personal (@nicoaravena) y con la del medio de comunicación que dirijo (@lavozdemaipu). Me fue imposible. También te busqué por Facebook y el resultado fue el mismo.

Quería encontrarte en una red social, y no por un mero capricho: más adelante te lo explicaré mejor. Por ello no te mandé un correo privado. Yo puedo entender que por la cercanía que tienes con tu jefe: Osvaldo Silva Serqueira, Jefe de Comunicaciones del Municipio de Maipú, el reportaje que escribí sobre el mismo, donde denuncio con pruebas a la vista del lector, que el Municipio para el cual está trabajando, al mismo tiempo lo tiene demandado, buscando que restituya una suma superior a los cinco millones de pesos, no haya sido de tu agrado.

Créeme que lo entiendo. Es tu “partner” de trabajo, y supongo un buen amigo. No te culpo por sentir ira; yo en tu lugar odiaría a aquel que acusa a un amigo de algo, aunque sea cierto. Así somos los amigos.

Disculpa si me he extendido. Te decía que quería encontrarme contigo en una red social, pues fue a través de twitter que Luisa Lane (@SuperLuisaLane) profirió ataques en mi contra. ¿Por qué te reclamaría yo a ti, ataques de un tercero? Pues porque investigando, descubrí que Luisa es tu amiga. Así se ve en la imagen que encabeza esta nota, en el costado derecho, ella te invita a salir y te insta a dejar de estudiar. No conforme con “trolear” mi cuenta personal, también atacó a la cuenta de La voz de Maipú, haciendo festín respecto al término del contrato por prestación de servicios que, este medio, mantenía con la gestión de Christian Vittori.

Tu amiga, me acusa de que “Sólo a ti Maipú te pagaba un millón de pesos por no hacer nada. ¿También eres mago?” me dice tu amiga. La frase es desafortunada, pues los respaldos del trabajo realizado, están muy cerca de tu oficina; puedes ir a verlos. Además apunta a una teoría del empate. Supongamos que el Municipio me hubiera pagado la cantidad que ella dice, sin hacer nada. ¿Eso justificaría los más de cinco millones que le pagó a Osvaldo Silva Serqueira y que Contraloría cuestionó?

Sin embargo estimada Mariana, lo más grave, no es que tu amiga me ataque de forma personal, y que no conforme con ello, ataque a La Voz de Maipú. Lo más grave es que ella maneja información que, desde mi perspectiva, es –hasta ahora- bastante reservada. Por ello hoy me siento liberado. En los próximos días, tal vez cuente las circunstancias que rodearon el cese del contrato entre La Voz y el Municipio y cómo los demás medios locales entraron en pánico, al saber que quien ejerza el legítimo derecho a criticar la gestión, será castigado por ustedes. Yo no reclamo, es vuestra decisión. La Voz seguirá en pie; de hecho estamos analizando vías de financiamiento alternativas, pero eso es harina de otro costal.

No pienses que estoy enojado Mariana. Entiendo que tu amiga siente tus rabias como suyas, y que explota en contra mía. Con tu remuneración no me meto. Es abultada para un periodista, pero como estudiante de cuarto año de la carrera en una Universidad del CRUNCH, no puedo sino alegrarme porque por fin se reconozca, a través de un salario digno, la profesión de una periodista. Además, imagino que por ese sueldo, debes estar esclavizada, de lunes a viernes en el Municipio de Maipú. Sin tiempo para hacer otras actividades laborales. 

Lo que si encuentro penoso tener que decirte, más aún a través de una carta pública, es que tú tienes un puesto en el Municipio. En un área clave como lo es comunicaciones. En ese sentido que tu amiga, por muy amiga que sea maneje datos tan finos, me indican que tu te estás llevando trabajo “para la casa”. Y ese trabajo lo sociabilizas con tu amiga. Ahí hay un peligro. El área de la comunicación estratégica, mejor debes saberlo tu que este estudiante, es bien sensible. El recato, la discreción y el no comentar ciertas cosas, son un código tácito, que siento no estás cumpliendo.

Por ello es mi deber el querer ayudarte. Yo no deseo que tu quedes sin trabajo; menos por algo tan pequeño como el arrebato de tu amiga. Lo único que me atrevo a solicitarte, es que tomes a bien, comentarle a tu amiga, que por favor no me injurie ni me ataque. Un profesor me dijo que “los periodistas estamos para hacer noticia y no, para ser noticia”. Espero tomes a bien el consejo y logres explicarle a tu atolondrada amiga, que yo no soy noticia, ni pretendo serlo.

Siento haber tenido que acudir a este medio para entablar un diálogo. Pero así como tu tomaste la decisión de bloquearme en las redes sociales, tu amiga bien podría hacer lo mismo. Así estaremos todos más tranquilos. ¿Te parece?.

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Nicolás Aravena

Fundé La Voz a los 21 años. Dicen que escribo bien, me apasiona la política, fotografía y entender el mundo que habitamos. Dejé de fumar hace poco, hago chistes malos y bailo pésimo

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